miércoles, 5 de abril de 2017

el secreto estaba en la pasta

Hoy es 5 de abril... Hace 21 años murió Encarna Sánchez, que sigue siendo un icono de la radio, y que fue tan importante su estilo, su manera de hacer radio, su fuerza, su manera de encantar al personal, su (mal) carácter que... Mira, no hace ni falta que se cumpla un aniversario redondo de su muerte para que pase por el blog. 

Es que todo se junta: Que me hipnotiza escuchar momentos de esta mujer que tanto me sacaría de quicio a día de hoy —estoy más que seguro—, que os encanta escuchar trozos de radio de esta señora —los datos lo dicen— y que siempre descubrimos cosas curiosas de la historia de la radio cuando hablamos de ella. 

Lo típico sería ahora poner uno de sus megaenfados en antena. Siempre funciona poner uno de esos momentos en que épicamente montaba en cólera y ponía verde a alguien o se montaba una película. Pero no. Vamos a escuchar un momento de publicidad de ella con su voz. Veréis por qué os pongo este radiochip pascualino: 



Un minuto de publicidad con la voz de Encarna. [A saber qué pastizal costaría anunciar algo un minuto en su programa.] ¿Qué tendrá que ver todo esto con sus enfados, sus salidas de tono y mil cosas más?

Quizá, muy seguramente, según me han contado más de una vez, porque el programa de Encarna no era un programa «de la COPE», sino «de Encarna». Me explico... La COPE ganaba mucho dinero porque era Encarna la que les compraba unas horas de programación y les daba audiencia. Pero era Encarna la que «habiendo pagado su programa» rentabilizaba todo lo que pasaba por su programa. Sus cuñas, sus menciones... Una fábrica de anunciar cosas y ganar pasta. 

Imaginaos, por tanto, que venía García pasándose de hora con lo del Tour... Pues broncaza. Seguramente no sólo porque la mujer tuviera un programa diseñado y seguramente tuviera que tirar parte del guión... Quizá no sólo por ego máximo... Si vas a dejar de cobrar una pasta gansísima porque los ciclistas están llegando tarde y no vas a hacer tantas menciones, se entiende mejor de lo que va la fiesta. 

El secreto, entre otras cosas, por lo visto, también estaba en la pasta. 

2 comentarios:

  1. Más que encantar, Encarna fascina(ba).

    Lo más tranquilizador de Encarna es que está muerta.

    (Muy bueno ese dato, que desconocía -me sigues descubriendo cosas nuevas, cabrito- de que Encarna compraba el especio en la Cope. Aunque al final no hay mucha diferencia con los contratos de Luis del Olmo o de Herrera.)

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  2. Lo recuerdo como si fuese ahora...

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