sábado, 7 de noviembre de 2015

Cuatro o la tele que vaciaba la radio

Recuerdo cuando nació Cuatro. Mejor aún... Recuerdo que antes de que naciera Cuatro, esa tele que hoy mismo cumple 10 años de existencia, un compañero de clase me dijo algo así como: "qué guay, en esta tele salen todos los que oyes en la radio, ¿no?" 

Me le quedé mirando, así de medio lado y con cara de velocidad... Y apresurado le dije que sí, que bien, que perfecto. Pero en realidad pasé de dar explicaciones de lo que pensaba en realidad... Venía la profesora, suiza ella, puntual y perfecta, y quería terminar el último ejercicio antes de que entrara por la puerta. 

A mi compañero no le dije en ese momento que, a pesar de que estaba muy bien eso de la tele, a pesar de haber mucha gente a la que seguía... mi pronóstico -cumplido a medias- es que esa tele de PRISA iba a vaciar a la radio deprisa. [Esto quería ser un juego de palabras.]

El hecho de que comenzase Cuatro implicó que movieran a Iñaki -o quizá movieron a Iñaki aprovechando que empezaba Cuatro-, dejando a la SER sin uno de sus iconos históricos más importantes y con un índice de audiencia televisivo sorprendente el primer día y desinflados a partir del segundo. 

El hecho de que comenzase Cuatro parió un programa, el más viejo de la cadena, que es el hijo de uno de radio: "Cuarto Milenio". Y le ha sobrevivido. Cuando el programa de tele se hizo fuerte, empezó aquella época en que Iker en la radio ya no tapaba huecos especiales de la programación... ni dos días... y una bajada en lo "sorpresivo" de los contenidos. La tele primaba. 

El hecho de que comenzase Cuatro implicó una fuga de informativos, implicó una especie de "malgastar el talento de la radio" en aventuras que no funcionarían. ¿Alguno se acuerda de "Maracaná '05"? Fue perder el tiempo. 

El hecho de que comenzase Cuatro implicaba siempre una fórmula malvada para la radio: Se echaba tanta mano de los de la radio, que tenías dos opciones: o quemaba a la gente quitándoles tiempo y esfuerzo de radio, o era un éxito y directamente les absorbía. Me acuerdo de aquel "Channel nº4" en el que parecía que Boris entraba en "conflicto" de audiencia con su propio programa de radio. Bueno... su ex-programa. Y en aquel programa participaba también Pablo Motos, que se había llevado una de las secciones de "No Somos Nadie": los famosos "momentos tenientes". Escuchemos un radiochip teniente... de la radio. 



Esa sección de radio terminó en la tele. Y luego, el "No Somos Nadie" pasó a la tele en forma de programa dominical: "El Hormiguero". [Por cierto... ¿Alguno imagina algún programa matinal actual que pudiera tener contenido como para ser llevado a la tele? Vale, reflexión hecha.] Y ese programa terminó por las noches y abandonando la radio. Una pérdida que aún me jode fastidia. 

Yo era muy fan de Cuatro. Esa tele joven que me molaba mil pero que... que veía que si tenían éxito echando mano de los de la radio, terminaban vaciando la radio. No sé. Además tenía la sensación de que Daniel Gavela, que había sido megajefísimo de la SER, tenía claro quiénes tenían talento en la radio para probarlos después en la tele. ¡Ojalá hubieran puesto dirigiendo la tele a un cualquiera! Pero no. 

Cuatro... Esa tele que me molaba. Esa tele que creo que odié por meter las narices en los de la radio. 

A ver si había narices de explicar todos estos temores que yo tenía medio minuto antes de que viniera la profesora de alemán. Por eso conteste que sí, que bien. 

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