miércoles, 3 de septiembre de 2025

nunca defrauda

Hace meses se venía rumoreando que la Gemio volvía a la radio en RNE... Y ha vuelto. El programa, como sabéis, se llama «El Último Tren». Bromeando con un amigo dije eso de que fijo que ya el primer programa daría para entrada en el blog... Y obviamente, tenía razón. No soy Rappel sino alguien con experiencia. 

La Gemio empezó su programa divagando sobre la nada más absoluta durante ratos y ratos. Así es ella... se hace la profunda. Habla como en plan melancólico, llena el espacio, le dice a compañeros que ya descubrirán que es una intensa... Lo típico. Le decía a la gente que podían llamar al programa para que dijeran qué tal lo han pasado en los 8 años últimos (porque son los que ella ha estado sin micrófono). Una señora llamó para hablar de la pandemia. Vale. Me dormí. 

Al día siguiente, un comentario de Miguel en el blog... ¡Me había dormido demasiado pronto! Es que eso de abrir teléfonos se hace muy poco y resulta que ahí estaba el famoso «oyente loco boicot», que viene siendo Antonio de Málaga, esta vez bajo el pseudónimo de Rogelio de León. Escuchad, por favor, el regreso de una leyenda:


Muchos dirán que si es producto de la crispación, que si Vox, que si los negacionistas, que si los bulos, que si no sé qué... ¡¡No!! ¡¡Simplemente es Antonio de Málaga y lleva así más de 25 años!! Lo que pasa es que no tendrían el típico cartel de «oyente loco boicot» en donde se pillan las llamadas y dieron rienda suelta a este gran clásico español. Parecía que el clásico que volvía a la radio era la Gemio... y no, el clásico que volvió a la radio fue Antonio de Málaga.

La Gemio iba del palo de que quería un programa pausado, meloso y de unión de almas... y le salió una llamada que, sinceramente, animó el cotarro tanto como para que el invitado estuviera hablando 6 minutos seguidos súper agitado y, claro, metiéndose en que si lo que decía era un bulo y demás. 

¡Bueno! Y algo que sí escuché, pero no me di cuenta... Pero ahí estaba David, de EstaciónRadio que sí se dio cuenta... Resulta que estaban en esos momentos de rellenar la nada, de si alguien fuera un instrumento de música, cuál sería... Y bueno, en un momento dado ponen el piano, y una del programa elige el piano, poniendo una pieza de «La La Land», la película. Y entonces...


Total, que la Gemio confundió lo de «La La Land» con el pianista Lang Lang. ¡¡Grandioso momento!! Es que escuchas un solo programa de la Gemio y no es que te salga un momento memorable... te salen al menos dos momentos para recordar. 

Qué decir de esta vuelta a la radio... Esperábamos algo que hemos obtenido. No ha decepcionado. Han pasado cosas. Pues mira... igual al final me la pongo de vez en cuando aunque sea sólo por los loles y porque siempre termina uno teniendo temas. 

5 comentarios:

  1. La Gemio ha vuelto para unir a los comentaristas de este blog. Aunque yo confío en que saque algún tema magufo.

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  2. Una prueba más que las llamadas y los oyentes son un potencial fabuloso de espectáculo, sorpresa y diversión. Y que lo importante en la radio es comunicar y generar sentimientos, aunque sea rabia o vergüenza ajena. Lo que hay que desterrar es el aburrimiento, lo políticamente correcto, la previsibilidad y la falta de talento.

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    Respuestas
    1. Eso iba a decir. Que se meterán con ella, pero la Gemio hace radio antigua, de la que les gusta a ustedes.

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    2. La radio antigua es la más moderna que hay por el mero hecho que casi no se hace. Pero, ojo! Nos gusta la radio de calidad, no los muermos. Y la Gemio está trasnochada e insufrible, pero a ratos lo está tanto que da la vuelta al marcador y produce ratos buenos e interesantes de radio.

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    3. Como un reloj parado, que da la hora bien dos veces al día.

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