Federico en llamas

Los oyentes habituales del rey de Frederyk supongo que llevan unos días sin entender nada. Porque resulta que de repente Albert Rivera -y C's- ha pasado de héroe a villano en cuestión de días. Para un oyente de Federico que el día 22 de mayo se hubiera ido de vacaciones, volver por ejemplo hace 4 días a trabajar y sintonizar con el turolense... Habrá sido todo un choque a sus neuronas. ¡Pero si Rivera era guay! Pues ya no. 

De siempre Federico había sido más rojo que nadie. Luego, como todos sabemos, cambió de concepción de la vida, y desde hace años se considera "libegal". Pero... como me dijo un amigo en su día... Federico sobre todo es punky. Y le da al Rey, al Papa, a los socialistas, a los populares... Él es de él. Y luego te dice que ha votado al PP, UPyD o C's. Pero Federico no es de ningún partido. Federico tiene su ideología. Pero, sobre todo, Federico es de Federico. 

Y esto es lo chungo. Que la gente que le escucha... Bueno, hay de dos tipos. Los que le oyen y dicen que le oyen (los que salen en el EGM), y unos cuantos, quizá más ocasionales, que no salen en el EGM y que no dicen que le oyen, pero que le ponen un ratito por la mañana "a ver qué dice". Y esos no cuentan. Y más o menos es fácil explicar por qué se es simpatizante de unos partidos u otros. Si alguien te dice "yo es que soy muy de izquierdas", sabes que simpatiza con IU o Podemos. Si es de derechas, con el PP. Si es indepe catalán, con ERC. Pero Federico... va cambiando. ¿Y por qué?

1. Cuando la línea política la dicta un negocio. 

La licencia madrileña -la fetén- de esRadio se concedió en tiempos esperancísticos. Espe y Fede siempre se han mostrado como uña y carne. Que de repente Albert Rivera esté tranquilo en su casa viendo cómo pasan por delante de él cadáveres políticos peperos madrileños sin mover un solo dedo... Pase. Pero que con la coña terminen casi queriendo entre unos cuantos peperos y unos cuantos "rivereños" cargarse la red de Esperanza... Eso no. ¡Eso no! Al final, esRadio rezuma esperancismo. Y todo lo que vaya en contra de Espe... Mal. Tú puedes tener estas ideas, las otras... Pero no son las ideas... Es el esperancismo. Lo que diga la rubia. Dan igual las ideas. 

2. Cuando una radio es ¿presa? de un favor. 

Que Federico y compañía tuvieran una salida digna de la COPE y una oportunidad de seguir con voz es producto de una licencia que fue concedida en tiempos de Espe. Esta concesión le fue otorgada a esRadio (bueno, a la empresa que luego desarrolló esRadio) en vez de ser entregada a la COPE. Se habían hecho la competencia. Desde luego, no se le puede echar en cara a Federico que no siga siendo fiel al esperancismo. No se puede decir que "una vez concedida la licencia, ahí te quedas" sea la máxima de Jiménez Losantos. Pero a veces hasta me quedo pensando si no le debe alguna cosa más... Porque es capaz de volver locos a los oyentes apoyando y dejando de apoyar a gente en función de los intereses... o de simple lealtad. Una lealtad que es muy elogiosa si hablamos de un terreno personal. Pero estamos hablando de un criterio que debería ser... imparcial, o al menos no tan descaradamente parcial. Demasiada lealtad para cuidar la calidad periodística que merece un oyente...

Cuando la lealtad a los que han dado las licencias supera a la lealtad que se tiene a los que oyen, tenemos un problema muy grave. 

3. Cuando el empresario es el que habla. 

La radio de Federico es... la radio de Federico. Que sí, que la empresa tendrá sus socios, su administración, la gente que ponga pasta ahí... Pero se da la extraña circunstancia de que la estrella de la cadena es a la vez propietaria de parte de ese mismo negocio. Ni la SER era de Iñaki, ni Pepa Bueno es fundadora de PRISA, ni Alsina es propietario de Onda Cero, ni Expósito puso pasta para poner en marcha la COPE, ni Jordi Basté se puso una radio a sí mismo para hacer radio. Sin embargo, se da la circunstancia de que la persona que transmite los mensajes por las mañanas es parte propietaria y fundador de esa misma radio por la que habla. Todo ataque a la empresa es un ataque a su propia persona. 

Escuchad el radiochip de la pérdida de oremus del viernes pasado... Sobre todo a partir del minuto 10 del segundo, y desde el inicio del primero. Que si Rivera esto... Que si Rivera lo otro... Que si en las europeas antepasadas iban con Libertas y que si la cara era Miguel Durán, que si vaya personaje... Todo cosas que dices: "¿Y todo esto no era exactamente igual hasta hace una semana?"

O sea... que todo perfecto, pero no me toques a Espe. A partir de ahí... Te saco hasta lo último de tu pasado, aunque no venga a cuento. Lo que viene siendo eso de "ahora, a meter mierda". 

Lo que no sé es si los oyentes, una vez convencidos de que tal político es bueno, son tan volubles para cambiar de opinión solo porque se lo diga Federico. Vale que hacen caso a Federico... Pero... ¿Se darán cuenta de que un cambio de opinión sin venir a cuento tan claro es un cachondeo? 

No sé yo si igual que Espe ha perdido un poco el oremus, Federico está perdiendo también la percepción de que el oyente, por muy fan suyo que sea, a lo mejor hay un momento en que su cabeza hace "clic" y... como en la rueda de prensa famosa de Espe. Igual. Que hasta el más fan dice: "Bueno, ya la hemos perdido del todo". Pues Federico... un poco así. Va por ese camino.

El oyente fan necesita por lo menos explicarle a su compañero de barra de bar, o a su amigo, o al vecino que se encuentra por la calle las razones de su pensamiento. Y estos cambios de rumbo... No se pueden explicar más allá de "es que ahora le cae mal a Federico". Al menos, el oyente necesita saber que los cambios de opinión pueden sostenerlos ellos mismos ante los demás en una discusión. Esto funciona así.