jueves, 30 de junio de 2016

depender del oyente

Hoy es día de EGM. Pero como no toco suelo español hasta bien entrada la tarde, algo me tenía que sacar de la manga para hoy. [Hasta que llegue a casa, claro.]

Nos importa el EGM. ¿Por qué? Siempre dicen en la radio que hacen todo independientemente de cuánta gente les escuche, y los oyentes decimos que escuchamos tal o cual programa independientemente de cuántos sean los oyentes. 

Pero no nos da igual. A los de la radio desde luego que no, por mucho que digan. Son "sus notas" (y donde se juegan la pasta, claro). Y no sólo eso. Alimenta el ego, da pistas de lo que gusta o no, y sirve para moldear los contenidos. En plan "esto funciona", "esto que hacen allá tiene éxito, vamos a ver por qué", y cosas así. 

Y a los oyentes no nos da igual. La prueba es que cada vez que salen las audiencias de la radio la audiencia del blog hace "¡pam!" y sube. Nos gusta saber si nuestro programa favorito continuará. Y nos gusta saber que los programas que oímos tienen "legitimidad para continuar". Nos gusta saber que no somos los únicos que escuchamos tal o cual programa. Nos gusta saber que estamos "a la moda", y tener la convicción de que escuchamos la opción correcta —como si eso existiera—. Disfrutamos si le va mal a ese locutor al que no podemos soportar. ¿Cómo puede tener tanta audiencia ése, que es un gilipollas? ¿Y cómo puede no ser líder éste al que yo escucho, con lo buenísimo que es? 

Nos gusta comentar todo esto. Y nos gusta jugar a las predicciones. Nos gusta la anécdota, la sorpresa... Esto bien lo saben las páginas de internet que tratan sobre tele. Comentar las audiencias es una cosa diaria y principal. No entiendo por qué muchos de la radio no comprenden —o dicen no comprender— por qué la gente comenta las audiencias. Tendrán que entender que igual que se comentan los libros más vendidos, quién es el que más estrellas Michelin tiene, qué programas se han visto más en la tele o qué peli es la más taquillera... Nosotros podremos comentar qué tal ha ido el EGM. Porque muchos no entienden "por qué la gente se preocupa de esas cosas". 

Seguramente te enteres antes que yo de cuál es el último dato de audiencia que habrá hecho "El Larguero" con José Ramón de la Morena. Un éxito total de la SER durante todos estos años. En poco tiempo batieron al creador del invento, y llegaron a hacer de esta hora la más escuchada a la vez por más gente en toda la radio española. Más de millón y medio de personas llegaron a concentrarse cada noche para escuchar "El Larguero". 

Una noche de finales de los años 90, tras salir de EGM, De la Morena se quejaba del trato que le daba RTVE a eso de las audiencias —se metía un poco con Ferrari— y al final decía que si la gente dejara de escucharle, él entendería que el que sobraba sería él. Hablaba además de que le gustaba eso de "depender de la audiencia". Radiochip del sobrar, de 1999:


No hay que ser Rappel —aunque en "GH VIP" vimos que no daba una— para saber que hoy De la Morena habrá sido líder una vez más. La radio es así de previsible cuando la diferencia de audiencia es tan grande. Sin embargo, de pasar de más de millón y medio a rondar el millón por debajo de la línea, hay un trecho. La SER no le ha largado, sino que se va él. No es este EGM el importante. Es el de diciembre el que pondrá las cosas en su sitio. El que dirá quién es líder... Y el que hará que De la Morena se desmoralice o no. Porque él sabe que le pone y le quita el oyente. 

"Las reglas del juego están escritas así, así se aceptan, y así debe ser." 

Y tenía razón. Esto se puede extender a los restaurantes, a los escritores, a las teles... y a las radios. También a las radios. 

1 comentario:

  1. A ver si llevan de una vez Internet fuera de España. Tanta UE, tanta UE... ánimo!

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