Los viernes solemos asistir, con gran éxito de audiencia, al programa que consiste en que un presentador tiene a un invitado y colaboradores. El invitado antes de nada se somete a una entrevista cara a cara con el conductor. El invitado comenta lo que quiere comentar, suele no contestar a lo que se le pregunta... A veces no responde a nada de lo que quiere saber el que pregunta (que es cuando "se lo lleva muerto"), pero muchas veces nos ofrece sus lágrimas, que son las que se repiten en todos los programas de tele machaconamente, y la dirección del programa se queda encantada. Y eso es lo que se reproduce después.
Ayer en "El Matí de Catalunya Ràdio", Oriol Junqueras nos ofreció "su caso" entre lágrimas. Lloraba porque la independencia estaba cerca... y ahora se alejaba, Pensaba que el sueño poco a poco abandonaba los visos de transformarse en realidad.
Explico un poco el choteo... Obviamente Junqueras no ha dejado embarazada a Chabelita, ni se lo estaba "llevando crudo". Ni la Terribas buscaba las lágrimas de Junqueras... -Que lo que buscaba e incluso perseguía eran otras declaraciones.- Pero... A ver... Yo al principio no me lo podía creer. Escuché la entrevista en directo, desde el principio hasta el final. Entera y verdadera, sin quitarme ni un momento los cascos andando por la calle. En el momento cumbre, el de las lágrimas, ése que han repetido luego en Catalunya Ràdio a todas horas, yo no estaba seguro de si estaba llorando o no. No me lo podía creer. A mediodía lo comenté con un amigo. Le dije que parecía como si se hubiese puesto a llorar, pero que no me entraba en la cabeza. Vamos... ¡Que no podía ser! Por la tarde leí en La Vanguardia que sí, que eran lloros.
Después. al volver a casa, pensé: "¿Y si Rajoy en una radio se hubiera puesto a llorar por la unidad de España o algo así?" O Rajoy, o quien fuera. Pongamos a Albert Rivera, la Sánchez Camacho o a quien más manía tenga el sector independentista. Ahora estaríamos todos muertos de risa y haciendo cachondeo con eso... ¿No?
Por otro lado, me hizo pensar... En un país en que todo el mundo está quejándose de que toda la gente que se mete en política es para trincar, resulta que al menos uno, Junqueras, está en política porque tiene un objetivo que le sale del corazón y no de la cartera. Pero también pienso... ¿Está en el mundo real? ¿De verdad la gente por la calle lloraría por eso? Oye, que cada uno llora por lo que llora y le duele lo que le duele... Pero uno se queda pensando hasta qué punto una persona puede vivir su nación... Sea la que sea.
Fue un momento de radio que me hizo pensar. Me quedé entre la sorpresa, la incredulidad, la risa, la tristeza, el flipamiento,.. La reflexión de por qué estaba seguro de que Rajoy (o cualquier otro) llorando en las mismas circunstancias hubiera sido motivo de mofa general aseguradísima, y que parece feo que hiciéramos cachondeo con Junqueras... ¿Hasta qué punto esto es ridículo? ¿Hasta qué punto es comprensible que un sentimiento nacionalista sea tan profundo como para hacerte llorar? Es que me pareció tan increíble que pensé: "oye, que se está haciendo un Lydia Lozano, que aquí hay lloros que no sabemos a qué responden". Pero sí, sí... lloraba por eso.
Escuchemos el radiochip junquerodeluxe (escuchad yendo al grano desde el minuto 25):
La Terribas estaba en su personaje de Teniente O'Cat, luchando por tener unas declaraciones que no estaba consiguiendo, aunque en realidad al final tuviera un momento de radio con mucha más repercusión que las que ella pensaba que podía conseguir.
Al final, me vienen las palabras de Sardá a la mente... Cuando repetía una y otra vez lo de la frustración de la gente. Al final, creo que las lágrimas venían a cuento de precisamente eso... la famosa frustración. Y mira que al final han apañado una consulta de consolación para "frenar la frustración". Pues va a ser que muy frenado no va a estar eso. Al menos, eso he entendido escuchando la radio ayer.
Chico, chico... La de cosas que pasan por la radio, y cómo se retratan las circunstancias, ¿eh? Diréis lo que queráis, pero todos los medios (o la mayoría, al menos) han destacado de esta entrevista las lágrimas por encima del mensaje. La fuerza de las lágrimas, señora. El titular de La Vanguardia era "Junqueras se emociona en directo..."
¿Nos ha llamado la atención la anécdota? ¿El momento de radio de los sollozos es más importante que el resto de la media hora de entrevista? Pregunto... Más de media hora de entrevista -tensa- que pasa a un segundo plano.
Hay que ser comprensivo, trescientos años son muchos años...
ResponderEliminarLa Terribas también suelta alguna lagrimita de vez en cuando por lo mismo => https://www.youtube.com/watch?v=PzGhFFfu6Jk&feature=youtu.be
A mí me parece igual de ridículo si Rajoy llorase porque se separa España. Creo que en este mundo hay cosas más importantes. La cuestión es que si llora es porque verdaderamente pensó que Catalunya podía ser independiente, y ya tiene tela que se lo haya creído.
ResponderEliminarCristina Fernández de Kirchner es especialista en esto. La he visto llorar en montones de discursos, y siempre ha sido totalmente actuado y ensayado, como en el caso de Junqueras; además, también lloraba por temas absurdos y banales, como el peronismo y estas tonterías que tanto saben envolver de sentimentalismo y fibra nacionalista, ingredientes esenciales para crear gremlins como los kirchneristas y los indepes.
ResponderEliminarLo acabo de escuchar y debo decirle que habría tenido más futuro en 'Estudio de actores'. Ahí habría encontrado su lugar, más que en la política. Me ha gustado esa frase de Mònica de "cada dia es més polític, senyor Junqueras". Lo ha calado pero a base de bien.