Lo del Federico contra Gallardón ya casi no es ni noticia. Es algo personal, fijación, obsesión, casi un "acoso y derribo". Puede parecer extraño que Fedrico esté metiéndose en cuanto puede con el alcalde de Madrid, porque es del PP, y parece como que es algo "anti-natura". Pero Federico en tiempos antiguos era más rojo que el punto de la cuatro, así que de cosas sorprendentes...
Pues el radiochip de hoy es un radiochip pseudocontranatura. El viernes, en esRadio, en el "editorial" de Federico a las 8 de la mañana, lo que llaman "Federico a las 8". Pongo entre comillas lo de editorial porque en realidad es el monólogo. En la rueda de prensa de Gallardón le pregunta Adriana Rey (periodista de esRadio) sobre una supuesta central términa en mitad de Vallecas (y demás tipos de obras). Gallardón, negándolo todo hace casi chiste, dejando claro que "ni de coña" se va a hacer ninguna obra de ningún tipo. Lo que pasa es que queda en tan mal lugar al preguntar una cosa "tan fuera de lugar" según la respuesta, que desata la ira de los de la empresa de la periodista.
Así que, como siempre que interacciona Gallardón y la "esfera Federico", saltan chispas y tenemos lengua bífida durante una hora mínimo, de 7 a 7:30 y de 8 a 8:30 de la mañana (más las pinceladas durante todo el programa). El estoque final de Federico en esta ocasión es cuando intenta poner en contra a la audiencia en plan "La Sexta, esos rojos, como Wyoming, pues esos son los que realmente le gustan a Gallardón, no nosotros". Y hace referencia a Herman Tertsch...
Igual estás alucinado por la foto que he puesto. Pues nada, todo tiene explicación: como Federico siempre le está llamando "Ambiciones" a Gallardón, pues en la foto he decidido corregirle y poner a Currupipi, el verdadero tigre de Ambiciones, el de Jesulín. De cachorro, para que quede más guay.
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