El tema de hoy lo tenía en mente, pero no sabía qué radiochip pillar. Pero resulta que @johnnyhouse3 me pasó la despedida de Félix Castillo de Los 40 la semana pasada después de 14 años en la cadena... para irse a Los 40 Urban. Hasta donde sé, si no ha cambiado nada, el cambio es del estudio guapísimo de Los 40 a un cuartucho donde se hace la Urban (si es que siguen en el mismo sitio). La empresa y todo es la misma... pero irse de Los 40, aunque sea en el mismo edificio, es decir adiós a una audiencia y, creo yo, a una especie de prestigio, que es estar en la emisora musical más grande de España de toda la vida.
Lo podéis escuchar aquí:
Este verano una amiga me dijo que no había caído en eso de que los locutores ahora no pisan las canciones y todo eso. Tampoco había caído en que los presentadores de las musicales apenas aparecían y hablaban.
Le estuve contando que una de las consecuencias de internet y del acceso libre y casi total a la música es que una de las funciones que tenían los locutores (joder las canciones para que se no se grabara nadie las canciones) dejó de tener sentido. Además, aquello de que se pensaban que la radio tenía que competir con las listas de internet hacía que cada vez hablaran menos y menos... hasta ser unos completos desconocidos. Si ahora le dices a cualquier chaval (o no tan chaval, pongamos de 25 años) que Félix Castillo deja de estar en Los 40, seguramente te diga que «oc», y ya. Esto antes no era así.
Ahora los presentadores de las musicales son casi siempre los mismos. Hubo una época en que querer comunicar pasaba casi por querer estar en la radio.... y ahora si alguien siente el ansia loca de comunicar primero prueba con el Youtube. Antes mogollón de chavalada quería currar en una radio musical, pero ahora... ¿Cómo va a querer nadie ser un completo desconocido? Obviamente, ni Félix Castillo es un completo desconocido, que estaba en Los 40. Pero... comprenderéis que la fama que tiene cualquier locutor ahora es ínfima comparada con la de cualquiera de los de antes, de la época en la que los locutores, además de hablar, tenían en antena incluso estilos diferenciados.
Y ahora me diréis que si Karin Herrero... y sí, pero... ¿Es más conocido por estar en antena de Los 40 o por los vídeos que hace? Los locutores de ahora en antena no son nadie (entendedme) en el sentido en el que no cuentan nada. ¿Qué van a contar o qué estilo propio van a tener o qué chiste te van a contar o qué gracieta te van a hacer en 20 segundos cada cuarto de hora? [Exagero un poco, pero es para que se me entienda la cosa]. Ya no hablo de que su capacidad para poner ellos lo que quieran desapareció hace trillones de años y que eso de lo que se habló hace unos años y que se puso de moda (lo de la prescripción y tal, que repetían tanto) hace casi gracia recordarlo.
La cosa es que así está el panorama de los que hacen radio musical... Han terminado siendo personajes secundarios, casi como figurantes. O sea, mientras no haya ningún error a la hora de que entren las canciones, la publicidad, los indicativos o lo que toque... son piezas intercambiables. Nadie puede ser fan de alguien al que apenas escuchan ni saben quién es. Valga esto para casi toda la radio musical de hoy. Eso sí... Eso abarata el coste de los que hacen la radio para las empresas. Tú aquí y tú allá, porque total... ¿Quién eres tú? Han conseguido la anulación del locutor para el oyente. Las empresas han terminado convencidas de que la voz es casi una molestia.
La fórmula se hace en el Paul McCartney (o el ex Paul McCartney), el que mira a los cielos de Madrid. El estudio molón queda para las horas centrales del Anda ya, para Del 40 al 1 en temporada, y el resto para alquiler (rollo videopodcast Saldremos más fuertes, algún programa previo a Eurovisión en Playz -no la previa previa, sino uno de preparación las semanas previas, etc...).
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