El día 20 de junio (o sea, este jueves pasado) Catalunya Ràdio cumplió 30 años. "La radio nacional de Cataluña" se hace llamar. Se abrió en 1983 para "promocionar y difundir la lengua y cultura catalanas".
En realidad es el 30 aniversario a medias. Las primeras palabras, como recordé en una entrada pasada, las dijo Miquel Calçada (Mikimoto) que venía siendo un chavalín. Lo que pasa es que todo tiene su explicación: en realidad, Catalunya Ràdio, por mucho que le den bombo estos días a su 30 aniversario, comenzó a emitir regularmente el 5 de septiembre de 1983. Así que bueno... digamos que es correcta la fecha, pero a medias. En realidad, también podían haber celebrado este aniversario el 5 de julio, que es cuando Jordi Pujol inauguró oficialmente la emisora, y que es cuando iba a publicar la entrada... pero estaremos todos "de EGM".
Durante esos meses de verano, Catalunya Ràdio emitía en pruebas poniendo sobre todo música, y la noche de San Juan de ese primer año se dedicaron e emitir únicamente música de baile. Y atención a Catalunya Ràdio, porque ya iban de postureo modernete: decían que alternarían la emisión de "discos tradicionales" con "compact discs", que explicaban en La Vanguardia (para aclarar, se ve) que eran minidiscos de 12 cm. de diámetro que permitía contener hasta una hora de música sin ruido de fondo. Y, comentaban, como curiosidad, que en vez de empezar esos discos de fuera hacia dentro, lo hacían de dentro hacia fuera.
Hasta 1989 (lo veremos en las entradas sobre el EGM por años) la primera radio en audiencia en Cataluña no fue Catalunya Ràdio. Desde 1989 hasta 1994 el liderazgo no era constante (se las veía con la SER y Antena 3) y finalmente, hasta 2009 que le empezó a ganar RAC1, la líder en Cataluña siempre fue la pública.
De hecho, esta pérdida del liderazgo de Catalunya Ràdio se debe en parte a... sí, politiqueos. Como radio pública que es Catalunya Ràdio, la situación política tan estable (Pujol, Pujol, Pujol y Pujol siempre) hizo que no hubiera habido grandes sobresaltos en la programación. Pero... en 2004, habiendo cambiado el gobierno, nombran jefaza a la Minobis (esa que tantas veces nombra Tomás Guasch en el programa de Clapés), y empieza el baile. Fijaos bien en este tema: la Minobis hace que dos de las estrellas de la cadena se vayan (Jordi Basté y Toni Clapés, ambos líderes de audiencia en RAC1), y al año siguiente, ante el revuelo, huelgas y bajada de audiencia, echan a la Minobis y nombran a otro director (en este caso, Oleguer Sarsanedas). ¿Os suena? Muy RNE de este año el tema.
Es más, a Catalunya Ràdio, cuando cambiaron su programación, le pasó lo mismo que a la RNE socialista... Cambios sin parar, buenas intenciones, pero poco atinar. Eso de año en año era un desbarajuste de caras, programas... Igual que tras mucha travesía por el desierto los de RNE versión socialista encontraron por fin un Lucas por las mañanas, los de Catalunya Ràdio versión socialista tripartita encoentraron por fin un Fuentes para sus mañanas y la cosa fue subiendo de audiencia.
Y a día de hoy, el cambio de gobierno tanto en Cataluña como en toda España (o las circunstancias que sean, que esto lo podremos decir tranquilamente dentro de unos años sin que nadie diga nada) hacen que se hayan cargado a Lucas este año, y que la temporada que viene no esté más Manel Fuentes. ¡Ay, qué importante es la estabilidad en la radio! ¡Y qué importante para una radio es la estabilidad política! Un cambio político es la gripe de todas las radios públicas.
Oye, que me iba del tema... El otro día, celebrando el 30 aniversario de Catalunya Ràdio (tomando como fecha el inicio de las emisiones en pruebas de la cadena) toda la cadena se puso a recordar la historia de la cadena. Como radiochip me he quedado con el programa de Catalunya Vespre especial, con Kilian Sebrià... Radiochip treinteno:
Se iban yendo no tan imaginariamente por la radio y recordando historias. Como me pareció muy ágil y original, pues es el que he cascado. Siempre me ha molado eso de que Catalunya Ràdio sea un poco como "El Informal"... Eso de que los estudios estén a pie de calle mola. Como la Máxima de Barcelona también, pero no es lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario