martes, 17 de diciembre de 2013

no sé cómo llamar a esta entrada

Pues eso. Las siguientes casillas que vienen en este Monopoly de radio están dedicadas a gente que, nos cayeran bien o mal, lo cierto es que fueron grandes figuras de la radio, y que murieron teniendo grandes audiencias y/o cuyo legado sigue hoy presente. Va también de cuando tú escuchas un determinado programa o a un determinado locutor que forma parte de tu día a día y de repente van y te dicen: "tal ha muerto". Y te quedas de piedra.












¿Por qué he elegido estos tres? Porque han creado estilos, programas, tonos o climas nuevos en la radio que tanto sus huecos como sus legados sobreviven aún hoy. Hombre, está claro que de los tres yo me quedo con Cebrián, que es al que yo escuchaba y desde luego al que sigo echando de menos por las madrugadas... Cebrián hizo por la radio de madrugada una cosa muy importante: "arrejuntó" los temas de misterio, tan manidos en la noche, con otros espacios de historia, naturaleza, ciencia... y creó un clima de programa nocturno que se alejaba de los programas de misterio tradicionales que copaban las noches. Después han venido los demás... y sí, con más éxito. De nuevo, el maestro fue buen maestro porque sus alumnos le superan. Su programa sigue existiendo, sus colaboradores siguen formando parte de la radio, y aún hoy te encuentras gente que se descarga sus pasajes de la historia para ponérselos en los viajes. Imaginaos cuando estás esperando una noche a que empiece el programa y resulta que te encuentras con la noticia de que había muerto... 

Otra muerte de radio muy sonada fue la de Encarna Sánchez. Un mito en las ondas. Su muerte no pilló de sorpresa a la gente, porque sabían que estaba mala, pero no sé yo si la audiencia estaba muy al tanto de la cosa... yo es que era de escuchar a Sardá, señora. Yo era un crío pequeño, pero aquella señora me parecía un poco bicho enfadado. Y su éxito yo creo que estaba en su verborrea fácil, su demagogia envuelta en papel de celofán, y en su personalidad, que era más que arrolladora. Fijaos: su programa era tan centrado en su persona, que no dejó ningún legado: sólo dejó un hueco. Un hueco tan grande que a día de hoy su cadena aún no ha sido capaz de llenar con la mitad de éxito. 

Ya he puesto muchos cortes de Encarna... que si "Encarna de Noche", Encarna y el EGM... Así que hoy toca un radiochip sobre ella, pero de la SER. En "La Ventana" de Gemma, hace unos cuantos años (pongamos 13) hablaron de un señor que quería escalar una montaña y la Comunidad de Madrid no le daba pasta. Al escuchar su queja, Gallardón (que sabemos que por aquel entonces era muy de la SER) llama y dice que sí, que le financian. Así que Gemma se sintió un poco Encarna. ¿Que no? Escuchad el radiochip encarnístico: 



Antes de nada, fijaos en el tono y el rollo del programa de Gemma por aquel entonces... ¿No era genial? La cuestión, y lo que enlaza con esta entrada, es que Gemma se refiere a una determinada radio como "a lo Encarna Sánchez". Es decir, asemeja un estilo no tanto a un programa sino a una persona; así que explica muy bien lo que quiero decir con la entrada de hoy. Y fijaos además que a Gemma le salió sin querer el tópico sobre Encarna, a la que le llaman camioneros... ¿No est típico todo? 

Y la última de las casillas la ocupa Antonio Herrero. También en mitad de su vida profesional, cuando su programa plantaba cara a las otras cadenas por las mañanas, se muere accidentalmente. Bueno, hay gente que abre la teoría de la conspiración, pero bueno... La cuestión es que creó una escuela de radio. La de, como dice su "discípulo", el rey de Frederyk, "coger a la gente por las mañanas de las solapas y zarandearlos". O sea, la escuela del comunicador que mete caña matutina. Obviamente, esa escuela sigue viva hoy día. 

No sé si algún conocido lo escuchaba (mi familia y vecinos eran muy de Iñaki), y yo era muy crío también para que nadie me comentara "qué fuerte lo de Antonio Herrero", pero está claro que fue un choque tan grande para su audiencia y compañeros, que también se habla aún hoy de "si Herrero no se hubiera muerto..." Eso está claro. 

He intentado con estas casillas hablar de ese momento en el que te dicen que esa persona que no conoces de nada, pero que escuchas siempre, de repente desaparece de tu día a día porque se muere. Y ya no es que te dé más o menos pena por ser oyente; es que deja un hueco en la radio que es difícil de ocupar. 

Vosotros podríais poner seguramente otros nombres... Hombre, no lo he puesto, porque ya he hablado de él y al final "Hora 25" existió antes y después de su muerte; pero a mí otra de las muertes de gente que oía casi todos los días que (aunque no tan de sorpresa) murió, está Carlos Llamas

Pero bueno, cada uno tendrá sus recuerdos de esa persona que escuchaba y que de repente desapareció... Más difícil todavía es que se junte con el tema de hoy, que es que muriera y a la vez dejara un legado o un hueco radiofónico cuando aún estaba en activo. Seguramente se os ocurran otros ejemplos.

3 comentarios:

  1. Sólo he llorado en mi vida una vez por la pérdida de alguien a quien no conocía en persona, por el maestro Cebrian, tengo grabado ese domingo en que me enteré escuchando Onda Cero. tantas y tantas noches me hizo compañía que era algo más que una voz al otro lado del transistor. Grande siempre Cebrián.

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  2. Me acuerdo perfectamente que oí en directo aquella noche La Rosa de los Vientos. Me quedé de pasta de boniato. Parecía tan increíble que pensé que TENÍA que ser una broma. Pero no.

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  3. Fuerza y honor ... de vez en cuando aún me paso por La Rosa, sigue siendo un gran programa ... però Cebrián era inigualable ...

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