el marido de Margot

Ayer me dijo @cuentahistorias que si había escuchado el inicio de la hora de las 12 h del «No es un día cualquiera». ¿Qué habría pasado? Ya os lo digo yo... nada del otro mundo, pero un momento de los de mucha rabia. Una broma telefónica que a pesar de ser recurrente le pilla a por uvas y deriva en un rato de radio.

En el programa proponen unos enigmas que los oyentes tienen que resolver. Entre todos los participantes se sortea el número y llaman a esa persona que dice tener todo resuelto. Le tocó a una mujer: Margot. 

Qué mala suerte, que Aberasturi se puso a bromear con la oyente, pensando que se iba a dar cuenta de que eran los de RNE y tal... Pero se lo tomó como una broma, y colgó. ¡A la mierda el premio! Pero claro... La culpa era de Aberasturi, ¿no? Así que localizaron a su marido. Su marido, una vez supo quién le llamaba, se puso nervioso porque claro... Su mujer había resuelto los enigmas, ella no estaba en casa, justo le decían que les había colgado... Pero... ¡Bien! ¡Tenía un papel con las respuestas! 

Pero no. Tenía que ser su mujer la que respondiese. Pero claro... tenía antes que convencerle el marido, Paco, de que los que le llamaban no eran unos bromistas sino los de la radio. Así que le dieron tiempo al marido para que la llamase mientras todos nos enterábamos de qué significaba «carajo», que básicamente es a donde le había mandado la mujer a Aberasturi. 

Felizmente contactaron con ella... Que después de la broma ni les pillaba el teléfono. Lo podréis escuchar en este radiochip carajal: 

Pues el matrimonio feliz se va a un parador. Ahí se tomarán el carajillo de después.