mentira épica

La historia radiofónica escrita dice, si atendemos a cómo lo cuenta el propio protagonista, que fue la insistencia en las críticas y alusiones en antena la que forzó a Iñaki Gabilondo a interpelar a Federico Jiménez Losantos en antena. La épica radiofónica explicada por el propio protagonista dice que fue una estrategia pensada y pergeñada por el propio locutor turolense la que hizo que los oyentes de la SER -y de muchas otras cadenas, por su repercusión- pusieran a Jiménez Losantos en el mapa. 

La historia, contada por el propio protagonista, es narrada como una especie de batallita, o quizá guerra novelada, en la que David hiere a Goliat. Una suerte de cuento de hadas hecho realidad en la que el propio objetivo de sus críticas en antena -que Iñaki Gabilondo le diera publicidad-, de alguna manera expiara sus constantes comentarios negativos que soltaba en antena. "Me metía con Iñaki, pero reconozco que en el fondo era por razones que no tienen que ver con él personalmente". De alguna manera, se exculpaba a sí mismo de lo que hacía, poniendo a su enemigo en un pedestal y explicando que en el fondo no se lo podía tomar como algo personal. "Iñaki, me metía contigo porque eras el número 1". 

Nunca me coló aquello. Sí me creo que quisiera darse publicidad gratis. Y creo que sobre todo era una cuestión de ego. Tenía que ser el gallo que es más listo del corral. 

Igual que sí me cuela que se ha metido con quien le daba la gana en antena. Reconozcamos que es divertido. Insultar de manera graciosa, incluso ridiculizar a un tercero en antena, es divertido para los oyentes. Y eso es indiscutible. Se granjean enemigos, pero al final suele compensar en el EGM. La historia de la radio dice que no hay nada como una buena guerra entre profesionales. 

Pero Federico, Fede, el rey de Frederyk, no solo se ha metido con la gente que políticamente está en sus antípodas -si es que hay alguien claramente en esas antípodas, o si eso es del todo posible-. Se mete con quien le da la gana. Y no, no es para que luego hablen de él en la competencia... Yo creo que Federico se metía con "Franzzzzzzz...ino", como le llamaba él, solo por guardar las apariencias y posturear con eso de que "hay que meterse con quien está en el liderazgo". Pero todos sabemos que Federico se mete con quien sea.

La épica con la que cuenta aquello de "me metía con Iñaki para que hablara de mí" y "el día que se metió conmigo en antena fue un triunfo" creo que es tan cierta como el cuento de Caperucita Roja, que por cierto, puede que a estas alturas se llame Caperucita Libegal tras haber viajado a China. El lobo se ve que se escondía detrás de un olmo, y el leñador se llamaba Esperanza. 

El otro día Alsina le hizo una entrevista a Rajoy. Una entrevista que dejó mal a Rajoy no tanto a causa del entrevistador -que si repasamos aquella entrevista no jugó ni a favor ni a la contra- sino porque nuestro presidente no se sabía aún la lección. Y eso, en plenos exámenes finales, da mucha rabia. La cara de Alsina no era tanto la de un periodista que está analizando sus palabras para poder sacar un titular o como un contrincante que le está sometiendo a una de las 12 pruebas de Astérix, sino la de un profesional de un oficio -el que fuera- que lleva unos cuantos años ejerciendo y que no sabe aún si aprobar el examen al opositor que se le acaba de sentar delante. Como si dependiera de él darle a Rajoy un puesto de trabajo, según la originalidad de sus respuestas. Como si fuera un miembro del tribunal de tesis, y fuera el resto de doctores el que tiene que juzgar sus contestaciones. La diferencia que es el tribunal eran miles y miles de personas. 

Alsina, en Twitter, era llamado "el entrevistador". En Twitter parecía que media España tuitera y el 90% de los tuiteros catalanes habían descubierto quién narices era ese señor que entrevistaba a Mariano de Moncloa. "El entrevistador". "Ese señor". Ahora mucha gente sabe quién es: "el de la entrevista a Rajoy". Esta ha sido la semana de su popularidad. Hasta se ha peleado en antena con Arcadi Espada. 

Cuando de repente Alsina se hace conocido más allá de los confines de Onda Cero, es cuando Federico "juega" a la misma táctica de siempre: Tirar con bala con dirección a la competencia. A partir del minuto 9 del radiochip sorayo de hoy podréis escuchar a Federico metiéndose con Rajoy, con su gabinete, con Sorayita, y por supuesto con Alsina. Y ojo... Propina también para David del Cura, por "sorayo". 

Eso de "no acordarse" del nombre de David del Cura es como cuando un compañero mío de trabajo tenía un becario al que, para hacerle de menos constantemente, le cambiaba el nombre a posta. A las 8 h. de la mañana decía que no sabía ni qué franja horaria ocupaba... Pero lo que sí me hace gracia es que venía a decir después que Alsina era poco menos que un subordinado de Del Cura, que  a su vez es un subordinado de Soraya -bueno, tras currar en su gabinete, subordinado no, pero amiguete por fuerza-, y ésta, a su vez, una clara insubordinada de Rajoy, porque se lo quiere cargar lo antes posible. Igual un día subo una entrevista de Federico arrastrándose a los pies de Sorayita, que ahora quedaría curiosísima. Mientras, escuchemos el segundo radiochip sorayo:

De Onda Cero a "Onda Nada". Como vemos, Federico interpela directamente a Alsina. De paso, pone en su boca unas historias raras que se inventa en ese momento, y se pone a imitar a Rajoy, que es cuando cae simpático y cuando te quedas escuchando. Los oyentes somos así... El chopped acompañado de unas risas hacen que te olvides de que no estás comiendo jamón. 

Si es cierta la táctica de Federico, esa tan épica que siempre cuenta... No sé a qué espera para meterse con Herrera (autodenominado "el líder") día tras día. Estaremos pendientes todos comiendo palomitas. Con unas risas nos sabrán a caviar. Supongo que estos días Federico estará esperando al gran momento en que Alsina responda en antena. No sé yo si eso ocurrirá...

Federico añora sus batallas del pasado. No me cabe duda. Pero ahora ya no tiene la fuerza de una radio grande. Ni siquiera cuenta "con la fuerza de ABC".