historias de una tertulia

Vamos a un tema de no hace más que unos cuantos días... Vamos a hablar de la intrahistoria de una tertulia que quería pasar por algo distinto a la típica tertulia polarizada. Ocurrió en el programa de la Molló, el «24 Horas» de RNE. 

Fidel Moreno, que es un periodista que estaba en esa tertulia de la Molló, firmó una especie de crónica de su despido de esa misma tertulia. Lo tituló «Discordia en las ondas. Historia de un linchamiento y un despido.» Fue publicado el 18 de diciembre y lo podéis leer aquí mismo. Explica en el artículo cómo no llegó a durar en esa tertulia ni mes y medio. 

Todo a raíz del tema este del libro de Juan Soto Ivars, el de las denuncias falsas. Es gracioso, porque con este tema se ha puesto el tema otra vez encima de la mesa en los medios, ya sea para hablar de sus argumentos, ya sea para hacerle un traje, pero no a medida (porque normalmente esos trajes llegan a admitir que ni se lo han leído). El año pasado hablé de alguna denuncia radiofónica que no llegó a nada, y hablé en enero del año pasado de cómo en el año 2010 era un tema que se podía tocar en RNE sin ningún problema. Sí, en la RNE también en época del PSOE. 

Total, que en la tertulia se propone una palabra y se habla del tema. La palabra que eligió fue «discordia» y habló del libro. Se le acusó, como era de esperar, de blanquear la violencia de género. En el texto hablaba de cómo volviendo del programa en el coche con la presentadora y la otra contertulia aquello llegó a ser muy incómodo. 

Para escuchar la cosa, tenéis que ir a partir del minuto 23 de este radiochip mollístico: 

Entonces... Cada uno sacará sus propias conclusiones. Él cuenta en su texto: «Fue en contestación a este mensaje que Rosa me llamó por teléfono y, después de casi una hora de conversación, me despidió. Me dijo que ella no le podía pedir a Noor que eliminara las dos publicaciones en las que me difamaba, y que, si se había sentido agredida por mí durante el programa, tenía derecho a contestarme en el “espacio privado de su Instagram”.» 

Y, aparte de esto, me parece interesante el reflexionar sobre si este tipo de decisiones se toman por miedo o por convicción. No sé si se toman por valentía o por justo lo contrario. En todo caso, sabemos que la RNE de hoy está en un sitio distinto que la RNE de 2010 siendo que gobierna el mismo partido. De todos modos, me da la sensación de que el periodista quería hablar del tema y dialogar... no enfadarse fuerte ni creo que tuviera ninguna intención perversa. Sin embargo, queriendo huir de la polarización (que paradójicamente esa era la intención del espacio), hay temas que no se deben tocar, o al menos muestran una reacción frontal. Mejor no hablar. Soy de los que prefieren escuchar conversaciones sobre temas y tal...