Para los poco familiarizados con esta historia habrá que hacer un resumencillo: En el año 33 (aunque ya sabemos que eso de las fechas...) Judas Iscariote, en el huerto de Getsemaní, fue y le pantó un beso a Jesús (el famoso beso de la traición). Aunque el beso siempre se representa en la cara, el beso debió de ser en la mano, que era la costumbre de la época.
Y claro, el beso resulta que era el signo que había convenido para delatar a Jesús. ¡Ay, malvado!
Una de las cosas que me hace gracia de la Semana Santa, es que al representar los episodios de los últimos días de Jesús, se hacen cofradías de todo tipo: Que si de la oración en el huerto, que si de la coronación de espinas, que si el camino del calvario, que si de la agonía de no sé quién, que si de las lágrimas de la otra, que si de la entrada aquí o allá... ¡Venga y venga cofradías!
Una de las cofradías de Almendralejo es "el beso de Judas". Me hace gracia eso de que una cofradía lleve como nombre un aspecto que en realidad es como la "exaltación de la traición", como dando por hecho que es una cosa que estaba "en la agenda divina". Cosas católicas.
En la COPE, a mediodía, en la desconexión de Almendralejo, tienen un programa llamado "La Rebotica". Sí, como el programa aquel de Beotas sobre salud, o como el programa de debate que se emite desde Radio Zaragoza y que se come la programación de la propia SER en Onda Media. "La Rebotica" en COPE Almendralejo habla de cosas de la comarca. Y el radiochip de hoy va de un programa del año pasado en que hablan con uno de la cofradía ésta del beso de Judas. Radiochip almendralejense:
Mola, porque se nota en el sonido que es eso "muy local". Mola también porque la presentadora, Loly Izquierdo, antes de que empiecen a hablar casi les amenaza con eso de apagar los móviles, que si no se enfada. ¡Es genial! Es tan auténtico... ¿En dónde en la radio podrán hablar de cualquiera de estas cosas que no sea en estas desconexiones tan auténticas? Mola también porque tenían a tanta gente en ese programa que no tenían sitio para más gente en la mesa ni había suficientes micrófonos.
Y al final del programa, las llamadas de los oyentes. Qué bueno lo de que la presentadora conozca incluso a los que llaman... Es cutre, sí. Y auténtico, también. Es el encanto de lo cercano, y a la vez, un "canto" a la verdadera radio local. Que si mira la pista de pádel, que si mira dónde está ese contenedor... Cosas que en grandes ciudades, directamente, ni existen.
El beso de judas era algo muy traicionero.
La radio local, local, tirando a cutre, lo más verdadero de la vida.
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