Antonio Lobato y la radio

Que sí, que sí, que el de la foto es "el calvo de Telecinco". O sea, el que acompaña a Alonso (que es ovetense, como él, por cierto) y lo retransmite por Antena 3. Es decir, Antonio Lobato Porras. Como al mundial de Fórmula 1 le queda nada para empezar, qué mejor que hoy para hablar de Lobato y la radio. 

Resulta que Lobato comenzó en el ABC, en la sección de deportes, pero pronto se fue a Radio España, para después irse a Onda Cero. Así que estuvo cubriendo deportes (ahí lo vemos en una Vuelta) hasta 1994. Y se fue, como todos sabemos, a Telecinco. 

Puede parecer que esta entrada es un poco carente de contenido y que en realidad lo importante de esta entrada es ver la foto de Lobato con pelo, que por cierto me pasó @javizerox. Y no os equivocáis lo más mínimo. Esta foto es buenísima y justifica una entrada  antes del campeonato de Fórmula 1. 

Para justificar esto un poco más debería poner hoy un radiochip de Lobato en Onda Cero en esos tiempos... Pero no. El radiochip de hoy, sin embargo, es de Lobato en Onda Cero. Por casualidades de la vida, el tiempo ha hecho que Onda Cero haya pasado accionarialmente de ser "amigüita de Telecinco" a "parte de Antena 3". Y Lobato ha corrido la misma suerte...por casualidades de la vida ha pasado de ser de Telecinco a Antena 3. ¿Y qué ha pasado? Pues que el año pasado Lobato había vuelto a colaborar en Onda Cero (en "Radioestadio del Motor" con Rafa Fernández) haciendo sus aportaciones. Casi en primavera de 2012, Ángel Rodríguez (¿nadie lo echa de menos? -yo, no-) entrevistaba a Lobato en plan "bienvenido a casa de nuevo". Y hablaron mínimamente de Onda Cero y de los años antiguos. Sí, en aquellos años en que Ángel Rodríguez estaba precisamente o en la SER o en RNE. Aquí va el radiochip ovetense que me pasó @carlosgolde: -qué entrada más wiki la de hoy-

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La verdad es que se lo ha montado bien con el tiempo. Recuerdo las retransmisiones desde Oviedo; ese Alonso desde el balcón, y la gente, entretanto, gritando "Lobato, Lobato" mientras él se comía las ganas de saludar, porque claro, el protagonista era Alonso. En realidad, todo formaba parte del espectáculo. Hubiera molado ver qué pasaba con un saludito.