Esta entrada viene también por lo de Paco González... El culebrón de mayo y quizá el más importante de este año. La última noticia que he leído en el Confidencial Digital es que Paco González, acompañado de un notario y de un abogado se ha personado esta misma tarde en la SER. Su tarjeta, según cuentan, estaba desactivada y no le han dejado entrar en la radio. Ya habían pasado 72 horas (y mucho más) desde su "despido", con lo que se disponía a dirigir el Carrusel de esta noche... Y ahora, el análisis:
El otro día hubo un comentario que hizo que me picara la curiosidad. Venía a decir el comentario (bueno, alguno que otro), o a afirmar, que la SER es lo importante y que sus locutores son lo de menos, que pongas quien pongas, tendrás un líder. Y dije que eso era verdad... pero a medias.
La SER juega con bazas a su favor: su clara ideología (unos dirán de izquierdas, otros progresista, otros neutral, otros del PSOE, otros que sólo defiende a PRISA, etc., pero ya nos entendemos), la fuerza de la tradición, su número de postes (aunque un día habrá que hablar de que esto no influye tanto), la calidad de sus profesionales, y el buen rollo / retroalimentación entre sus programas y locutores. El resto de cadenas, es verdad, no tienen todo esto que tiene la SER: tienen una ideología o no tan clara, o clara hacia el otro lado, con lo que se tienen "que repartir el pastel", en ocasiones no tanto su tradición, su menor número de postes, y su dependencia de sus locutores-estrella. Como van y vienen, y como en ocasiones no escuchan su propia emisora, no cuentan con esa retroalimentación entre programas. ¿Resultado? La SER siempre es el mejor escaparate, como dice De la Morena.
Dicho esto: entonces sí, parece que pongas al que pongas, el resultado va a ser siempre ser líder. Es cierto, cambiaron al buque insignia de la SER (Iñaki), pusieron a un cuasidesconocido fuera de Cataluña (Francino), y ha mantenido la audiencia. Cierto es que la comparsa, el equipo que acompañaba a Francino empezó siendo el mismo que con Iñaki, y la transición ha sido lenta. Y otros muchos casos, que no nos vamos a alargar...
No siempre ha sido así. No hace falta buscar demasiado para encontrar algún caso en el que si cambias al director de un programa de la SER puede hasta perder el liderazgo. El caso más claro e interesante es el de Gemma Nierga -de la que soy muy oyente, porque mola-, y de Julia Otero -de la que soy muy oyente, porque también mola-. Vamos a ver el siguiente gráfico:
Pues venga, analicemos lo que ocurrió desde 1996 hasta el 2001; he obviado los datos de la COPE y RNE por no hacer lío. He dejado a los programas que en ese tiempo fueron líderes: los de la SER y de Onda Cero. Al lío:
1. Todo comienza con la lucha Julia / Sardá a la muerte de Encarna Sánchez. Parto del 96 por no alargarlo. Como se ve, Sardá y Julia siempre van a la par. Juntitos todo el rato. Esto me da para otro comentario del que otro día hablaré: ¿Le conviene a los locutores tener enfrente a un "killer" de audiencias? Sí. Siempre. Pero esto, para otro día... A lo que iba: Sardá destaca cuando ya estaba con su "Moros y Cristianos" en Telecinco, antes de irse a la tele. Esto hace que la gente se interese por el programa de Sardá y dejase a Julia.
2. Sardá se va a Telecinco. ¿Resultado? La SER pone a Gemma Nierga y la mitad de su audiencia... se va. Desaparece. Se esfuma. Qué curioso... la audiencia de la SER en buena parte no migró. Se quitó. Julia gana poquitos oyentes después del zarpazo de Sardá, pero le sirve para ser líder.
3. Julia empieza a campar a sus anchas como líder de las tardes. Toda ufana ella. Pero... hubo un EGM en que Gemma se puso por delante de Julia. Podríamos decir: ¿Ves? En año y medio la SER vuelve a ser líder y tan contentos. Pero cometemos un error: lo que ocurrió es que hubo una caída estrepitosa de Julia debida a... que la COPE había contratado a la Campos para reflotar sus tardes. ¡Qué curioso! Al fichar a la Campos, Gemma es líder sin ganar oyentes apenas: la "petarda" -Campos- le había quitado oyentes a "la pija" -Julia-. Los apelativos no se los doy yo, se los dieron la una a la otra en una entrevista en TV3.
4. Pero esto duró poco. La Campos se deshinchó rápidamente. Sería que estaba muy ocupada entre la tele y la radio o yo qué sé, pero la gente re-emigró con Julia. Mientras, Gemma seguía su progresivo aumento de audiencia, aunque siempre insuficiente.
5. Llegan los peperos a Onda Cero... quiero decir, los de Telefónica en aquellos tiempos de aznarismo. Y los más papistas que el Papa consideraron que Aznar vería de buen agrado cargarse a "la rojilla" de las tardes de Onda Cero. De esto hablaré un día, de la agostidad... Total, que ponen a Marta Robles.
6. Como se ve en el gráfico, la audiencia creciente de la SER, sumada a la migración masiva y constante de oyentes de Onda Cero a la SER hicieron que, desde entonces, Gemma haya sido la reina de las tardes ininterrumpidamente desde entonces y hasta ahora, que se las tiene que volver a ver con Julia.
En conclusión: cuando Sardá se fue a Telecinco, la SER no pudo ser líder por sí sola. Necesitó que los expertísimos nuevos jefes de Onda Cero de entonces se cargaran a Julia para que Gemma pudiera ser la más escuchada durante toda la década de los 2000. Luego, por tanto, eso de que "no pasa nada" por quitar a un locutor... pues bueno, ha habido alguna ocasión en que no ha sido cierto.
El radiochip, de Gemma Nierga entrevistando a Mª Carmen Juan (la sustituta de Julia de toda la vida), en la que Gemma hace un guiño a los exoyentes de Julia, y en el que Mª Carmen dice que los oyentes habían elegido bien... No es raro, porque Gemma, en cuanto pudo, fichó a algunos excolabroadores de Julia. Radiochip Gemma y Maricarmenísitico:
Entonces... ¿si Paco González no sigue en la SER, Carrusel seguiría siendo líder? Pues no lo tengo ni medio claro, yo diría que si no se va a otra cadena de radio, sí. Si se va a otra radio... veremos. De momento, hasta donde se sabe hoy, según las últimas informaciones, ya había conversaciones con la COPE. Pero el hecho de que no le hayan dejado entrar en la radio hace pensar que la cosa está muy chunga. Por cierto, que hoy, en la careta de Pepe Domingo Castaño, ya no se ha podido oír que es "el de siempre", ni "el único", ni "el veterano", ni si quiera "el del sonido inconfundible". Porque quizá ya no sea el de la Cadena SER.