domingo, 24 de abril de 2011

todos los ruidos de aquel día

Venga, otro poquito de historia de la radio del año catapún, pero reciente. Me explico: el radiochip de hoy se emitió hace dos años, pero recrea una obra que se emitió por Unión Radio (o sea, la SER) el 24 de abril de 1931... radio republicana, oiga. Ese día se emitió un radiodrama que se llamaba "Todos los Ruidos de Aquel Día", escrito por Tomás Borrás Bermejo. Trata sobre un payaso y un trapecista que están en un circo... bueno, y el resto lo puedes escuchar (lo debes escuchar, mejor dicho) en este histórico radiochip comediodramático:


¿La gracia de este radiochip? El uso en la radio de los efectos sonoros. Creo (no estoy seguro, pero creo que sí) es la primera "gran producción radiofónica" que hubo en España, entendiendo que el despliegue de efectos y actores era grandísimo. Démonos cuenta de que la radio tenía sólo 7 añitos, y que no estaba difundida como ahora.

Bueno, y verás que lo que has escuchado no es la representación de 1931, sino una nueva emisión de marzo de 2009. ¿Por qué no poner lo original? Fácil: no existe grabación. Sólo el libreto. Lo de grabar los programas se empezó a hacer muchos años después, así que no esperéis que esté grabado en ningún sitio. Por cierto, que está dividida la obra en seis partes o seis "discos". El "remake" (odio la palabra, pero mola puesta para hablar de algo de 1931 y rehecho en 2009) está hecho por gente de Radio Clásica, e incluso hay que decir, anecdóticamente, que la directora de Radio Clásica, Ana Vega Toscano, participa tanto en la locución de esta obra como en parte de lo "instrumental". Lo mejor es que escuches este "Avatar" del año 1931. Pero 80 años después.

1 comentario:

  1. Pues sí, es una lástima que no se conserven grabaciones de casi nada. Yo ahora estoy releyendo la magnífica biografía sobre Bobby Deglané que escribió en 2005 Miguel Ángel Nieto, con ocasión del centenario del nacimiento del maestro.

    "Bobby Deglané, el arquitecto de la radio española", es el título. Bobby, un adelantado a su tiempo, que supo popularizar el medio, reservado entonces sólo a las clases altas y medias-altas. Que llegó a congregar a quince millones de oyentes en su Cabalgata Fin de Semana, que fue el inventor de Carrusel Deportivo, que ideó el nombre de Marca para el periódico deportivo que nació en 1938, que enseñó a tantos y tantos locutores, como José Luis Pecker, que estuvo en todos los festivales benéficos que pudo, que ideó el festival de Benidorm, que lo dio todo por todos y acabó sus días olvidado y enfermo, sin pensión de la Seguridad Social porque sólo cotizó 300 días y porque nunca quiso aprovecharse de nada ni de nadie. Malviviendo de las 25.000 pesetas que cada mes le pasaba la SER, cadena que en los 50 él convirtió en una máquina de facturar publicidad, pues no en vano fue el inventor de la radio comercial. En el último tramo de su vida, ni siquiera mereció un puesto honorífico en la emisora que le asegurara un retiro digno.

    Así se definía:

    "Creo en Dios, adoro a mi familia, tengo salud para trabajar y sonrío siempre a la vida en cualquier forma que se presente".

    Y sobre su patrimonio:

    "Mis únicas posesiones son la casa en la que vivo, una parcelita en Arenas de San Pedro y otra parcelita más pequeña que ocuparé a tres metros de profundidad".

    Y peleando toda su vida contra la censura del régimen franquista y contra los envidiosos e ineptos que había, y que sólo pretendían acabar con él porque no podían competir con su talento.

    Anónimo en la Hora Cero.

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