martes, 4 de octubre de 2011

Carlos Llamas

Gemma Nierga siempre decía que la voz de Carlos Llamas era la mejor de toda la radio. Y para mí, la voz de Carlos Llamas aún en mi memoria es la voz de la noche, del que me contaba las noticias. Es una de esas voces que jamás se olvidan. Jamás, jamás. Y seguramente no será ésta la última vez que hable de él. 

Cuando empecé a escucharle (a él, a Carlos Carnicero, a Carlos Mendo, Miguel Ángel Aguilar, Nativel Preciado, Mª Esperanza Sánchez...) no tenía casi ni repajolera idea de quiénes eran "los que mandaban" ni lo que pasaba. Era un crío, pero creo que la primera tertulia política que escuché con atención fue alguna noche de los 90.

Quizá porque ya escuchaba algún programa de la SER, quizá porque llamó la atención el "boing, boing, boing" que tanto había escuchado de crío, me quedaría escuchando aquello. ¡Para que luego digan que mantener las sintonías y los símbolos no es importante! Mi padre decía que escuchase "La Linterna", "que son muy buenos los que hablan", pero yo era fiel a esa voz y a ese "boing, boing, boing". Porque por aquellos años, "La Linterna" era el programa más escuchado de las noches, y el "Hora 25" era el eterno segundo. No en historia, pero sí en audiencia. Luego la cosa cambió. Era cuestión de tiempo. 

Me imaginaba siempre a Carlos Llamas ahí, agazapado en su redacción, eligiendo temas... un poco "oso de la guarida". De esos que sólo se hacen escuchar en el estudio de radio, de los que no pisan la tele, de los que se leen los periódicos a mediodía y les fastidia que le molesten la lectura, de los que pasan de ser más protagonistas que las noticias. No sé... es que para mí representa el periodista al que cualquiera debería aspirar a parecerse. ¿Que tenía fallos? Pues los tendría. A veces quizá se le notarían demasiado los colores, alguna vez se pasó con alguno que otro de la competencia (de hecho, tuvo que pagar un dinero por meterse con Antonio Herrero...) Pero creo que era una voz sincera y que intentaba contar la actualidad de manera clarísima. 

Además, Carlos Llamas tenía una cosa que a día de hoy echo de menos en los de la radio. Carlos Llamas era radio. Desde el principio hasta el final... un canterano. Se licenció en 1979 y comenzó en la radio y terminó en la radio. Comenzó un programa llamado "caja redonda" en la SER hasta 1983, y luego pasó a Radio El País. Y luego, en 1988 volvió a la SER, obviamente, porque eran la misma empresa, y se hizo cargo del "Hora 14" en sustitución de la mujer de Juan Luis Cebrián, Teresa Aranda. Y en 1992 pasó al "Hora 25". Al principio, los dos primeros años, sin tertulia ni nada, pero a partir de 1994, con la típica tertulia. Un canterano de la radio, un canterano de la SER que era para muchos un número uno. Eso me hace pensar... ¿ahora en la SER hay ese tipo de cantera? La respuesta es que sí. ¿Les dejan pasar a ser números uno de manera natural? La respuesta es que como mucho se les deja ser números dos o tres. Parece que para ser un número uno ahora hace falta que te conozcan en la tele de antes... Y visto está que no es necesario. 

Hoy, como radiochip, pues un resumen de noticias y momentos de Carlos Llamas en la radio. Si al escucharlo decís "jooooooooooder... ¡qué tiempos!" es que tenemos muchos buenos recuerdos en común. Radiochip zamorano:


Carlos Llamas Gavilanes... el 4 de octubre de 2007 murió, y aunque ya era una cosa que nos temíamos, nos quedamos apenados muchos oyentes. Y la verdad es que el programa siempre ha estado en buenas manos, ya fuera con José Antonio Marcos, Javier Casal... pero es que fueron muchos años, y sigo teniendo su voz clavada, y siempre uno recuerda que, tras las horarias de las 10, él decía lo de "son las 10, las 9 en Canarias", que sonaba la voz de Rosa María Belda, comenzaba la sintonía... y comenzaba el relato de lo que había pasado, con la voz de ése del que Gemma Nierga decía que tenía la mejor voz de la radio. 

18 comentarios:

  1. Joder, qué recuerdos... y menos mal que en el resumen no hay nada del día en que volvió, que si no me parece que soy capaz de echarme a llorar.

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  2. Memorables aquellas tertulias en las que se las mantenía tiesas con Carlos Mendo (también desaparecido) o con José María Brunet (cuanto tocaban el tema del nacionalismo es España). De su programa me quedo con el sosegado repaso que hacía de las noticias del día y con sus entrevistas a políticos en las que no solía caer en el peloteo, pero que sin embargo eran cordiales, gracias a la ironía que gastaba. Grande de la Radio

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  3. Joder, cuatro años sin Carlos... O para mí, cuatro años sin escuchar ya Hora 25. Carlos Llamas no sé si era la mejor voz de radio, pero sí tengo claro que es el mejor periodista de radio que he conocido y el estandarte de la mejor radio que he escuchado. Comencé a escucharle cuando tenía de subdirector a Javier del Pino, y era verdaderamente una gozada. Eran los tiempos más chungos del Aznarato cuando toda la atmósfera política resultaba agobiante y casposa y el Hora25 quedaba como reducto donde se podía respirar, por más que uno pudiera casi oler el Ducados de Carlos. O tal vez fuera porque mi cuarto también olía a Ducados.
    El caso es que mucho me temo que vienen tiempos donde lo echaremos muuuuuucho más de menos.

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  4. Tienes razón. Ya casi no hay canteranos en la radio que hayan empezado desde abajo y hayan llegado hasta arriba sin pasearse por la tele para obtener notoriedad. Pocos nombres: José Antonio Marcos, Carlos Alsina, Pepa Fernández...

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  5. Oye, no sé si ya lo habrás comentado, pero hoy iba camino del trabajo en coche y en vez de escuchar a Francino al encender la radio, ha salido la Cope, ya que debí haber estado oyendo el fútbol...

    El caso es que junto a voces habituales como Buruaga e Inocencio Arias, había dos voces fácilmente reconocibles ex SER e incluso de más medios de Prisa como Fernando Delgado y Javier Ruiz.
    Y de hecho, bastante conversos a su nueva antena, sobretodo el segundo.

    ¿Cuanto llevan colaborando allí? ¿A que se debió su cambio?

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  6. Lo recuerdo más de los tiempos del Hora 14, cuando el suyo desde luego era un informativo de esos que ahora llaman en plan idiota "de autor", algo así como si se lo dieran a Severino Donate pero improvisando, y del Hora 25 sin tertulia. No aguanto las tertulias. Qué buenos tiempos esos de la SER en la que alguien de la casa llegaba a tener un programa y nadie miraba de reojo esperando a Berlusconi. Se le echa de menos.

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  7. Demasiado sectario, con lo cual encajaba a la perfección en la línea demandada por Prisa: leña al mono (del PP, de la Iglesia), que es de goma.

    Claro que ahora, además de sectarios (Angels Barceló), se dedican a despedir a gente no manejable, como han hecho con Carlos Carnicero después de 17 años en la SER. Lo cual, unido a la desaparición del gran Carlos Mendo, pues eso: Carlos Alsina en Onda Cero y su magnífico plantel de tertulianos.

    Anónimo en la Hora Cero.

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  8. Se le echa muchísimo de menos. Yo ya no escucho informativos nocturnos en la radio desde que Llamas se murió. Cuatro años ya? No puede ser... si fue ayer, como quien dice...

    Nunca entendí que la SER supliera su ausencia con una "estrella mediática" como la Barceló,a quien el programa le viene tan grande que ni ella misma se da cuenta, en lugar de haberle dado los galones a gente como Pedro Blanco o Miguel Ángel Oliver, que sustituyeron a Llamas en tantas y tantas ocasiones y ya tenían perfectamente cogida la medida del informativo. Además, habrían mantenido una seña de identidad de la emisora, de las poquitas que quedaban. Pero así se escribe la historia, y por eso la SER sigue cuesta abajo. Snif.

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  9. Yo era de Balbín y su Hora Cero (aunque también seguía La Espuela, decana de este tipo de programas). Después me tuve que pasar a La Linterna y más tarde también de la Brújula, la reciente De Costa a Costa... etc.

    Pero entiendo perfectamente las sensaciones que transmites y que me parecen emocionantes en todo el sentido de la palabra.

    Por cierto, lo del "boing boing" de la ser es una observación interesante. Yo también tenía grabada en algún lugar de mi cabeza la sintonía de La Espuela (Radio España-Cadena Ibérica) desde mi infancia y en la adolescencia pasçe a escuchar el programa. Tenía la ventaja para mí de que era a partir de las doce de la noche, cuando el resto de la competencia andaba liada con los deportes.

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  10. Mira, un paisano mio. Pues si, yo me acuerdo tambien de esa sintonia del boing, boing, boing, cuando ponia la radio para dormir a las diez de niño. Por cierto, la primera que que escribo, pero llevo siguiendo el blog desde hace 2-3 meses y esta currado para los que seguimos el medio. ;)

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  11. Para hablar bien y con cariño de Llamas -que lo merece, y mucho- no es necesario descalificar a Barceló. Tampoco es culpa de Barceló que fuera fichada por la dirección de la SER para sustituir Llamas en lugar de confiar el H25 a alguien de la casa.

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  12. Pues tiene usted razón, David.
    Manteniéndome en mi opinión sobre Barceló como conductora del programa y sobre la política de la SER, la verdad es que no era el post para expresarlo. Pido perdón por ello a usted y al resto de lectores.

    Saludos.

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  13. Y han pasado 4 años sin Carlos Llamas, 4 años sin la voz que me introdujo como oyente en el mundillo de la radio.
    Daba gusto oir las noticias y las tertulias con la voz sosegada y clara de Llamas.
    Un hombre de radio como pocos quedan actualmente.

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  14. Merecido recuerdo a un grande. Cuantas noches sintonizando el Hora 25 de don Carlos Llamas. Uno podía estar de acuerdo o no con su opinion pero no se andaba con medias tintas, algo que define al periodista que llevaba dentro. Cuanto daríamos muchos oyentes para volver oír una tertulia entre Llamas, Mendo, Aguilar y Carnicero. Eso era una tertulia con mayúsculas.

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  15. A mi lo que me da mucha pena es que no haya nadie capaz de tomar el relevo de esa generación. Hora25 ha caído mucho, antes aunque no estuvieses de acuerdo cuando ponías Hora25 sabías que ibas a oir un buen debate con puntos de vista interesante y bien razonados. Ahora en Hora25 solo se oyen ideas prefabricadas y facilonas, yo lo dejé de oir hace un año y medio porque me di cuenta que no notaba diferencia entre escucharlo y no.

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  16. Yo deje de escuchar hora 25 desde que se fue Charlie. Me encantaba su voz, lo anarquico del programa...aunque bien es cierto que criticaba demasiado al PP. Pero su voz lo envolvia todo y creaba un clima de intimidad oyente- comunicador que triunfaba. Angels no me transmite nada de nada. El programa no es ni la sombra de lo que fue, bajo mi punto de vista. El dia que de la Morena entrevisto a Llamas en el Larguero y conto su lucha contra el cancer, llore. Su voz ya no era la misma, sus fotos con aspecto enfermizo... se intuia que ya no recuperariamos al gran charlie

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  17. Un auténtico GRANDE. Sin pretender lkevar la comparación màs allá de lo debido, diría que, ceñidos a los directores de programas estrella, yo sólo vislumbro algo de aquella forma de hacer radio en Alsina.

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  18. Empecé a escuchar Hora 25 de la misma manera que tú. Seguramente tendría la SER puesta desde que terminara La Ventana de Sardá (mucho mejor que la de Gemma), pasó la desconexión regional, el ser deportivos con Manolo Lama y el programa que ponían a las 9 y pico. Recuerdo a Nacho Lewin y a Tejerina.

    Por entonces en el gobierno estaba el PSOE y recuerdo que me gustaba oír la tertulia porque había varios puntos de vista, tanto a favor como en contra. No como en otras emisoras, que sólo tenían un punto de vista y un tertuliano decía que "esa flor es roja" y el otro decía "sí, es roja y además es colorada" y el otro más de lo mismo. No había debate. Eran un tostón propagandístico.

    Las tertulias con Carlos Mendo, Carlos Carnicero, Mª Esperanza Sánchez, Aguilar, Brunet... bajo la dirección del gran Carlos Llamas me encantaba. Comentaban las noticias desde muchos ángulos diferentes.
    Mi tertuliano preferido siempre fue Carlos Mendo. Cuando él estaba, la tertulia era mucho más interesante, ya que no era pro-PSOE como parecían ser los demás en diferentes grados.
    Qué fabulosas esas discusiones sobre Israel y Palestina; Carlos Mendo a un lado y los demás al otro.
    Muchas veces había fricciones entre Carlos Llamas y Carlos Mendo. Era cuando Llamas cortaba a Mendo y éste se enfadaba porque pensaba que lo cortaba por opinar lo contrario.

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