Estaba ayer escuchando el "Hoy por Hoy" y... Ahora me apetece hacer una introducción antes de hablar del radiochip de hoy.
En muchas ocasiones he hablado en el blog de lo poco que me gusta que cuando sale un tema de manera natural, se cape "porque íbamos a hablar de tal". Supongo que os habrá pasado mil veces, pero cuando estás hablando con alguien a gusto, te salen mil cosas nuevas que contar cada 5 minutos, y te has pasado hablando toda la tarde pero no has acabado de contar ningún tema. Porque los discursos se enganchaban, de una cosa se iba a otra... aquello fluye.
En la radio ocurre lo mismo. Lo he comentado muchas veces sobre todo cuando hablo de "el gabinete" de Julia. Una de las gracias que siempre ha tenido ese espacio es que se empezaba hablando de un tema, pero si de repente salía otro tema más interesante y se enzarzaban, aquel gabinete terminaba siendo otra cosa. Critico precisamente que desde que volvieron a Onda Cero se hayan ceñido siempre al tema preestablecido. Sucede también en algunas tertulias nocturnas... Se empieza hablando del aborto y se termina hablando de si procede o no sancionar por votar en contra de un partido. ¡Pues si sale ese tema, claro que procede! Si en la radio se habla y se transmiten ideas, si en la radio surge una pepita de oro -algunos os acordaréis del símil que hago siempre- hay que pillarla y explotarla.
No pasa nada por decir que vas a hablar de literatura rusa y terminar hablando de por qué a las montañas rusas se les llama así, e incluso finalizar hablando de parques de atracciones. Si el discurso es atractivo, curioso o gracioso, si la cosa se hila, no pasa nada. Es más: es recomendable que eso ocurra. Y añado: un programa funciona cuando suceden este tipo de cosas.
No hay cosa que me saque más de quicio en la radio que cuando te tienen atrapado con un tema, te venga el director del espacio, vestido de Grinch y diga: "que no, que el tema era literatura rusa". ¡No! El tema es el tema que me está interesando escuchar.
El director de un espacio no debe ser un Grinch, no puede ser un tío con un guión cerrado. Eso es la antirradio. Un director de espacio tiene que saber captar cuándo la cosa se pone interesante como para mandar un guión a la mierda y dejarse llevar. Cuando esto ocurre es porque hay "algo". Se ha encontrado una pepita de oro.
Esto es lo que ocurrió ayer en el "Hoy por Hoy". Habían invitado a los de la peli de los 8 apellidos vascos, y tuvieron una charla sobre la peli y todo eso. Muy bien. ¿Qué tenían pensado para engarzar luego? Pues en la sección de cocina, hablar de cocina andaluza con David de Jorge y Mikel Iturriaga, que son vascos. Vale, correcto. Pues nada, a hablar de gazpacho.
Pero resulta que volviendo a introducir eso de la cocina y de los apellidos vascos, resulta que abren el tema de que si los vascos "no se caracterizan por su fervor sexual". Bueno, se abrió la espita. Y aquello se fue hinchando, el tema fue ganando puntos... ¡Y a la mierda el guión! ¡Pues claro! De repente apareció la Gemma de siempre, y su "se abren teléfonos". Como en los mejores tiempos ventaneros, a lo que surja. En el radiochip de hoy podréis escuchar los primeros 25 minutos de peli, y cómo, a partir de ahí todo va variando. Radiochip vascofrío:
Me hizo muchísima gracia pensar "como en los tiempos de aquellas entradas ventaneras" -qué tiempos-, sobre todo porque hizo referencia a esa frase que tenía con Boris de "perdona que interrumpa tu tren de pensamiento". Es que la radio guay es esto... Que cuando surja un tema, lo pilles al vuelo, y tener a la audiencia entretenida, que es de lo que se trata. De hecho, en Twitter hice referencia a esto de que habían cambiado de tema, y la gente tenía opinión unánime: que moló.
Señores directores de los espacios: cuando salga un tema mejor que el que habéis pensado, pues a la mierda todo. Los oyentes lo agradecemos. Nos da igual que vayan de un tema a otro. Lo que no nos gusta es que en mitad de un "tren de pensamiento", en medio del sueño, nos despierten. Lo mismo para los directores de las tertulias... Si van de un tema a otro que incita a la participación de los contertulios y si ves que no se pueden contener, igual es que el otro tema es el interesante.
Echaba de menos estos ratos de radio. Echaba de menos el no saber qué vas a terminar escuchando. Decía Gemma al final "perdón de si alguien se ha sentido ofendido por estos 10 minutos de sexo". Pues yo creo que la audiencia no solo perdona sino que agradece, ¿no? En el fondo creo que aquellas entradas antiguas de "La Ventana" me gustaban porque nunca sabía con qué terminarían saliendo.
Señores directores de los espacios: cuando salga un tema mejor que el que habéis pensado, pues a la mierda todo. Los oyentes lo agradecemos. Nos da igual que vayan de un tema a otro. Lo que no nos gusta es que en mitad de un "tren de pensamiento", en medio del sueño, nos despierten. Lo mismo para los directores de las tertulias... Si van de un tema a otro que incita a la participación de los contertulios y si ves que no se pueden contener, igual es que el otro tema es el interesante.
Echaba de menos estos ratos de radio. Echaba de menos el no saber qué vas a terminar escuchando. Decía Gemma al final "perdón de si alguien se ha sentido ofendido por estos 10 minutos de sexo". Pues yo creo que la audiencia no solo perdona sino que agradece, ¿no? En el fondo creo que aquellas entradas antiguas de "La Ventana" me gustaban porque nunca sabía con qué terminarían saliendo.
El tema sersuá lo introduce uno de los tertulianos.
ResponderEliminarPero quien decide que van a seguir hablando de ello es Gemma y lo hace 2 veces: la primera cortando a ese invitado (que ya estaba diciendo "pero volviendo al tema que nos ocupa...") y la segunda exclamando que no le da la gana hablar de cocina.
Así que tan espontánea no fue esa deriva.
Hombre, todo lleva su tiempo... hay que ver si eso tenía enjundia o no. Y la tenía :D
EliminarLos que desvían siempre son los que tienen en el programa. Uno por si solo no se sale del guión. Tiene que ser alguien el que te lleve... Las circunstancias, vaya.
Que Gemma, como todos, empieza a notar la primavera.
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