Juan Cruz y el aburrimiento

Para mí son sinónimos. Es que no lo aguanto. No puedo escuchar más de un ratito ninguno de sus programas. De hecho, si lo escucho con otra gente, en plan tertuliano, hay altas probabilidades de que cambie el dial. Como periodista será bueno, malo, regular, o lo que sea... pero en la radio me aburre lo que no está en los escritos. 

Que sí, que además es escritor y que será un señor muy culto... pero me mata en la radio. No sé si además ayuda esa voz tirando a fea, no sé si es lo poco musical entonación... Que no, que no. Y suele tratar temas coñazo. 

La calidad no es sinónimo de coñazo. Hay cosas que pueden ser muy sesudas pero te las pueden presentar de manera divertida. Vale, sí, hay temas que es que no hay manera de hacerlos atractivos. Pero eso te puede pasar en un programa, en dos, en cinco... pero no en todos. Su radio no tiene risa, no tiene picardía, no tiene sobresaltos, no tiene sorpresas... y sí altas dosis de dormidina. Por suerte, Juan Cruz suele colaborar en alguna sección en la SER y cuando tiene un programa lo hace en verano en horarios "de ir con sombrero y peluca". 

Por ejemplo, aquellas "historias de mujeres". Va el tío y se pone a entrevistar mujeres. Pues vale. Igual algún día encuentro algún programa de aquellos y así os lo ponéis para la siesta. ¿Va de guay? "Uy, mira, es que yo entrevisto a mujeres." Chico, bienvenido al siglo XXI... Otras veces ha tenido programas en plan duo-entrevistas sesudas. Por ejemplo, en el programa veraniego "La Comedia Humana". He estado buscando algún programa, y he encontrado uno en el que salía Iñaki, que se prestó a dialogar en este programa. La sola participación de Iñaki hace que salve este radiochip de la quema que haría con los programas de Juan Cruz... aquí va el radiochip hipersosegado:

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¿Veis? El tema es el porqué se pasa del argumento al insulto, o porqué el que discrepa con nosotros a veces se convierte incluso en nuestro enemigo. De por qué nos insultamos... Chico, chico... es un punto de vista horrible para mi gusto. Es un poco eso de: "no tenemos ni idea de por qué insultamos, porque nosotros somos dialogantes, entendemos que no nos tienen que convencer" y todo eso. Que sí, que sí. Teorizar sobre la nada. Un coñazo de tertulia. Este mismo tema, tocado en el programa de Julia Otero toma seguro otros derroteros y seguramente queda divertido y útil. En un programa de Juan Cruz queda previsible y aburrido.

Otra cosa que tiene Juan Cruz es la habilidad de coger a los entrevistados más coñazo que hay. Tuvo un programa que se llamaba "¿Cómo lo Ves?" que bueno, igual. Casi diría que si algún famoso leyera esto y le ha llamado Juan Cruz para alguna entrevista, que el pobre tiene ciertas papeletas de ser probablemente un tío coñazo. En el rato este de "club de lectura" que tenía con Almudena Grandes en "La Ventana", es que ya me fastidiaba, proque con ella te partes, pero es que cambiaba de dial. Eso no lo levantaba nadie. Es que encima ha tenido secciones supercenizas... por ejemplo, aquella de "los trenes perdidos". Los trenes perdidos de éste, los trenes perdidos del otro... buf... venga, que el invitado saque su lado más triste y melancólico, que la fiesta está prohibida. ¡Dame veneno que quiero morir, dame veneno!

Por lo menos sé positivamente que a muchos oyentes también habituales de la SER que habitan a mi alrededor les sucede exactamente lo mismo. Qué apellido tan bien puesto.