lunes, 5 de enero de 2015

radio nocturna

Para mí, la más importante. La de menos audiencia pero la más importante. Y ya que esta es una noche especial desde críos pequeños, toca hablar precisamente de noches de no dormir. 

Lo más importante para una cadena es que funcionen bien sus mañanas. Te despiertas con ella -es cuando la radio golea a la tele y la deja casi noqueada- y luego los jefazos de las radios esperan que a partir de ahí te quedes con ella. Quieren que sea tu preferida. Las mañanas quieren marcar el paso y darte la sensación de que el resto de la programación está tan bien como en esas horas en las que ponen todos sus esfuerzos e intentan competir a cara de perro. 

Pero la radio que engancha es la de madrugada. Un día, hablando con gente que era muy, muy de radio, yo mantenía que la radio de madrugada debía ser extremadamente cuidada y currada. O al menos, que tuvieran a los oyentes en vilo. Aunque su audiencia potencial fuera mínima. Parecía que había dicho una chorrada... Minutos más tarde empezaron a explicar cómo se engancharon a la radio. Y sin darse cuenta, empezaron a explicar los programas que ellos oían por la madrugada. Hice un inciso en la conversación. "¿Os dais cuenta? ¡Radio de madrugada!" Cerré el paréntesis. 

Casi todo el mundo escucha la radio por la mañana. Luego nos atraen también la noche y la tarde. Pero... desarrollamos todo ese hábito de escucha cuando tenemos la convicción vital de que la radio nos libra del tedio. Nos libra del insomnio. Del rollo: "no puedo dormir, pero mira, así me escucho tal programa". Tener la sensación de que en esos momentos "queda la radio" es extremadamente importante. Es importantísimo tener la sensación de que ella te espera. De que hay gente esperando que te enganches a su programa. 

Todos escuchamos la radio cuando nos conviene. Pero la escucha de madrugada es obligatoria. Porque no puedes dormir, porque tienes un viaje de mierda y tienes que pillar un bus de noche, o porque te ha tocado trabajar de madrugada. La radio de madrugada es íntima. Y todos, todos, todos sin excepción pasamos por ella. Es una audiencia volátil. A todos los que nos hubieran preguntado "qué oyes habitualmente", nunca hubiéramos dicho "el Si Amanece". No. Porque vivimos de día. Pero... Si a un oyente de la SER de toda la vida, a sus casi 5 millones, nos hubieran preguntado: "¿Conoces el Si Amanece?" hubiéramos contestado "sí, por supuesto". Casi todos. Pocas excepciones se me ocurren. 

La radio de madrugada es el semillero de oyentes. Si tu audiencia nocturna es viejuna, ese semillero es viejuno. Es necesario "cultivar" esa franja sin oyentes "reales" para cosechar oyentes no volátiles el resto del día. De los que contestaríamos "yo oigo tal". Sí, la franja de madrugada es muy desagradecida en cuanto a trabajo/EGM. Y por tanto en cuanto a gasto/publicidad, en teoría. Pero es que la radio de madrugada es una inversión. Y en recuerdo/agradecimiento, la radio de madrugada sale rentable. Bueno... el agradecimiento es solo un intangible. 

Dime qué radio emites de madrugada y te diré qué tipo de audiencia quieres cultivar. 

Y de paso podemos ver qué ha pasado al quitar el "Si Amanece..." de las madrugadas. ¿Qué hizo la SER? Lo mismo que habían hecho hace miles de años en la misma cadena, lo mismo que hacía la COPE en tiempos, y demás... Repetir el deportivo nocturno. Vamos a ver qué ha pasado con el tiempo:





















El radiochip de hoy va de cuando Iker estaba en el "Si Amanece..." en tiempos. Va de leyendas urbanas. Del domingo al lunes iba la cosa. Radiochip urbano:


Bueno... Lo de cambiar un programa por la estrella de las noches de toda la vida no es que haya hundido la audiencia, pero la ha mermado. La media de la repetición de "El Larguero" por ahora va en 117.000 oyentes. La media del "Si Amanece..." desde que he puesto el gráfico (final de 2003) es de 163.000. Que han pasado tantos años y los datos bailan tanto a esas horas, que decir "un tercio de los oyentes se han ido" es algo arriesgado. Lo que está claro es que el bajo coste no ha mejorado lo que había. Y, sobre todo, la sensación de que te dan un contenido enlatado y de que "no nos curramos nada lo que hay, porque nos da igual que oigas o no". Y eso de que sepas que está ya enlatado es como decir "ni los de la radio escuchan". Bueno, un horror. 

Es un buen día para hacer una encuesta... ¿Te enganchaste a la radio de madrugada? ¿Sí o no? 

16 comentarios:

  1. Pues yo no, porque yo la escuchaba a todas horas desde el principio.. pero sí es verdad que recuerdo con especial cariño esas noches de El larguero y Hablar por hablar, y del Si amanece en verano.. era cuando escuchaba la Ser a todas horas.

    Yo en mis noches de insomnio acabé optando por no oír la radio, porque me generaba más pensamientos y me cansaba más.. aunque tampoco acabé durmiendo demasiado bien, la verdad, hasta hace unos años, y desde luego no fue por la radio tampoco..

    ResponderEliminar
  2. Me enganché en una noche de insomnio a un programa de Radio Nacional, "Afectos Matinales"
    Iba de 3 a 6 de la mañana, el programa no era muy innovador ni tenia mucha enjundia, pero yo me partía.
    Se basaba en llamadas de oyentes, proponían un tema, hacían concursos, etc. Llamaban siempre los mismos camioneros y la misma gente.
    La clave, la química entre los presentadores Jordi Tuñon y Queralt Flotats, tenían un buen rollo increíble.
    Lo escuchaba por podcast pero lo cancelaron, una pena.

    ResponderEliminar
  3. Yo por insomnio acabé en la Onda Corta.Radio Berlín,Radio Moscú,Deustch Welle,Radio Praga,RAI y su programa 'notturno italiano',BBC,Radio Nederlnd,etc,ecc.De programas domésticos,'Pabellón de insomnios','A buenas horas',Nacionl r-1','Las mil y una','Luna y dos','Tren de medianoche','Turno de noche','La rosa de los vientos','Hablar por hablar'(en el circuito catalán antes de emitir para toda España) 'Sesión de madrugd','sesión de noche','si amance'...la lista es larga .Seguro que olvido a muchos,pero es tanto el tiempo pasado.La radio en la madrugda tiene algo especial.Es más cómplice del oyente.Prefiero ciertas horas en la noche que en las tardes o mañanas.

    ResponderEliminar
  4. Insomne desde niño ... mi madre me ponía la radio para que dejara de dar la vara ... me tragué desde Encarna a cualquier cosa que pusieran.
    Hasta que murió Cebrián, la Rosa ... y hasta que lo defenestraron, Si Amanece.
    Ahora, no hay nada que valga la pena ... tiro de podcasts raros ...

    ResponderEliminar
  5. Coincido con la misma percepción: hoy por hoy, no encuentro una oferta que me mantenga en vilo como sí lo hicieron programas como el Si amanece, A cielo abierto o La rosa y Turno de noche.

    Ahora mismo, para mí, lo más potable es el No son horas, aunque no me termina de gustar el estilo del Salas.

    ResponderEliminar
  6. Me gustaba especialmente "La Hora Loca" con Jordi Tuñón y Silvia Tarragona; seguida por "La puerta del misterio" con Luis Chapinal. De 3 a 4 de la mañana en los buenos tiempos de Radio Nacional.

    ResponderEliminar
  7. Enganchado, enganchado 2 programas. Hablar por hablar, en otros tiempos, y (por eso de que era muy joven) "La Mar de Noches" en su primera etapa en Los 40.

    ResponderEliminar
  8. Para mi gusto, el último programa decente de madrugada ha sido el "afectos matinales" de RNE. He pasado por todos: empecé con el "si amanece", posteriormente me cambié de chaqueta a Onda Cero (imbatibles: "ya te digo", "la rosa de los vientos" después y Pumares los fines de semana) y luego a la COPE ("a cielo abierto").

    ResponderEliminar
  9. Parto de una base: la primera vez que controlé para mí una radio tendría 12 años (un amistoso de España en Tenerife). Oía Cope, es decir, a García, pero alternaba con Radio 1, la que oía mi abuelo para los carruseles del domingo (ésta y la autonómica). Ahí me topé con un programa romántico, otro de Parada, el de Manolo HH en los findes con una sintonía que me encantaba... Sí, las musicales no las había descubierto. Eso sería 2-3 años después, para rellenar cintas amateurs (y a falta de 100 y por mi ojeriza a Prisa por oír tanta cope, épocas primarias donde uno era siempre de color azul, en Top-Radio España)...

    Luego, con el zapping, descubrí otros programas. El Océano Pacífico de María Quirós en Dial, para relajarte (o su antítesis Tropicana, para bailar... sí, eran tiempos donde sonaba bastante bachata en 40 y Dial...). El Pensando en Ti de la Radio Galega y su eterna sintonía de Marc Antoine (Latin Quarter)... que básicamente es lo que oía y oigo del programa, claro. El programa de Cope de noche (la burra al trigo), de Rafael Ruiz (antes música para adultos de los Populares y Valeiras). Y, años después, con García en Onda Cero (cómo no, siguiendo al hoy amigo de De la Morena), el programa de Cebrián. Historia con sencillez y atracción. Misterios de los que uno huía (será porque lo primero que oí, tras descubrirlo durmiendo, era una tertulia con profecías y demás... :p ). Porque como diría Juan Diego Guerrero, siempre queda la radio (y la sintonía de Beyond the Sunset).

    El último gran programa al que me enganché era el de A cielo abierto con Enrique Campo. Es lo que tenía que hablaran de televisión 1 hora, descubriendo otros contenidos. A partir de ahí, zappings sin amor fijo a un programa, sino a cositas como sintonías (la de Milenio 3, la de los sumarios de La Rosa sin Cebrián), ... , y por otros motivos (laborales), al programa de madrugada del verano de Onda Cero (En marcha), al que soy asiduo cada verano pero no como currante, por desgracia.

    Las madrugadas no son horas (como dice el Salas, otro programa que oía por cosas laborales), pero sí son las horas que te enganchan más a la radio. Sonidos en bajito, voces cálidas, curiosidad, complicidad, tú y la radio solas (no en un autobús de 50, donde también puedes descubrir programas, cierto, pero...). Horas para empezar a enamorarse de este bonito invento llamado radio.

    ResponderEliminar
  10. Particularmente me enganché a la radio nocturna a ratitos de muchos programas tras los deportivos de medianoche. Primero con Hablar por Hablar y El cine de Lo Que Yo Te Diga (Cadena SER). Más tarde y en diferentes momentos llegaron a mi almohada el Si Amanece nos vamos y Milenio 3 (SER), Afectos Matinales (RNE), 5 lunas (Punto Radio), La Noche Caprichosa y ¿Qué te cuentas? (Los 40)... La Noche es Nuestra (Onda Cero y Europa FM)...

    Mención para la noche del domingo al lunes... ¡¡la gran olvidada!! Esos días eran de Tarjeta Oro y La Noche es Nuestra (Onda Cero), de La Noche con Roberto Pablo (COPE), el también citado 5 lunas y alguno más que me olvido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 5 Lunas, es verdad, en la etapa de Reyes Monforte lo oía.

      Eliminar
    2. Pronunciar ese nombre es invocarlo!

      Eliminar
  11. A todos nos trae recuerdos la radio nocturna. Aunque yo empecé en la radio con "El Larguero" en vacaciones, luego a veces no tenía sueño y me tragaba lo que seguía, especialmente el "Hablar por hablar", claro. Como los domingos todo el mundo estaba con los toros, pillé en Radio Nacional el programa "Historias", del que me aficioné. Tengo en un CD un montón de ellas que encontré en una página web. El "Si amanece..."lo escuché especialmente un verano que lo colocaron después de "El Larguero". También recuerdo un programa de Los 40 Principales que emitió un verano, debió ser 1999 o 2000, "40 de Fiebre".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 40 de fiebre se emitió en el verano de 1998 desde Málaga para toda España, anteriormente y después solo para Andalucia. Saludos

      Eliminar
  12. Si, yo también me enganché con el Hablar por hablar y Si amanece... En una noche insomne de junio de hace muchos años, que buenos recuerdos.

    ResponderEliminar
  13. Por supuesto. Me enganché a la radio de madrugada, en aquel primer año de carrera fuera de casa. Metida en un piso (perdón, habitación con derecho a baño) sin televisión, con una pequeña estufa y una radio despertador. Lo que empezó como "poner algo de ruido de fondo, a ver si me entra el sueño" acabó en una relación de amor-odio apasionada a lo largo de los siguientes años, hasta hoy. Yo era de las que tenía los Afectos de la Tarragona y Tuñón como placer culpable, enganchándome a sus temas de debate y sus risas a pesar de tantos gritos y "tilín tilín" de pulseras de fondo. Era de las que encontraba entrañables a los panaderos de toda Galicia hablando entre hornada y hornada en el Pensando en ti. Era de las que se lamentaba (y aún me lamento) de lo tarde que va el No son horas de Salas, benditos podcast. De las que se echó alguna risa inconfesable cuando la fórmula de La Parroquia aún estaba fresca. Cuando las exigencias de la vida te "curan" el insomnio, mi amor por la radio se mantuvo, pero fui cambiando de horario. Entonces me enamoré de Toni Garrido en particular, y de Radio Nacional en general. Pero el Gobierno decidió acabar con nuestro amor. Una vez más, benditos podcast. Julia supo solucionarme la papeleta, aunque sea un poquito. Hoy ya me cuesta imaginarme en casa sin la radio de fondo, prestándole atención o no. Soy un poco vagabunda de las ondas desde el saqueo a la pública, pero sí me mantengo fiel a mis Elefantes en Radio 3 y al Cifu en Radio Clásica.

    ResponderEliminar