No tenía pensado volver a hablar de los 25 años de Onda Cero... y no lo haré. Pero viene a cuento. Resulta que durante esta semana, distintos programas de la cadena han tenido como tema el 25º aniversario de la cadena... Y la verdad es que se lo podían haber currado, en general, un poquito más.
Me da cierta sensación de que en Onda Cero no han sabido aprovechar muy bien la efemérides. Como si se les hubiera echado encima... Y esto no es solo una crítica en plan "Onda Cero no ha sabido venderse como deberían" -que también, y sobre todo-, sino una llamada de atención para decir que las radios deberían venderse más, porque el hecho de que cada una de las radios se vendan lo mejor posible no es solo una cuestión de promoción de esa radio... sino que es una promoción de la radio en general. El interés por la radio, de cualquiera, es un "beneficio colateral" de estas "acciones publicitarias".
Vamos... que tan malo es darse tanto bombo hasta morir como el que un aniversario pase desapercibido.
Y un pasito más habría que dar: Ya que venden su radio... hay que venderla bien. Si se hace algo en antena, tiene que estar cuidado. El ejemplo es la SER. Cuando cumplen años, van emisora por emisora haciendo especiales "adecuados" a cada ciudad. Pero si queremos no tenemos por qué ser tan puntillosos... En la SER cuando hacen especiales o hablan de su propia historia, sacan la artillería pesada. Te sacan una cantidad de archivos sonoros del departamento de documentación que flipas, te hace un reportaje Severino, o se curran un espacio de radio en algún programa en donde intervienen las voces -actuales y pasadas- de la cadena de manera coordinada. Uno casi no puede poner un pero. Uno no sabe cómo se podría hacer mejor.
Ocurrió que el lunes pasado leí en Twitter que en "La Brújula" iban a hablar de los 25 años de Onda Cero. Y claro... me lo tenía que poner. ¿Qué ocurrió? Pues... a ver... Que aquello fue un poco chapucero. Se pusieron a hablar con Ángela Bodega -la que fue primera locutora de la cadena- y con los contertulios de turno. Así, sin más. Escuchad el radiochip vigésimo quinto (poniendo el cursor a partir del minuto 21):
Desde el inicio del tema... decepción.
Creo que de las peores cosas que se puede decir de un programa de radio, y sobre todo si es un programa de radio profesional y con vocación de combatir por la audiencia, es que se nota la desidia. Que se note que un programa esté poco trabajado. Que la producción sea pobre, que esté tratado un tema por encima...
Desidia. Lo que más de quicio me saca en la radio es que se note desidia. Y eso es lo que noté en este "especial". Que no fue un especial. Fue simplemente un rato de radio y charla en el que faltó trabajo real. Todo el trabajo de curro previo se tradujo en un boleto del 90, un indicativo que duró la nada, traer a gente "antigua" de la casa, y ya.
La sensación que iba teniendo yo de que estaban hablando "por encima" de todo. Un horror. [Bueno... tampoco. Pero es que estaba muy dececpcionado.] Decían que hablaban de los 25 años de Onda Cero, pero en realidad hablaron del 25 aniversario del comienzo de los informativos de Onda Cero. Y caían en una charla en la que todo era interno... Cosa que no hubiera importado si los oyentes hubiéramos percibido algo de emoción. Pero es que fue un rato de radio carente de emoción.
Hablaron de "la radio". Hablaron de que la radio informativa había ganado audiencia... Una cosa muy de "tertulia B" eso de decir cosas sin datos. Sobre todo si además los datos están en contra de lo que se dice. Hablaron de Onda Cero... de una Onda Cero que conocerán ellos...
Precisamente la programación del primer año de emisión fue algo bodrio. Hasta que Luis del Olmo no aterrizó, eso no empezó a subir. Eché de menos referencia a la gente que ha formado parte a esos 25 años de Onda Cero. El programa, el "especial", estuvo "tertulianizado" con los comentaristas de información general que tocaba ese día. ¡Por Dios! ¡Si los protagonistas los podían tener en casa!
Datos al aire... Poco trabajo de preparación... Ni se les había ocurrido llamar a Alsina. Tuvo que entrar después en plan "ah, pues estaría bien si...." Y fue precisamente Alsina quien les corrigió algunos datos. Unos datos que son propios. ¡Qué mala imagen se da cuando un programa de información tiene los datos en su propia casa y no son capaces de sacarlos! Y ni llamar a voces "de toda la vida" y que todos conocemos al oído como Julia, Taboada, Silvia Casasola...
Poco curro detrás, improvisación, caos... Una oportunidad desaprovechada y no solo eso... Un rato de radio claramente mejorable.
Si el objetivo de este rato de radio era evocar aquella Onda Cero de 1990... Si era así de improvisada, si era tan "a lo que surja", lo han conseguido un poco.