martes, 19 de marzo de 2013

Pablo Motos

Hoy va una de esas entradas en las que se me ve el plumero y lo fan que soy...

Mirad que he hablado veces del "No Somos Nadie" de M80... aquel programa en el que Pablo Motos me hizo pensar que después de un mito puede comenzar otro. Pensé que después de Gomaespuma nunca habría vida y resulta que no sólo había vida, sino que además era posible hacer un programa de éxito con gente en principio "desconocida". Era el poder del trabajo radiofónico diario. El triunfo, claro, de las hormiguitas. El éxito del "aunque no nos conozca nadie, triunfaremos". Vale, ya me estoy poniendo en plan fan...

La primera vez que "puse los cuernos" a la SER en mi vida -de manera diaria y hablando de radio convencional- fue culpa del Pablo Motos. Descubrí por casualidad sus monólogos en la "hora tremolina" de Julia Otero... lo cual me recuerda que no he hablado "monográficamente" aún de aquel espacio también mítico. Me parecía increíble cómo podía, cada día, sorprenderme con un tema nuevo, y cómo podía ser que hiciera que me muriera de risa todos los días. Y me dije a mí mismo: este tío es demasiado poco conocido para lo que tiene dentro. Y desapareció el programa de Julia tiempo después

Resulta que Pablo Motos empezó en la radio en Requena, su pueblo. Luego se fue a RNE de Utiel (cerca de Requena) y luego se fue a Onda Cero en Valencia. La cuestión es que en el tramo local, en el "Protagonistas Valencia", era líder de audiencia... Una pasada, porque ese liderazgo siempre ha sido casi patrimonio exclusivo de la SER, aunque ayudaba ir después de Del Olmo, que en esas horas, era o líder también, o casi. No sé exactamente cómo es que Julia conoció a Motos, ni cómo comenzó sus colaboraciones en el programa. Ni idea. Quizá alguno lo sepáis... La cuestión es que cuando Pablo Motos se fue a la tele me reafirmé en mi teoría del final de los 90: la radio estaba en un momento extraño y de crisis. Estaban sustituyendo a espacios como el de Julia Otero por espacios grises como el de Marta Robles. Primaba el no innovar y el estar a buenas -o simplemente, no molestar- al gobierno y daba igual la calidad de la radio. Fue un tiempo... raruno. 

Así que cuando me enteré de que Pablo Motos volvía a la radio, cuando Gavela dijo: "este tío, que venga", dije: "¡hostia puta! ¡qué acierto!" El producto tenía que ser bueno. Desde el día 1 yo ya era oyente. Me desperté a las 6 h. para escuchar el comienzo. El equipo de Motos era el que todos conocemos de "El Hormiguero" y alguno más, como Arturo González-Campos (el de "La Parroquia...") Alguno, como Juan Herrera, era una "hormiguita de la radio", dicho sea en el doble sentido, y ya era conocido para mucha los más frikis... pero ni una estrella de la tele. Y consiguió superar los 700.000 oyentes, él con su equipo, solitos, con la "mini-cadena" que era M80. ¡Grande!

El problema... la tele. Me encantaba de Pablo Motos que siempre considerara que la novia con la que se casaría sería la radio, y que la tele sólo sería una amante ocasional. Lo que pasa es que al final debía ser que dos tetas tiraban más que dos carretas, y la amante tenía unas tetas de silicona gigantes con las que su novia no podía competir... La pasta es la pasta. Y un poco de este tema, de su juventud -complicada- y de cuando ganó el festival de Benidorm, y de la tele... va este radiochip de hoy. Es una entrevista que le hizo Isaías Lafuente a Pablo Motos en el "A Vivir..." en verano de 2009. En este radiochip motuel podréis escuchar más al "Motos persona".


Mola un huevo cuando, en vez de hacer la típica foto de Luis del Val, la "foto" se la hacen Juan y Damián haciendo de Trancas y Barrancas.

No sé... en el fondo creo que le deseo a "El Hormiguero" que fracase alguna vez. Para que vuelvan (él y su equipo entero a poder ser) a la radio. Me importaría menos si, desde que se hubiera ido de la radio, hubiera existido algún despertador que me hubiera enganchado igual. Pero es que no lo ha habido. Es más: ahora la cosa es hacer todo barato: poner música y, a ser posible, que los presentadores creen un clima lo suficientemente agradable para que puedan enganchar al máximo de gente con el mínimo de gasto. Nunca, nunca, nunca, jamás ha habido desde entonces un despertador que lo iguale. Quiero que Pablo Motos vuelva a la radio. Julia Otero intentó al principio de la temporada pasada, aprovechando eso de que Onda Cero y Antena 3 son lo mismo, que Pablo colaborara en el programa. Y nada. ¡Qué pena! ¿no?

Vaya fotico ¿eh? Igualico, igualico que ahora. Porque es él, creedme. De cuando él quería ser "un Luis del Olmo"... 

9 comentarios:

  1. Qué grande era ese programa, y qué poco lo escuchaba... (entre que era pequeñajo, colegio, "mal" horario...). Lo mismo con el de Arús. Grandes.

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  2. Me pasa algo curioso con Pablo Motos. Me encanta en la radio pero no lo soporto en TV. Es algo irracional.

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  4. Me ha hecho gracia el símil de Pacman, de los pechos y la tele. Hay quien las prefiere naturales :D

    Saludos Bloggeros.

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  5. Arús, Buenafuente, Sardá, Motos, el cansancio... Como tira la tele ¡La madre que parió a los que prefieren fama y fortuna!

    Incluyo en el lote de los que abandonan el medio, aunque no lo hicieran como los anteriores, a gomaespuma. De hacer humor pasaron a ser periodistas chistosos, y de ahí a 'sus labores'. Triste.

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  6. Muy bueno peor tio, pero me prometiste la "hora tremolina" hace varias semanas y sigues sin cumplir! grrr!!!

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    1. sigo buscando... puede que tenga trozos... en zaragoza... snif... antes o después aparecerán.

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  7. Qué bueno fue ese verano de Isaías en el A Vivir. Me encanta Del Pino pero Isaías tiene un punto tan, tan majo...

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