martes, 27 de octubre de 2015

en octubre de 2014...

Debe de ser que en octubre llega del todo el otoño, el frío y todo eso... Y uno se pone más tiquismiquis y además se pome mucho a recordar. Debe de ser el tiempo o yo qué sé... 

Digo que uno se pone a recordar, aunque en realidad en el blog me remonto a cosas que incluso fueron anteriores a mi existencia o al menos a mi consciencia. Por ejemplo, la señora Francis. Hace un año murió Roser Caballé, que fue la última señora Francis de la radio. Según dijo el otro día Julia Otero, ella se hizo feminista oyendo este espacio de radio... y visto con los ojos de hoy, a nadie le extrañaría tal decisión. Más antiguo fue el inicio de Radio Barcelona... 90 añazos celebraron. Ya sabemos que en realidad lo que se celebraba era la primera emisión de una radio con licencia. La radio en España, como tal, tenía ya unos meses... Pero eso es otra historia. Y hablando de la SER, también se cumplieron 25 años de su servicio de documentación. Y hasta hoy han llegado los comunicados oficiales en RNE... aún hoy, aunque escondidos y en Radio 3. 

También me puse a recordar una de las promos de "La Ventana" de Sardá. Era un programa tan... tan distinto a lo de ahora... Mira, va a ser el radiochip que rescate del año pasado. Radiochip vocil:



Y también me puse a rebuscar en el pasado de RNE, en un programa que se llamaba "Pensamiento 3". Sí, el programa de Agustín Gª Calvo. Pero en realidad lo que me hizo gracia ese mes fue cuando en Onda Cero se hicieron eco de una noticia... que en realidad era de una especie de El Mundo Today pero en franchute. 

Decía lo de la historia... y lo de las quejas. Porque en octubre del año pasado hubo muchas entradas tituladas "quejas". Por ejemplo... quejas modernas (sobre los podcast de la radio). O las quejas "desconectivas", de cuando ocurre algo importante, y por narices hay que hacer una desconexión, y adiós a la inmediatez de la radio. Las quejas delpinas, de cuando Del Pino se quejaba de que Iñaki a veces le tenía listo para entrar en antena pero... no daba tiempo. O las quejas mías, que consistía en que cuando vas a ver un programa de radio, parece que si un niño grita... no pasa nada. Pues pasa, pasa. ¡Que eso es la radio! O las quejas contertulias, de cuando el presentador del programa, haciendo de moderador, toma partido. Se rompe la baraja. Y quejas del directo... Cuando se hace un programa fuera del estudio y se quedan cientos de personas fuera. Y las quejas del entrevistado... Cuando le están haciendo una entrevista y educadamente, tras ver que eso parece un cara a cara y no una entrevista, le viene a decir al entrevistador que pasa y que se va. O las quejas al gobierno desde un programa de radio. Y si viene de un programa de un veterinario... más vistoso. Mucha queja en octubre del año pasado. 

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