martes, 24 de noviembre de 2015

suequiagenda

Tengo que contar que esto de hablar de radio es algo que no hago con mis amigos normalmente. Ni con los conocidos. Debe de ser que en casa de herrero... 

El otro día conocí a una amiga de un amigo. Nos la encontramos los tres por la calle por casualidad, y resulta que íbamos casi al mismo sitio. Así que fuimos andando, andando... Y no, no hablamos de radio. La chica -que me dio la sensación de que era algo simplona- iba acotando todo lo que íbamos diciendo. Si hablábamos de que había estado en Zaragoza, la chica se ponía: "Pues yo estuve una vez en Pilares y fui a comer a un sitio muy bueno". Si decías que te habías ido a Port Aventura, se ponía: "Pues yo fui una vez y me lo pasé bien, me monté en muchas cosas". Si decías que te gustaban las patatas fritas, te saltaba: "Pues a mi padre le gustan muchísimo las patatas fritas". ¿Perdón? 

Era como cuando un profe de críos pequeños en el cole habla de... camisas. En ese momento, misteriosamente, se levantan 4 ó 5 manos de niños con cosas del tipo "pues mi padre siempre se pone camisa" o "un día mi madre se manchó la camisa comiendo macarrones", o "a mí no me gusta ponerme camisas". Pues vale. 

Mientras yo pasé un cuarto de hora pensando que un niño pequeño se había colado en nuestra conversación, el comentario friki que me vino a la mente -y que no pude emitir en su momento, debido a su alta frikez- era que esta chica "era como la suequiagenda". ¿Qué es la suequiagenda? ¡A por ello que voy!

La suequiagenda es lo que suena en este radiochip suequiagendoso: 



En los tiempos de plena suequidad fulgurante, había que hacer esto siempre. Lo hacía Cristina López, lo hacía Ramontxu... Consistía en que daban las temperaturas un poco al azar, comentaban el tiempo según les daba por ahí, y acompañaban cada ciudad de una especie de agenda cultural que, como se puede escuchar en el radiochip, el presentador descubría a la vez que lo leía. Una especie de agenda prefabricada que está genial si te encuentras con amigos en un coche sin rumbo por mitad de España en una carretera salida al azar y te dicen: "en Cáceres, teatrillo en la plaza de tal", y claro... ya decides ir a Cáceres, que además te han dicho el precio de la entrada. Todo son ventajas. ¡Gracias, suequiagenda!

No sé si se entiende la ironía. La suequiagenda era inútil y sin sentido. No servía más que para perder un minuto de radio que no tenía por donde cogerse. Además mola ese rollo de que el presentador no tenga ni repajolera de lo que está leyendo. "Y la música folclore, todas ellas en el Puerto de la Cruz". Cuando dice eso Cristina debe de estar pensando: "¿pero qué narices me han escrito aquí?" Leyendo la suequiagenda con esa asertividad dan ganas de cogerse el avión e irse a Tenerife a la voz de ya. 

La suequiagenda no interesaba a nadie. Igual que los comentarios de la chica ésta en cuestión. Lástima que no suelo hablar de radio con los amigos. Si llego a haberlo hecho, le hubiera soltado que esta chica era un poco "como la suequiagenda". Que te da unos datos que no sirven para nada, y que además tienes la sensación de que estás perdiendo el tiempo escuchando. 

Un invento sueco que luego han copiado el resto de radios debido a su éxito rotundo. 

Ah, que me chivan que no. 

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