Pero es que resulta que me he encontrado con un boletín de 1995, de cuando las escuchas famosas del CESID... Aquello de lo que Felipe González dijo que se enteró por la prensa y tal... El Mundo lo destapó y fue un escándalo: que habían estado 10 años espiando gente, y Narcís Serra dejó la vicepresidencia con el tema este del escándalo. El boletín de días después de RNE lo podemos escuchar en este radiochip de las escuchas ilegales:
Según El País, Serra se iría de manera efectiva después de dar explicaciones. Aznar quería acelerar las elecciones como fuera, y pedía que se fuera... Pero parecía que ni Pujol ni Anguita querían quitar a Felipe del gobierno. Que habían espiado al Rey y todo. Seguro que los de CiU ahora pensarán que poco le habrían espiado.
Luego... las típicas cosas... Que si IU y el PSOE no se ponían de acuerdo para gobernar en muchos ayuntamientos, cosas de Chechenia y sus guerras del momento (tiempos de Chernomyrdin), cosas de Pinochet y la justicia de Chile, que si Emma Bonino estaba a vueltas con las cosas de pesca de Marruecos... Y qué tiempos en los que se daba la Primitiva y cuánto se habían llevado los ganadores.
El sindicato del crimen y la pinza del 96 y Pujol haciendo hablar catalán en la intimidad a Aznar. El boletin tuvo que oirse también en la carta de ajuste de TVE 1
ResponderEliminarO también podríamos hablar del affaire que tuvieron Iñaki Gabilondo y los de la SER con Txiki Benegas por los audios que emitieron… acabaron en los juzgados.
ResponderEliminarEsto me recuerda...los audios florentino? Toda la caverna mediàtica calladita.....
ResponderEliminarYo creo que esos audios los filtró el propio Florentino. Los madridistas le adoran aún más desde entonces.
EliminarYa te digo...capaz...
EliminarEl otro decía Pepa Bueno, directora de El País, que la gente no pinchaba en las noticias sobre Pegasus. Quién iba a decir que a la gente le traiga sin cuidado que los políticos se espíen unos a otros. Si al menos hubieran filtrado lo que se descubrían entre sí...
ResponderEliminarTras la pandemia y la guerra, a los medios les cuesta mantener el interés de la audiencia. El costumbrismo del Congreso sabe a poco. Lo de la crisis energética puede servir, aunque un apocalipsis zombi sería mejor.