la noche en la que De la Morena parecía que se sinceraba

El primer día de "El Larguero" de la nueva temporada De la Morena, este domingo, comenzó con un "espero que estés ahí" y un "el oyente es lo imprescindible, porque sin oyente no hay radio". Y un "si falta alguien, que sea porque está mejor en otro sitio". Lo primero me gustó, lo segundo es demagogo y lo tercero te hace intuir que en el fondo De la Morena no es García, cosa que creo y que espero que sea así. Una cosa que me chocó: en el vídeo de estos minutos de radio que emitió la SER, aparece José Ramón solísimo en el estudio. ¿Una alegoría?

Tras "irse a Mallorca" a que comentaran el partido del Madrid recién finalizado (en donde metió un comentario en plan "Lama desde pequeñito es de la SER"), pasó a meterse en lo que le demandaban los oyentes: hablar del tema del verano en la radio. Para eso tienes que poner el cursor del radiochip esquivo en el minuto 18:

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Comentó que el escenario (la SER) era el mismo. Habló de que la gente que llegaba nueva a la redacción eran "la SER de siempre". Hombre, eso está en la COPE ahora, los nuevos serán "la SER que viene". Y empezó a hablar de la historia de la SER. Y... sí, diría mucho de cualquiera nombrar a José María García estando en la SER. Pero viniendo de José Ramón suena a cinismo. Y sí, por la SER han pasado casi todos los más grandes. Y sí, estoy de acuerdo también con José Ramón en que la SER es el sonido "de la vida", en el sentido que es el sonido de la mayoría de nuestras vidas, porque las audiencias están ahí, y son datos, no opinión. [Silencio valorativo con guiño-chiste, para quien lo entienda.]

También es un dato el que desde el domingo José Ramón no ha vuelto a hacer el Larguero hasta anoche; y después de halagar el que los nuevos redactores casi trabajan sin descanso, va el tío y pasa de quedarse en antena todos los días. Si no es que estaba enfermo o que tiene que diseñar estos días de Vuelta a España, comienza la temporada de cráneo; porque lo lógico es que comenzase la temporada con toda la artillería, y no dejara que Alcalá, como voz conocida, pudiera fidelizar a la audiencia desde la primera semana. Por cierto, como dato totalmente anecdótico, ayer por la noche iba en taxi y el taxista, haciendo honor a su profesión, llevaba puesto a Alcalá, es decir, la COPE. Por cierto, que de Alcalá y el programa nuevo habrá tiempo de hablar... Al final De la Morena va a ser que se va con los de la Vuelta como en tiempos para recordar "que es el de siempre", o algo así. De hecho ayer noche se puso supercebolleta recordando sus viejos tiempos.

Decía José Ramón (con tono no muy alegre) que pone la SER el aval de su historia. Y mirad, ahí sí estoy de acuerdo. Y con tantas cosas que dijo... pero no me tenía que convencer como oyente de que la SER es el sonido de mi historia en concreto (que lo es)... me tenía que convencer que es el sonido de mi futuro, que lo seguirá siendo pero ahora sólo en parte. Porque no voy a discutirle que la SER ha estado siempre la primera en el dial de la mayoría. Que no voy a discutirle que siguen haciendo la mejor radio; que eso no se lo voy a discutir. Que sí, que lo que quiera, que trago con muchas de las alabanzas a la SER que se le ocurran. Que de acuerdo... Pero José Ramón me tenía que convencer de que la SER en deportes (que es su negociado) iba a ser también mi sonido de los próximos años. Me tenía que aclarar el tema del verano. Me tenía que explicar por qué se ha roto todo. Me tenía que explicar su actitud en todo este asunto. Y por qué se ha quedado sin medio equipo, incluídos algunos de sus ex-sustitutos. O no. Si no lo quiere explicar, está en todo su derecho. Es más, nadie se lo debería exigir. Ahora, a los oyentes (o no tanto ya, no lo sé aún) nos hubiera gustado que no terminara esquivando qué pensaba de todo esto. Porque al final no ha dicho nada. Macho, jamás el nombre de un libro definió mejor la postura de José Ramón en este asunto: "Los Silencios del Larguero".