Se dice que durante el hundimiento del Titanic, unos cuantos miembros de la orquesta —no cito sus nombres, pero se pueden buscar— se metieron en el salón de primera clase y se pusieron a tocar para que la gente no perdiera la esperanza ni la calma. Como vimos en la peli, después salieron a tocar ya fuera incluso cuando todos sabían que eso se iba a pique.
Ninguno de los protagonistas de esta historia sobrevivieron al hundimiento, y no se sabe exactamente cuál fue la última canción que interpretaron.
A mediados de año hablé del revuelo que había en muchos sitios con Gestiona Radio. Me pregunté de qué vivía Gestiona Radio. No lo entendía... ni lo entiendo. Inquietante es que en este último EGM no se conocieran sus datos de audiencia. Había cuatro opciones: Que quizá su audiencia fuera cero patatero, que se les hubiera «pasado» pagar, que no hubieran pagado porque «para qué pagar más» o que simplemente no llegase para pagar. No tengo ni idea de cuál de las cuatro opciones es, pero... Mala pinta tiene la cosa.
El año pasado sacaron un nuevo proyecto radiofónico —llamado Qué! Radio— en el que nos vendieron desde su flamante nueva dirección que teniendo en cuenta el potencial de la marca... que bueno... que eso lo iba a petar. A los pocos meses cambiaron de parrilla, dieron un giro... Hasta contrataron gente que conocemos todos, como Fernandisco para sus mañanas o Joaquín Guzmán para sus noches, reeditando «La Gramola» por fin con el nombre que conocemos todos. Pero tras anunciarlo en plan estrella, a los meses... Desapareció motu proprio. Querían revivir un clásico, y el clásico se marchó como si nada. El último programa de «La Gramola» terminó en Qué! Radio con la canción banda sonora de «El Último Mohicano». Radiochip esfumante:
Y qué decir de los últimos meses de Gestiona Radio... Han seguido como si nada. Han rescatado de nuevo a Jaume Segalés para sus mañanas, han seguido con Siro López por las noches, han fichado hasta a César Vidal de nuevo para sus noches... Pero en realidad, el programa que más chuta en la cadena sigue siendo el «Luces en la Oscuridad», que de económico tiene leches. Y entretanto hemos asistido en las últimas temporadas a que terminara el programa de Ramoncín cuando se retiró, al programa de Esmeralda Marugán... Cosas curiosísimas. Pero todo muy raro, deslavazado, sin sentido... Un collage de lo más raro para una radio económica que en los últimos meses era más bien de tipo «generalista de superpijos».
Cuando termine el año quizá se haya ahogado ya todo el mundo. Puede que se despidan igual que «La Gramola» de la parrilla. Más difícil es que toquen «El Último Mohicano». Sería bonito que la última que tocasen fuera de Céline Dion.
Mira, ¡por ahí veo una montaña de hielo! Vayan afinando los violines.
Ah, no, que resulta que ya están tocando.
"Gestiona Radio: si en quince días no entra un inversor se cierra la emisora"
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¿Capital Radio cogerá el guante?
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