«No invente, señora, no invente» es lo que diría a Federico. Sí, sí, Federico Jiménez Losantos, nuestro Fede de Teruel.
Hay varios tipos de incrédulos con los estudios de audiencia, y hay dos de esos tipos que no sólo me sacan de quicio, sino que además merecen que se les haga el saludo de Moderdonia sin mirar. El primer tipo lo componen los que queriendo criticar el EGM critican las leyes estadísticas y de la probabilidad. Se puede criticar un estudio de audiencias, pero no las leyes matemáticas. No se pueden desafiar.
El segundo tipo lo compone aquella gente que no hace esfuerzo ninguno por perder 15 minutos de su tiempo en preocuparse en saber cómo va el estudio, qué datos ofrece, o trabajando en el medio, no piden a alguien que sepa que les informe durante 15 minutos de qué va la fiesta.
Todo viene porque leí lo siguiente en El Mundo:
Nuestro Fede: «Hay un dato más representativo: las descargas. El año que viene van a comenzar a medirlas. ¿Por qué no lo hacen ya? Por la corrupción. No hay tantos millones de personas escuchando la radio. No es verdad que haya cinco millones oyendo la Ser. Eso significa que hay 15 millones de personas oyendo la radio cada mañana. Eso es falso rigurosamente. El dato se multiplica por un acuerdo con las centrales de medios. Hay una omertà conveniente para todos menos para los nuevos, a los que les van admitiendo poco a poco. Además, hay animadversiones, y yo toda la vida he dicho que el EGM es una porquería. Ojalá tuviéramos mediciones de verdad.»
A ver, a ver, a ver... Querido Federico... De aragonés terco a aragonés más cabezón, si cabe:
1.- ¿Que no se miden las descargas por la corrupción? Venga, hasta luego. Idea loca. No necesita contestación.
2.- «No es verdad que haya 5 millones escuchando la SER.» Por supuesto que no. Según el EGM, 4,2 millones a lo largo del día. Se dan audiencias acumuladas, no la media de audiencia. Es decir, son 4,2 millones de personas los que a lo largo del día pasan al menos 20 minutos de su tiempo escuchando la SER. En la tele se dan audiencias medias, es decir, que si «El Hormiguero» marca 4 millones de televidentes, significa que la media de gente delante de la tele viendo Antena 3 era 4 millones, y en algún momento serían 4,5 millones, y en otros momentos 3,3 millones. Cuando se dice que el «Hoy por Hoy» tiene casi 3 millones de oyentes, quiere decir que pasan por esas 6 horas y 20 minutos de programa casi 3 millones de personas en algún momento.
De ahí que los programas de radio se alarguen como un chicle, o que se hagan 2 programas distintos y con presentadores distintos y les pongan el mismo nombre: Cuanto más duran los programas, por fuerza, sube la audiencia acumulada... que no la audiencia media. En la tele al revés. Tratan de recortar el inicio y final de los programas de tal manera que la media sea más favorable.
3.- «Eso significa que hay 15 millones de oyentes de personas oyendo la radio cada mañana». Que no, Federico, que no. Como invente los datos de su programa igual que habla de las audiencias, los oyentes de esRadio van aviados. Lo peor de todo es que lo único que tiene que hacer es ir y mirar los datos, que para eso esRadio está dentro del EGM y tiene los datos a su alcance.
La hora punta de la radio generalista está entre las 8 h. y las 9 h. de la mañana. Y la audiencia total de toda la radio generalista a esa hora son 4,2 millones de oyentes. «Hoy por Hoy», por ejemplo, a esa hora, tiene más de 1,3 millones de oyentes, y Herrera 1 millón. Federico se flipa muy fuerte porque los datos no se los inventa el EGM... se los inventa él. Se lo saca todo de la manga. ¿Y nadie se atreve a decirle nada? ¡Hombre, por Dios! ¡Con los datos delante!
A partir de ahí, todas sus teorías de la conspiración ya me las puede contar en el idioma que quiera. Si se inventa lo que le da la real gana cuando habla de este tema con los datos delante... ¿Qué caso le podemos hacer cuando nos cuenta una historia de conspiración fuerte?
El radiochip de hoy es de un «Todo va Mal» de Víctor Fernández (no el entrenador, sino el de la COPE en Sevilla), en «Tiempo de Juego» en el que bromeaban —en diciembre— sobre el EGM. De eso que no se explicaban cómo es que el sábado eran líderes y el domingo no... Como paso de explicarlo una vez más, pues paso palabra y os quedáis con este radiochip del ir mal:
Pues eso... que se puede criticar al EGM todo lo que se quiera. Absolutamente todo vale y es admisible... Excepto 2 cosas:
1. Meterse con las leyes matemáticas.
2. Inventarse la vida.
A partir de aquí... cualquier crítica puede ser considerada. Pero es que si se incurre en cualquiera de las dos circunstancias, el único que pierde credibilidad es el que intenta desacreditar el estudio.
Es "Todo está mal", o más bien era. La última sección es de diciembre, quizás esa misma. DEP
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