Como comenté, lo de la muerte del Papa me pilló fuera y no escuché la noticia de cuando se murió Juan Pablo II. Creo que me enteré de pasada, por una televisión que estaba puesta de fondo en un hotel. Y lo de hoy... pues tampoco. Es de unos cuantos días después, del 19 de abril de 2005.
No es que sea yo muy fan de estas cosas, pero siempre es algo histórico. De hecho, hasta la SER hizo un programa de «Hora 25» centrado en la elección de Ratzinger. Ahí estaba Carlos Llamas, Carmen Vela (que era la corresponsal desde Alemania), Eduardo Martín... Así que escuchad este rato de radio del canal de Álex Rozada:
No tengo tan claro que a día de hoy se hiciera algo parecido con la elección de un nuevo Papa (no sé qué haría Aimar en este caso), pero me atrevo a decir que no sería algo como tan centrado en esto, no fuera a parecer que es una autoridad o algo, y parte de la audiencia se quejase.
Hablaron de que habían fallado las apuestas. Porque sí, claro, siempre hay apuestas. Cuando hay cónclave hay mucha gente que pone ahí cuántos cardenales hay, la gente que sabe del tema dice cómo es cada uno, y la gente cree que va a salir uno u otro. ¿Y lo que pasa dentro? Sólo Dios lo sabe. Bueno, qué narices, lo saben los que están ahí.
Carlos Llamas entrevistaba a un brasileño que era de la Teología de la Liberación, que es como un ala progresista de la Iglesia. Y claro, decía que era una rama denostada y todo eso. Antes de empezar el papado, ya hablaban de que era casi, casi, un cura conservador y de derechas, para que nos entendamos. El señor de la Teología de la Liberación decía que bueno, que el Papa no era ni Dios ni la Iglesia en general. Que no era para tanto.
Después entrevistó Carlos Llamas a Lluís Martínez Sistach, que era arzobismo de Barcelona... y ojo, Gran prior de la Lugartenencia de España Oriental de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén. Ahí queda eso. Luego le sucedió Juan José Omella en 2015. Y luego... pues a la bolsa, con Javier Ruiz.
Hombre, supongo que (aunque la gente sea más atea y especialmente a la izquierda) no deja de ser una elección de jefe de estado (y referente moral para no una minoría precisamente) revestida de una liturgia bastante llamativa y a la vez con un absoluto halo de secretismo. Y lo secreto siempre vende.
ResponderEliminarGracias por citar. Aquella cobertura de la SER me pareció estupenda.
ResponderEliminarEs más, esa cobertura y ese despliegue de enviados especiales al Vaticano parecía propio de la COPE.
EliminarLa cope seguro haría un programa especial de un papa
ResponderEliminarDe un Papa y de un papafrita
EliminarSus comentarios nunca pasan desapercibidos.
EliminarVisionario
ResponderEliminarJP II murió una semana después de Semana Santa. F I ha muerto justo al terminar.
ResponderEliminarUno casi sin dejar a Sevilla sin feria y el otro ha dejado sin feriado a unos cuantos.
EliminarHola Pacman. Si antes escribes esta entrada,antes regresa el Papa Francisco, a la casa del padre. Para que luego digan que los Simpson adelantan el futuro. En esta ocasión, Radiochips lo contó antes. Bueno,para terminar, una otra cosa. Sin ser católico, se encantaría estar en la Plaza de San Pedro, y poder asistir a la fumata blanca.El poder vivir un suceso histórico como este, no tiene precio.
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