las sustitutas de Gemma

LODVG con el sustituto de Iñaki.

Me veo en la obligación de volver a hablar de «La Oreja de Van Gogh». Es que con todo el tema de Leire Martínez, y siendo que hoy es el día del País Vasco, me vinieron a la cabeza todas esas veces en las que una persona sustituta, por bien lo que haga, siempre será la que sustituye a otra. Y por el título de la entrada, seguro que te has dado ya cuenta de que tengo la sensación de que todas las que estuvieron después en el «Hablar por Hablar» fueron sustitutas de Gemma. Que sí, que Mara Torres estuvo a nivel nacional más temporadas que la propia Gemma... y sí, lo hizo bien y tal, pero... en la cabeza es quien tomó el testigo al final de la cadena de testigos. 

¿Pasa esto en otros programas? Me vino también al pensar en Mayra y el «Un, Dos, Tres». Que sí, que Mayra fue la sustituta de Kiko Ledgard, pero todos los que vinieron después eran sustitutos de Mayra por mucho éxito que tuvieran. 

¿Pasa esto en la radio? Es que queda feísimo hablar de estos casos, lo sé. Pero seguro que en vuestras cabezas os pasa como a mí: que uno piensa que Íñigo Markínez es el sustituto de Javier Ares (por poner un ejemplo que me viene de injusticia total... pero que pasa un poco como con Leire Martínez y Amaia Montero, que parece que uno de los criterios es que tuvieran la voz parecida). Pasó con Esmeralda Marugán, que siempre fue la sustituta de Encarna y que siempre sufriría la sombra de la comparación... 

Recomendaría que para que no ocurriera esto, cuando algo lo pete fuerte, cambiaran el nombre del producto aunque solo fuera para que la gente insistiera en que lo nuevo era lo mismo que lo de antes, y no que lo de antes no es exactamente lo mismo que lo nuevo. Pero con el EGM hemos topado, y en la radio cambiar algo de nombre... eso es arriesgado. 

Por cierto, el radiochip de hoy es septiembre de 2008, cuando estuvo Leire y el resto de la banda en el programa de Toni Garrido, por las tardes en RNE. 

Si, los comentarios en la entrada de hoy pueden ser hirientes. Sustituir es muy difícil. Como decían por ahí, no recuerdo dónde, es fácil competir contra alguien pero difícil competir contra un recuerdo, y peor aún contra la sombra de un recuerdo.