no lo entiendo

Un paréntesis en el análisis del EGM... Aunque tampoco me voy a ir tanto. La Gemio ha hecho unos datos muy buenos en el fin de semana. Y yo sigo boquiabierto. Ahora es el 12º programa más escuchado de España. Mátame camión. Y yo no lo entiendo. 

Es que otro día un amigo del blog, Àlex, me dijo que por favor de la vida escuchara el rato de la Gemio de la semana pasada en que hablaron de videntes, que era uno de esos ratos que me iban a dejar tiritando y no precisamente del frío. No me dejó tiritando... me dejó quieto y petrificado. 

El tema (de gran calado y rabiosa actualidad) era el de los supuestos videntes que timan al personal. Todos sabemos que es un tema que nos inquieta y nos tiene en vilo... ¡¿Quién no se ha dejado la pasta en videntes alguna vez?! ¿Verdad? Porque los videntes, sirven... Mirad Sandro Rey, ¿sí? Sirven, ¿sí? Son geniales, porque nos dan bendiciones y nos desean buena suerte. 

Lo que pasa es que Gemio nos regaló un rato de radio que fue genial hablando de este tema. Pero genial, genial. Cuando te lo escuchas dos veces mueres de lo interesante que es... Porque comenzó leyendo (que se nota mil que estaba leyendo) en la introducción del tema. Se nota porque se traba mucho. El siguiente punto (buenísimo) es cuando saluda al invitado que estaba en Santa Cruz de Tenerife, que tenía un nombre griego raro, y la Gemio se confunde de nuevo... y luego le pregunta que de dónde sale ese nombre. Y que era muy bonito, dice la tía. ¿No es maja?

Bueno, antes de meternos en lo más interesante, podéis ir dándole al radiochip silviorraposo:

Tras la confusión con el nombre, la lista de momentos guays continúa con la presentación de la llamada de la invitada... que no entra. No entra, no entra, no entra... La Gemio aclara en antena que tienen que llamar a "la denunciante"... Pasa el tiempo... ¡Y por fin! ¡Entra! ¡Por fin podemos escuchar a una señora latioamericana que habla desde dentro de una nave espacial rota!

No, la nave no se arregla. La señora se enrolla que no veas. Se escucha fatal... Bueno, lo mejor que se escucha es a la presentadora del programa diciendo "ays.... ya... oh.... uf.... sí.... bueno... ya..." No, no es una porno, es la función fática de la lengua aplicada a las interacciones entre locutora de éxito y señora sudamericana estafada por llamar a videntes y que luego la encierran en naves rotas. Muy radiofónico.

Gemio se pregunta que si eso que le querían hacer a la mujer era vudú o qué era eso. Tras 10 minutos de escuchar a la nave espacial, llegamos a la conclusión de la Gemio que se puede inferir de su discurso: "hay videntes que sirven, pero los que sirven no te cobran, al menos no esas cantidades de dinero".

El señor de nombre griego le dice a la Gemio que los videntes no existen. ¡¡Y la Gemio dice estar de acuerdo pero dice que hay "gente que tiene ciertas facultades"!! ¡Genial manera de denunciar la videncia! ¡Diciendo que "algo hay"!

Conclusión: si te vas de videntes, vete  a uno bueno, que además son los más baratos.

"Pues a mí una meiga galega me dijo [...] que estaba embarazada." ¡Gemio, te quiero! ¡Pero cómo se puede ser tan pava!

Gemio sentencia: "Que yo creo en la ciencia". ¡¡Me mata todo!! A ver, Gemio, rica... en la ciencia no se cree o se deja de creer. La ciencia es. Esto no es "ah, yo es que creo mucho en la ley de la gravitación universal". "En mi casa no somos partidarios de la gravitación y vamos a la cocina levitando". "Ah, pues yo soy muy de las leyes del electromagnetismo, pero en mi casa no somos nada, nada, del principio de Arquímedes". ¿Perdón? Gemio, querida, respetas las leyes científicas creas o no en ellas, quieras o no quieras. Te lo digo desde aquí, por si no te lo habían dicho nunca.

Otra señora llama por teléfono. Nos cuenta una historia raruna que nada parecía tener que ver con el tema, y la Gemio dice que denuncie a la policía. La señora da cuenta del nivelazo que hay entre las oyentes de la Gemio. La señora bordeaba el lloro... que estaba ahí casi, casi... Pero no pudo ser. ¡Vaya! ¡Otra vez será!

Entró una segunda señora que llamaba a videntes... Ojo, con la de gente que llama a videntes y luego escuchan a la Gemio. Y se lleva el mismo consejo de la presentadora: "denuncie, denuncie". Grandes consejos. Como dice Eparquio (el invitado tinerfeño) al final... no todos los crédulos son humildes. Mira la propia presentadora. Y ojo... al final del radiochip dice que volverán con este tema porque había muchas llamadas...  Refugiaos.

Como estoy poético he elegido una imagen de la Gemio al lado del MAR. Quizá porque simbolizan lo más granado que tiene Onda Cero. A la misma hora existen programas muchísimo mejores como el de Pepa Fernández y el de Javier del Pino. De nada.