línea editorial

Cuando abren los programas de la mañana o de la noche, los que están al frente de los programas informativos (aunque ahora también los de entretenimiento) abren con lo que todos llamamos «editorial». En nuestras cabezas asociamos un programa de radio a un periódico.

Cuando Alsina hacía «La Brújula» todos nos referíamos a su parte inicial como «el editorial» cuando él mismo llamaba a su entrada «monólogo». Y aunque informalmente seguíamos diciendo todos lo de «el editorial» (sirve para todos los programas) en realidad es más correcto llamarlo opinión, entradilla, comienzo, bienvenida, columna inicial... Porque lo que expresa el locutor —conductor del programa en rigor, pero permitidme usar locutor, que me gusta aunque sea incorrecto en este caso—  es su opinión. No tiene por qué ser la opinión de toda la cadena. 

En un periódico hay columnas de opinión. Todas las que queramos. Pero editorial hay una al principio del periódico, que marca su línea ideológica y que trata normalmente o argumenta temas relevantes. Las opiniones (la de Pepa, la de Herrera, la de Alsina, la de Federico, la de Basté, la Terribas o quien sea) son las de sus conductores. Pero los editoriales, aunque haya un encargado de redactarlos, en teoría se tratan de opiniones de todo el medio y son (en teoría) colectivas, de manera que no vienen firmadas. 

Así que en las radios no hay editoriales. Ni en la SER, ni en Onda Cero, ni en ninguna otra hay una opinión locutada sin firmar en la que se diga que la línea editorial de la cadena es ésta o la otra. Bueno... en realidad hay una cadena que sí. De toda la vida. Se trata de la COPE. 

En la COPE sí hay un comentario editorial. De toda la vida suena lo de «línea COPE» y durante un minuto y pico suena una opinión misteriosa que es la de la cadena. Su contenido puede ser religioso, político... Y responde siempre a la línea editorial inequívoca de la cadena, y que no tiene por qué coincidir con la de sus programas. Quizá en teoría, porque al formar parte de la COPE deberían ajustarse a su línea editorial, pero en época de Federico, por ejemplo, pues la teoría iba por un lado y la práctica por otro. 

El radiochip líneo de hoy, por ejemplo, es un editorial de final de febrero en los que hablaban de lo que creen que son los pilares de Sánchez para su estrategia electoral. Y claro, es la opinión editorial de la cadena, la de la COPE. La cadena que, de manera clara, nos explica cuál es la posición que tiene. [En este caso... Contra Sánchez, claro, que para eso es la COPE.]

Es otra curiosidad de la COPE. Esa radio que sí, nos dice de manera clara cómo se posiciona en los temas de actualidad cada día. Como si fuera un periódico. Y sí, efectivamente, todos podemos pensar que en la mayoría de las radios no es necesario este editorial, porque aunque no lo expliciten, sabemos qué opina la cadena. Pero mira... esto sí que es claro.