contra el Rey

Conocido es por todos que Federico Jiménez Losantos ha tenido más de un toque por meterse con el todavía rey una y otra vez. Incendiario que es él. No era un tema que tocara a diario, pero casi, casi... Que si Juan Carlos esto, que si lo otro... Vale. 

Lo que mola es el Fede de las musicales, es decir, Cárdenas. Cuando aquella entrevista de Jesús Hermida al rey, no dejó vivo ni a uno ni a otro. En el programa en que "despertarse con buen humor es posible", tuvimos 13 minutos de monográfico regio. ¿Que no? Aquí va el radiochip antimonárquico:

Vale... Escuchado todo esto, vamos a dejarnos un poco de lo que dice y nos fijaremos en el formato de cómo lo dice. Es un documentazo para afirmar que su estilo es federiquiano totalmente. Esta cosa que se repite tanto, se puede demostrar con este radiochip. Fijémonos:

1.- Monólogo expresando una opinión sobre un tema de manera improvisada e inconexa.
2.- Música de fondo "chumba-chumba" mientras da el monólogo, según se le va ocurriendo. No habla sobre vacío.
3.- Los cortes e informaciones introducidos por otra persona (la chica en este caso) y cuando entran, los corta (los cortes) en directo cuando se le ocurre algo. Los corta a destiempo, según convenga.
4.- El monólogo, que en realidad está dirigido al oyente, formalmente va dirigido a la persona que critica. Es decir, critica al rey para el oyente, pero en realidad interpela al rey o a Hermida directamente, que obviamente no van a contestar a través del éter. Y además, lo hacen de tú.
5.- Tanto Federico como Cárdenas no es que tengan entonaciones de radio. A Federico le falta voz y Cárdenas tiene verdaderos problemas de dicción delante del micro.
6.- Silencios valorativos... O silencios de "a ver qué se me ocurre ahora". A veces no sabemos si es una cosa u otra. Pero sirven para dar tensión al discurso.
7.- Imitación de la voz de la persona que habla. Igual que Federico, Cárdenas improvisa la imitación de la persona a la que quiere criticar o ridiculizar. (Hay que decir que Federico tiene más gracia).
8.- Ambos se sienten con la potestad de sentirse "pueblo". De identificarse con el sentir de la calle en contra de los poderosos. La idea de "eh, que yo soy como el oyente, que yo soy como tú." Y puede denunciar lo que quiera en nombre del "pueblo".
9.- Expresarle a la audiencia lo importante y atrevido de lo que se está diciendo. Igual que Federico avisaba de que tal o cual discurso no iba a gustar a tal o cual obispo, Cárdenas recalca que igual al día siguiente no le dejan hacer el programa por la importancia o lo atrevido de lo que está diciendo, por mucho que sepamos todos que en realidad lo que importa es si lo que dice o deja de decir hace que influya en el flujo de publicidad que tenga el programa, o que afecte a la imagen de cadena.
10.- El uso de "os lo puedo asegurar". Ambos suelen jugar con el "yo sé cosas que ustedes no saben, así que créanme que yo sí que estoy informado".

Obviamente, alguna diferencia hay. El bagaje cultural de Federico es estratosféricamente superior al de Cárdenas, y desde luego la capacidad de buscar razones y datos. Incluso su capacidad de hacer reír con chascarrillos. Bueno, es superior en casi todo. Pero, como vemos, el estilo es calcado. Exactamente el mismo. Y luego también está la cosa de que Federico no graba su programa la tarde de antes.

Cárdenas, el aspirante Fede de las musicales. Federico siempre será el rey de Frederyk.