Hoy es el día internacional de la mujer, y siempre se escucha eso de que queda mucho por avanzar y tal... Y es cierto. Pero a veces se exagera tanto diciendo que «seguimos anclados en la época de Franco», o que no ha cambiado nada en 40 años... Pues oye... Además de un insulto para todas esas mujeres que estuvieron luchando en un mundo muchísimo más adverso al actual, es simplemente falso.
Así que para hablar de esto, traigo a colación eso que decía Julia Otero, que suele repetir que tomó conciencia de ser feminista escuchando el consultorio de Elena Francis. No quiero llevarle la contraria a Julia ni poner su testimonio en duda... En la idea. Aunque sabiendo que vivía en Barcelona, no sé si sus recuerdos le llevaban al famoso consultorio (ya que no necesita ser explicado) o si en realidad lo decía refiriéndose al que también podría ser un programa que escuchara en aquellos años a través de Radio España de Barcelona: Radio Fémina. Un programa de radio hecho para la mujer.
Además, «Radio Fémina» contenía el consultorio que precedió al de Elena Francis, y que es realmente el original: el consultorio de Montserrat Fortuny. El programa se emitía a media mañana, que ¿era? el horario de las marujas de la época. Actualmente no se usa lo que se decía entonces para lo que ahora se llama maruja. Lo que se decía era «amas de casa». Ya nadie dice ser ama de casa. Antes era como algo que quedaba «de buena mujer de buena casa», y ahora de mujer ahogada y no realizada dentro de una casa-cárcel. Quizá pienses que exagero, pero a ver si alguna mujer dice de sí misma ser ama de casa. ¿Acaso alguien anuncia un producto para «amas de casa»? No.
Para que flipéis fuerte, aquí va, de la fonoteca impagable de Toni Mascaró, un ratito de esa «Radio Fémina» desde Radio España de Barcelona, de la Cadena Catalana. El programa no lo presentaba ninguna mujer, sino Gerardo Oliver, acompañado, eso sí, de Ernestina Guillén. Escuchad este radiochip fémino, y nos trasladamos a 1981, hace ya 40 años:
¿Os habéis dado cuenta? Se dirigían sólo a las mujeres. Únicamente a las mujeres. Aprenderéis a diferenciar lo de las guindas, lo de las cerezas, si son o no al marrasquino... Justo se había acabado una sección llamada «la cesta de la compra», así que querían que llamasen las señoras para ganarse algunas entradas para el cine... Genial, porque en la película salía Arévalo, Parchís, Mª Jesús y su Acordeón...
En el minuto 20 llamaba esa mujer feliz por hablar con ellos. Una alegría. ¿Y qué me decís de esos exitazos que sonaban? Siempre en español, que era lo que chanaba a las señoras por entonces... En el minuto 24, esa canción de Ángela Carrasco que dice eso de «te amaré como una hembra sabe amar». La canción se llamaba «Un Muchacho Más».
En el minuto 28... ¡Venga, entradas de cine! Pero lo que más me mola es la música de fondo, que ahora sólo sonaría en una porno de los 90 de muy bajo presupuesto. Festivo y atolondrado. Me imagino una ensalada de penes a su alrededor. Pero por entonces, ni de broma. Eso sí, llamaban hombres al programa por mucho que se dirigieran sólo a mujeres. Y la actualidad venía de la mano del flan Royal.
Vamos, que entre lo que se podía escuchar en la radio hace 40 años y ahora, no veo yo ningún cambio. ¿O sí? En algunas ocasiones, hacer cosas «para las mujeres» no es nuevo, moderno y avanzado, sino antiguo y pasado.