¡sin faltar!

Lo sé, mucho Radio Marca últimamente... Pero es que esto no es tanto hablar de esta radio, de los miles de "marcadores" de esta radio, de radio deportiva... Lo de hoy va de "Directo Marca", pero sobre todo va de cuando los oyentes increpan... y se van escocidos. 

En la radio deportiva a veces se tiene mucha manga ancha con las formas. Normal. Es terreno abonado al exceso, a la pasión, al transformar la mesa de la cocina en la barra del bar, o convertir la habitación en una grada. Pero... Quizá haya un límite. El límite es el respeto que le debe tener el de la radio al oyente. Nos parece genial, nos hace gracia e incluso comentamos cuando unos contertulios le dicen de todo a los otros. Que si uno le dice a tal que es un cual, que si uno le acusa a otro de ser demasiado forofo, de no tener ni puta idea de fútbol... Lo de siempre. Pero a los oyentes... Respeto. 

Hace falta "educar" mucho al oyente para que llegue a tolerar que se le trate a lo Pumares. Los oyentes, excepto en el caso de que sepan que se enfrentan a un personaje de la radio, no creo que seamos muy de tolerar que se nos diga nada... 

El radiochip de hoy lo pongo editadico y limpio, tal y como lo subieron a ivoox los del programa "El Momento Inútil" de Montcada Ràdio. Escuchad al oyente que entra todo tranquilo, que se va echando al monte y luego a David Sánchez que se pasa cuatro pueblos con el oyente... Radiochip cuatropueblos:

Claro, si el que está en la radio -David Sánchez en este caso- termina llamando "payasete" al oyente... Se puede jugar a eso del choteo e insulto gratuito entre la cuadrilla de la radio, si quieren. Pero queda fatal meterse con el oyente de esas maneras. Pero eso no es lo malo.

Más que nada, porque da la sensación de que trata el oyente por encima del hombro... "A mí me pagan por..." y que si el otro hace espectáculo gratuitamente. Desde el punto de vista del oyente queda de sobrado innecesario.

No es tanto que quede mal con ese oyente. Lo verdaderamente importante de lo ocurrido es que se queda mal con todos los oyentes. Porque dan a entender que ellos están muy por encima del oyente.

Que sus opiniones valen más que la del oyente por sus cojones, y por cobrar. Y no... Eso de que "la opinión de los de la radio vale más" es una especie de concesión que les hacemos a los que nos hablan; ya sea por su buen hacer, por su trabajo, por sus informaciones, por el criterio que nos demuestran o que les atribuimos por cualquier otra razón... Pero a la audiencia no nos sale de las narices aceptar que eso es así "por cojones" y porque lo impone el propio locutor o contertulio de la radio. No es el hecho de la falta de respeto... Es el desprecio hacia el criterio del oyente lo verdaderamente grave.