la auditoría

Hoy quería tocar un experimento que de siempre ha hecho Julia Otero en su programa... desde los primeros tiempos, no es que sea cosa de ahora. Más o menos antes de las vacaciones de navidades, Semana Santa y verano, y coincidiendo muchas veces con los días de post-EGM, Julia abre micros a los oyentes... para escuchar críticas.

Hace muchos tiempos, cuando lo escuché por primera vez, pensé: un poco fuerte que abran los micrófonos para que los oyentes digan claramente "este colaborador no lo soporto". La auditoría es una cosa que luego me produjo casi vergüenza ajena... me acuerdo de un EGM que salió todo muy bien y que además casi todos los que llamaban ponían genial al programa. Otras veces me ha parecido contraproducente: de repente, si hay un colaborador que nadie soporta, cargan todos las tintas a muerte, y, lo más fuerte: Julia hace caso. Existe una manera muy educada en la que el colaborador en cuestión desaparece del programa: al mes siguiente, sin explicación ni despedida, suele desaparecer. Bomba de humo.

Ahora, que soy más fan, ya no me fijo en lo que supone para el funcionamiento del programa, sino que me fijo más en si el resto de oyentes están o no de acuerdo conmigo. O sea, deseo que el que entre en antena diga que Adriansens, Elisa Beni y Julián Casanova sí, que por ejemplo el "territorio Gallego" sí, y que por ejemplo, tal sección con Arcadi Espada, que se lo carguen. Mido mis gustos con los del resto de oyentes... sin olvidarnos que antes la audiencia de la cadena era más bien tirando a rojera, y que ahora Onda Cero es un poquito más tirando a azul.

Para que os hagáis una idea de la auditoría... escuchad este radiochip auditorio:

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Lo inquietante es cuando ningún oyente nombra a un determinado gabinetero. ¿Es cierto eso de que es bueno que "hablen de uno aunque sea bien"? Una vez me decidí a escribir un correo con mi propia "auditoría", porque justo las incorporaciones de esa temporada para el gabinete me parecieron nefastas. Una de ellas, Najat El Hachmi, por ejemplo, duró poco poco, y menos mal. Cada vez que salía en el gabinete pensaba "no tiene el nivel, no tiene el nivel..." y sabiamente, no sé si la audiencia, Julia, o quién, se la cargó. Esto es como GH, pero versión gabinetera. Por si no escucháis el programa, los que oímos el gabinete pedimos "elitismo y alto nivel intelectual", que es precisamente por lo que teóricamente se cargaron a Julia tiempo ha. Queda como mal decirlo, pero es que hay gabinetes buenísimos... aunque siempre pienso que antiguamente la cosa estaba más interesante.

Y una cosa que antes no me gustaba demasiado y que ahora sí... "la rabiosa actualidad". En la próxima auditoría, que nadie se entretenga en criticar o alabar mucho a Oriol Parreño o a David Cervelló... porque la temporada que viene dejan el programa de Julia. Si no los escucháis a la vuelta de vacaciones... no es porque no hayan gustado. Es que se van y no sé adónde. A ver si ellos dicen algo...

Para los que nos gusta la radio, poder elegir en las tardes entre Julia, Gemma, Toni... ¡es lujazo!, porque hubo unos años que oía Gemma porque me gustaba... y porque además no tenía casi competencia en mi dial. Y si además tomaran todos en cuenta lo que nos gusta y lo que no ahora, genial.