termina pasando

Lo mejor es que se acepte. Es normal. Lo saben todos los de la radio, los saben todos los jefes y los sabemos los oyentes. Cuando hay un cambio de cadena en donde se ha estado un buen tiempo, y más si uno se ha identificado mucho con ella... pues lo de siempre, lo del "no se confundan"... Pero aplicado al que está delante del micro.

Lo tenemos reciente... Manolo Lama diciendo que "hay gol en Carrusel", Joseba Larrañaga el primer día de "El Partido de las 12" diciendo que "mañana volveremos los de El Larguero", y en muchos más sitios, muchos más casos. Ocurre. Ya he comentado alguna vez que pondré un radiochip de Julio César Iglesias en la SER diciendo que habría más información "en Radio Nacional". ¿O era al revés? Bueno, da igual...

Hombre, estas cosas pasan sobre todo al principio... Aunque en realidad yo diría que esto pasa cuando la gente se relaja, más que "al principio" o en cualquier otro momento. Ocurre cuando tiene que ocurrir. Cuando el cerebro hace "plas" y se te va la pinza.

Al último que le ha ocurrido es a Xavi Martínez. Estas cosas son un poco del rollo "Tierra, trágame", porque nadie se va de la SER a Radio María, o de Los 40 a Radio Marca. Estas cosas pasan... pues nombrando a la competencia, en su caso. Porque ahora la marca Europa... no es cualquier marca, que ya es una grande. En este caso, obviamente, "MegaStar" se convirtió en "Europa" por una jugada del preconsciente, y ocurrió ayer mismo. El espíritu de Europa, que aparece cuando menos se lo espera uno. Gracias a @ddparamo por el radiochip eh, eh, eh, Europa:

Primero una excusa, luego el cambio de tema... Pero al final quedó bien, porque fue un momento de hacer el tonto, y quedó friki al final a lo Pepe Domingo, haciendo referencia al truco que ellos mismos se habían marcado, sabiendo qué les iba a ocurrir... Que se note que se comparte cadena. Ya que la había cagado un poco, terminaba "a lo corporativo".

Estas cosas curiosas ocurren cuando ocurren. No tienen más. No hay drama. Lo importante para los oyentes es que quede simpático y bien. (Y qué narices, también nos hace gracia notar ese momento de tensión, de "ay, ay, ay" que siempre queda muy curioso, claro).