"No recuerdo haber escuchado ningún programa de tarde antes de que Sardá se inventara "La Ventana". Qué tiempos, qué radio, qué imaginación, qué risas, qué nuevo... Quizá fuiste tú uno de esos que, como yo, cuando dijeron en un boletín que se iba de la SER, que eso era una locura y que jamás ibas a disfrutar igual del programa... Y que además el programa se lo daban a Gemma Nierga. Se cargaban "La Ventana" y el "Hablar por Hablar" al mismo tiempo. ¡Crisis! Pero bueno...
Recuerdo aquella "Ventana del Verano" de transición entre ambos... ¡Qué divertimento con Roberto Sánchez, Gregorio Benítez y demás! Pero venía Gemma. Recuerdo la tarde de antes de que empezara el invento. Recuerdo la broma que le gastaron a Gemma antes de que empezara el programa, y los ánimos de Roberto al pasarle el programa y la púa en el café de la radio. Igual este año la traigo al blog... Pero bueno, en la aventura le iba a acompañar Sardá el Señor Casamajor, y algo quedaría de la antigua ventana. Y Cansado.
Y todo comenzó con un vals. Con la sintonía que empezaba unos segundos después que de costumbre, y con la primera en la frente: cuando tenían su primer programa cerrado, va y se muere Lady Di. ¡A la mierda todo! Así es la radio, que toca hablar de lo que toca. Y comenzó aquel programa... Aquellos primeros programas estaban entre la perspicacia, la juventud, la inocencia y la inexperiencia. Y había días que Gemma parecía la becaria de José Martí Gómez. Por aquel entonces Boris no era Boris (era una versión coñazo antes de que se desatase el fenómeno) y muchas secciones eran soporíferas. Pero yo aguantaba, porque era Gemma, era la SER, era lo que había. Y tampoco estaba mal... pero claro, no era lo de antes. De hecho, Sardá dejó de colaborar en el programa casi sin explicación.
Poco tiempo más tarde aquel programa era perspicaz, joven, menos inocente y además, más ágil. Ese Sergio Mas con su "Hora 17" que no me lo perdía, ese ambiente naciente de "treintaañeros que hacían radio"... Y cuando salió el primer EGM de líder, Gemma se vino arriba. Luchar contra Julia venía bien: no tanto en audiencia -que solía perder- sino porque yo creo que tuvo que crear ese estilo que a mí tanto me gustaba, que era distinto, más juvenil y siempre tan positivo. ¿Te acuerdas de aquellas entradas en las que todo eran risas?
Y esos juegos patillerísimos, y esos teatros de vez en cuando y al final de temporada en el que estaban todos los colaboradores, esos festivales de la canción al final de temporada... ¡Qué grande! ¡Qué risas! ¡Aprendimos a cantar la canción de Miss Venezuela! Si un programa es un clima, ese clima era óptimo. Qué buenos esos momentos como cuando avisan a Joaquín Cortés de que le estaban multando debajo de la radio, qué buenos esos "piscolabis" (¿qué fue de Raimundo Martínez?), qué grande ese David Picó con sus kits, qué grande todo... Y el programa aún sonaba, muchas veces imperfecto. ¡Pero tan salado! Incluso un par de veces, un invitado pactado no fue al programa porque se olvidó, hacían tiempo y al final le llamaban para decirle "te has olvidado". ¡Qué grandes! Un día recordaré algún ejemplo... Qué de verdad era "La Ventana" de Gemma.
En 1999, ese verano, yo había descubierto el programa de Julia. Lo reconozco: puse los cuernos un poquitito a Gemma con Julia. Pero ya se encargaron desde las altas esferas de Telefónica en hacer a la SER aún más líder... ¡para que luego digan que eran enemigos! ¿Te acuerdas de aquellos tiempos en que o escuchabas "La Ventana" o te encontrabas con programas que parecían hechos con mentalidad de 1980? ¡Qué hubiéramos hecho sin Gemma! Parece mentira, pero a día de hoy me parece mentira no volver a escuchar este radiochip indicativo gemístico:
Yo creo que llegamos a establecer una conexión "gemmil" que era muy fuerte. Era imposible no enamorarse aunque fuera un "poquitito". No estudiaba por las tardes sin el programa; cada vez tenía más audiencia el invento y eso parecía no tener fin. Había superado a Sardá, y yo había llegado a olvidarlo. Entiéndeme, no a olvidarlo, pero sí a no tenerlo presente. Ya no era aquella referencia intocable. Ehm... continúa esto mañana, que se me acaba el papel y tengo que escribir por la otra cara."
La buena radio transmite emociones, sensaciones. En la tele te distraes con las luces de colores, las tetas... Pero la radio es comunicación directa, el locutor te habla a ti. Eso fomenta que los oyentes queramos más y más del comunicador: nos gusta saber de su vida, es uno más de la familia.
ResponderEliminarAnte eso hay distintas actitudes. Está el hermético, como Francino, del que sabemos poco de su vida ni nos importa una mierda. Y lo poco que conocemos es a regañadientes.
Caso distinto es Del Olmo. Conoce el medio mejor que nadie y sabe que al oyente tienes que darle algo de ti. Se dosifica y entrega controladamente porciones de intimidad. Recuerdo cuando despidió la crónica de un corresponsal preguntándole:" dice tu madre que si te llegaron los chorizos "... era su hijo.
Genma se nos ha dado en cuerpo y alma, se nos ha entregado sin tapujos, sin condiciones. Pasé nervios cuando empezaba y parecía que le venía grande. Entendí su complicidad con Rosa Aguilar, sus escapadas a Córdoba, su voz ilusionada. Me angustié cuando intentó volver a hablar tras su enfermedad. Me alegré cuando nacieron sus hijos. Me entristecí cuando murió su madre. Y lloré desconsoladamente con ella esa tarde que no quiero nombrar porque me huelo que será un próximo radiochips (¡Diós mio!Sr. Pacman, si piensa poner lo que yo creo, me voy a pegar una "pechá" de llorar... ya se me están saltando las lágrimas). Sin ir más lejos, el viernes se notaba la poca gracia que le hace ir a la mañana.
¡Generosidad!. Entrega absoluta a unos desconocidos que somos los oyentes. Lo he puesto aquí más de una vez: agradecimiento a los profesionales que nos hacen la vida un poco mejor y nos alivian en los malos momentos. La tarde no será la misma.
@quiquestepona
Es que Gemma es ESO. Nos ha entregado parte de su ser totalmente. No voy a poner lo que tú crees porque ya lo puse...
Eliminarhttp://radiochips.blogspot.it/2011/10/emotivo.html
y sólo con eso, sólo recordar aquellas lágrimas que yo compartí al otro lado del receptor... Esa capacidad de transmitir incluso en la peor de las ocasiones... eso es la radio.
Bueno, las tetas también transmiten... cómo somos.
EliminarYo a Gemma en el fondo siempre la vi como una sustituta de Julia o de Sardá. Pero sí, hubo grandes momentos: lo de Lluch, los piscolabis, Boris, Víctor Amela, Del Pino y Cansado, Jaume Figueras, Millás y el Diario de la Peste...
C.
Pacman, dos cosas: disculpas y gracias.
EliminarDisculpas porque lamentablemente he descubierto hace poco este blog y suelo meter la pata.
Gracias por este blog, genial. He llorado como un crio.
No me gustaría quedarme con lo triste. Con Genma hemos reido mucho. Con los que ha nombrado "C." y con Sergi Mas, Ortega... hasta Rosa Díez, Juan Fernando L. Aguilar, Carnicero, De la Merced.... tan serios ellos, me han hecho reir. Y eso dice mucho en favor de Genma.
@quiquestepona
Cómo he podido olvidarme de Ortega!!!
EliminarLos políticos y tertulianos, pues más pereza. Si acaso, me gustaba cuando estaba Isabel Tocino con Carandell y con no sé quién de izquierdas, quizás el propio Carnicero.
Ah, y Terenci!! Carandell, Lluch y Terenci, creo que los tres murieron con las botas puestas.
C.
Carandell siempre será el de la tertulia de 'viva la gente'.
ResponderEliminar-René-
Durante la tertulia hacía autenticas obras de arte en papel. Era muy aficionado a la papiroflexia. Al parecer lo aprendió de corresponsal en Japón (origami).
Eliminar@quiquestepona
Gemma tenía de bueno que se reía espontáneamente. Inventar creo que inventó poco, entre lo que recibió de Sardà y rescató del naufragio telefónico de Julia Otero hizo el programa, pero esa risa, cuando le salía de verdad, me acabó enganchando.
ResponderEliminarPor cierto, también los cambios en la SER van a suponer un cambio en la vida sexual de sus presentadores:
ResponderEliminarhttp://blogs.cadenaser.com/la-redaccion-today/2012/06/26/carles-francino-se-prepara-para-su-primer-polvo-mananero/
Fdo: el que nunca firma
yo llevo escuchando la ventana desde hace muchos años, pero tambien hubo un momento en que fui infiel por julia, pero el tiempo pone a todos en nuestro sitio, pero en estos momentos no me quiero olvidar de ninguna de las personas que con acierto o no la sustituyeron (Mamen Mendizabal, Marta Gonzalez Novo, Puri Beltran,y otros muchos....) en verano,cuando estaba mal con ese noviete, cuando se caso por sorpresa cuando fue madre cuando la operaron de las cuerdas vocales, cuando murio su madre que estaba en la cumbre de audiencia, cuando la garganta la juega una mala pasada..... No se me olvidara cuando ante un equipo multidisciplinar como ella tiene dijo que todo el mundo a casa a las 19:00 por eso de la conciliación familiar y laboral, no se si lo consiguio.
ResponderEliminarPero tengo una mala puntuación, no recuerdo un programa en mi ciudad León,si en la provincia, estamos en el mapa, un beso para todos
Qué bien describís lo que es la radio. Estoy totalmente de acuerdo en la necesidad de que el locutor se dé en cuerpo y alma a sus oyentes. Me acuerdo de cómo lo hacía Inaki. Si hasta me acuerdo de que hizo la mili en Zaragoza!!! Ojalá surjan nuevos locutores que se dén en cuerpo y alma. Los oyentes nos daremos en cuerpo y alma a ellos. Suerte Gemma.
ResponderEliminarYo también empecé a escuchar la radio con Gemma. Estudiando por la tarde o jugando la PcFútbol. Por supuesto que le he sido infiel: con Julia, con Gomaespuma, algunos años que he estado en otras cosas... pero al final he regresado. y todo pese a haber cambiado en la forma seguía siendo lo mismo en el fondo.
ResponderEliminarMi impresión es que Gemma se ha sabido rodear muy bien y delegar, que siempre ha tenido mucho respeto por colaboradores, becarios, invitados, oyentes, pero estoy sorprendido de que esta semana, la última semana de su Ventana, no esté haciendo el programa... no sé.
Supongo que mantendrá algunas de sus secciones en el Hoy por Hoy, ¿no?.