No, Pitita no es importante para nuestra vida... Pero era un personaje que siempre salía en la tele en plan «socialité». Pitita en realidad se llamaba Esperanza y era hija del poeta Dionisio Ridruejo.
Se casó con un señor filipino que no sabemos si tenía agujero en medio, pero lo que sí tenía era muchas perricas: Mike Stilianopoulos. Vivieron un tiempo en Manila (su marido estaba de embajador británico junto con ella en las Filipinas) pero al poco se vinieron a España. Se instalaron en Madrid. Pero de Madrid a Marbella y de Marbella a Madrid. Tuvo hijos y nietos. Y mucha vida social, como Alaska, pero en la cremita. Pintora y actriz.
¿Qué ocurrió? Pues en 1987 dijo que tenía apariciones marianas. Desde entonces, en todas las entrevistas que le han hecho siempre sale por algún lado el tema de las apariciones. Podría elegir alguna entrevista que le han hecho recientemente, o podría elegir alguna entrevista que le han hecho no tan recientemente... pero no he podido encontrar la que quería. Sería guay que la COPE pudiera habilitar sus archivos antiguos...
Así que voy a tirar del clásico: Año 1989, cuando Pitita era fija en las páginas que hablaban de jet-set y temas marianos. En RNE, en «La Bisagra» de Javier Sardá, estuvieron —entended el plural— hablando con ella y jugando con el marianismo... y el barcelonismo. Radiochip de Cruyff:
Hay que darle aquí.
Hay que darle aquí.
Apuesto a que ahora el que tiene apariciones marianas nocturnas es Pablo Casado.
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