Siempre se le ha achacado a la iglesia eso de que todo lo que hace es moralista. Como los cuentos para niños. Todo relato está encaminado a decir "esto está bien" o "esto está mal". Incluso muchas pelis americanas a mí me horrorizan porque son tan moralistas que de alguna manera te impiden disfrutar de la propia peli. ¿Te están intentando entretener o solo te están dando el coñazo con lo que hay que hacer y no hay que hacer? ¡Buf!
La moral (que viene de la palabra latina para designar "costumbre") son las reglas de comportamiento que establecen los seres humanos con la sociedad (y consigo mismos, y con todo). Las buenas costumbres. Eso que debe hacerse para que la sociedad no se altere. Para que haya paz, digamos. Y el moralismo es, según la RAE, la exaltación y defensa de los valores morales.
Ayer me tuve que escuchar entera la primera hora de "La Ventana". Y no la disfruté nada. ¿La SER a veces se convierte en la nueva iglesia? ¿Es la SER una nueva versión de la COPE pero en versión moralista plus?
Como sabréis, un niño en Master Chef Junior vino a decir que si las chicas limpiaban mejor por genética. Le reprobaron el comentario al toque, le quitaron un punto... Y se armó la gorda fuera del programa. Y días más tarde, a destiempo, es monotema en "La Ventana": el machismo. De verdad... Una hora casi entera dedicada a decir "qué machista es la gente, pero nosotros no, que somos guays". "Jo, cuánto machismo sigue habiendo". "Madre mía, es que somos machistas en los pequeños detalles". "Es que el machismo sigue siendo una lacra". "Es que el machismo..." ¡¡Soberano coñazo!!
Escuchar una hora entera sobre eso se me hizo estomagante. Muy estomagante. Un programa que podríamos resumir en "hay muchos machistas". Tres palabras. Tres. Ya. Una hora dándole vueltas a lo mismo. Raca, raca, raca, raca... Machacando. Y a "quedar guay" mientras me aburría a morir.
Vagancia. Escuchad el radiochip del "jo, tía, qué mala es la gente, pero qué buenos somos nosotros":
¿Cuánto cuesta preparar esta primera hora de programa? De tiempo, digo. Deben de gastar todas los esfuerzos en el "Todo por la Radio" -que es lo que vale la pena-, y esta primera hora la orquestan en el tiempo que les queda. Porque posturear toda una hora para estar todo el rato con el tema... Me da la sensación de que pillan el primer tema que haya por ahí al vuelo y dicen "vale, rellenamos fácilmente con una hora de esto, que cuesta poco, se opina fácil, parece que hablan de eso por la red -trilladísimo- y quedamos genial, porque qué buenos valores trasladamos". Una peli americana. Un cuento de navidad. Una historia de catequesis, pero en la SER. Una hora, por cierto, en la que no se profundizó en nada. En el radiochip, Montserrat Domínguez se mete con Facebook por ser algo así como una abuela puritana. Y a mí su intervención me pareció exactamente lo mismo, pero en versión radio. De esto que lo mismo uno se imagina que te denuncian que en Facebook no se puede mostrar una teta, como 5 minutos después te podrían defender que basta ya de mostrar tetas en la red y que si la mujer es más que dos tetas. A la vez.
¿Sabéis qué?
Que yo de lo que soy fan es de cuando la radio entretiene. No de la radio que posturea... sino de la que caza postureos. De la que te pone la trampa. De la que te hace pensar. De la que no te dice lo que tienes que pensar. De la que no es tan moralista. De la que incluso te sorprende. De esa radio que te da momentos. De la que incluso uno piensa que hay curro detrás (como en el "todo por la radio" mismamente). En esa hora de programa... me aburrí mucho. ¡Es más! Os cambio toda esa hora de radio posturista por este minuto del gabinete del día de Reyes en JELO. Escuchad este radiochip antiposturista:
Un minuto. Y ya. En un minuto y poco se resume una hora entera de "La Ventana". La gente hablando tranquilamente, y en unos 78 segundos se habla de machismo, de si las mujeres lo siguen siendo, de si nos sale en los pequeños detalles, de si en el momento menos esperado, de anécdotas de niños y machismo... Suponiendo que el oyente es inteligente y capta al vuelo las cosas.
El primer ejemplo es radio encorsetada. Y además me suena a radio de relleno. Y a radio de iglesia. De lo "guaymente" correcto -no digo políticamente, digo guaymente-, de personas que están ahí obligadas a hablar en un determinado sentido y a trasladar un mensaje beatífico a la audiencia. Uno. Solo uno. Y que se repite una hora entera.
El segundo ejemplo, de solo un minuto, es de radio que se agolpa por decir historias e ideas. De radio de "yo digo lo que quiero y pienso", sin estar pendiente todo el rato de lo que piense "dios guay", de rapidez, ritmo, y de hablar de muchas cosas aunque sea tocando de fondo un tema. Que siempre se queda uno con ganas de que sigan. Y ahí estaba Delgado (¡grande Delgado!), rápido como él solo, a la caza del "renuncio", y ahí estaba Lucía (¡grandes sus historias!) aceptando el renuncio y siguiendo rápidamente con el razonamiento...
Radio moralista (de iglesia, digamos) y radio que no está pendiente todo el rato de enseñar buenos modales. Y eso que Julia a veces cansa al personal con el feminismo. (Bueno, aquel día estaba Mari Carmen Juan). Radio lenta vs radio con ritmo.
No me gusta sentir como que me están adoctrinando durante toda una hora. Aunque sea en los buenos modales, buenos sentimientos y buenas enseñanzas. Y aunque esté de acuerdo. ¡Ag! Y no me gusta sentir que se hacen una hora de radio con dos llamadas y un solo lugar común. Y los oyentes en plan "ay, chica, fíjate cómo de machista es el mundo".
Os juro que eso me reventaba de cuando yo iba a catequesis. Mis catequesis de confirmación consistieron en eso de "qué malos son los demás y qué buenos somos nosotros". Y no, no me confirmé. Qué sensación eso de escuchar la SER y sentir que estoy en aquellas catequesis. No sé si soy lo suficientemente santo para escuchar a Francino. Mola más escuchar a los oyentes del Ciudadano con solo 29 segundos y medio. Y también es más divertido escuchar a Monegal hablando de los frontis, por mucho que Julia le eche la bronca.