Hace 5 añacos me dio por reflexionar sobre esto mismo. La COPE es propiedad de la conferencia episcopal en su mayoría, y su misión, según es de suponer, es difundir los valores católicos y estar al servicio de la iglesia. Por otra parte, es un negocio, y su misión también es ganar dinero. Ganar dinero «difundiendo la palabra»... Dicho así, no suena muy atractivo. Así que tienen que llegar a un compromiso de búsqueda de la audiencia y su rédito publicitario, y además colar el mensaje católico al mayor número de personas.
Y lo interesante es este compromiso de no ser muy pesado con los temas de la iglesia para no perder oyentes e ingresos, pero a la vez de no ser lo suficientemente transmisor de esos valores para que tener la COPE no les suponga simplemente un negocio como el que podría ser tener una pescadería. Tienen una radio para poder transmitir un mensaje. Eso es parte de «su rentabilidad».
Todo esto venía a cuento de que, por ejemplo, emitieron una hora entera de especial desde Roma sobre la beatificación de Juan Pablo II. No sé si funcionará en enlace, pero aquí estaba el radiochip romano:
Obviamente, comerse un coñazo de canonización... Solo es apto para los muy católicos. Obviamente, todos sabemos que la audiencia de la radio en ese momento caería. Obviamente, si la COPE no retransmite este tipo de cosas... ¿Para qué querría una radio? A esto del compromiso me refería. Que tiene que ser complicado buscar la audiencia y dar servicio de iglesia al mismo tiempo.
La gente decía cosas interesantes. Por ejemplo, un anónimo decía:
«[...] En mi opinión existe un punto medio entre ser una cadena exclusivamente cristiana (tipo Radio María) y ser una con vocación comercial como Onda Cero o la SER. [...] Es cierto que en la actualidad la gente es menos religiosa que hace unos años, pero en mi opinión, y lo dice un católico, siempre habrá una cantidad a tener en cuenta. [...]Me imagino que la religiosidad de la gente bajará hasta un punto y luego subirá, como baja y sube todo. [...]»
No sé si todo lo que baja sube, y que todo lo que sube baja. Estas cosas no siguen las leyes de la gravedad. Pero sí hacía énfasis en que, aunque haya menos católicos, haberlos, haylos, y se cuentan por millones. Y Alfonso, a raíz de esto, decía:
«Yo llevo siendo oyente de la COPE (como católico y conservador que soy)desde los tiempos de Federico y César , y pese a que ahora la linea editoral de la COPE se haya moderado , estoy seguro que el 90% de los oyentes de COPE son personas católicas y de centro-derecha que no les gusta que una cadena católica y que ha sido el referente de la derecha durante muchos años se ponga ahora estilo Cadena SER . [...] La gente que escucha la SER ( que es progre) jamás eschará la COPE , en cambio muchos decepcionados con la nueva COPE pueden volver si vuelven al estilo de libertad y claridad. *Lo dice un oyente de verdad de la COPE.»
Bueno... Hubo más comentarios, pero me quedo aquí. Me molaría saber si el que escribió este último comentario siguió en la COPE, o si se fue... Y si ha vuelto o no. Misterio total. Pero lo cierto es que me apetecía rescatar este tema.
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