Estaba con un amigo en el coche. Después de un rato largo de música me dijo que pusiese «alguna que hablasen». Era viernes antes de cenar, así que me puse a buscar... Estábamos en Tarragona, y él ni papa de catalán. Así que a esa hora en concreto tenía dos opciones en español: o la COPE o RNE. En Tarragona la COPE (93.5 FM) nos pillaba mucho más cerca que la 106.5 FM, Pusimos la COPE.
Ahí estaban los de «La Linterna», en el rato del «equipo económico». Ay, Dios... Creo que tengo que hacer una pequeña introducción antes de volver al tema...
Antiguamente, hace muchos años, para hablar por la radio casi había que ser un experimentado locutor. Pronunciar perfectamente, respirar no sé cómo, tener una determinada agradable voz, y demás. El tiempo hizo que todo eso se relajara bastante. Ahora habla por la radio cualquiera. Esto está bien, porque si no... menudo rollo. Pero... ¿No podemos encontrar un término medio?
Vale que las tertulias tienen que ser un poco movidillas. Vale que tiene que poder hablar casi cualquiera. Vale que mil cosas más. Pero no pasa nada por pedir un poquito que se entiendan las cosas, que se dejen respirar, que los contertulios estén mínimamente informados... Vale que no se puede uno constreñir solo a lo que sabe al dedillo. Pero esa desinhibición de poder decir cualquier cosa como si el oyente se lo fuera a tragar todo por muy chorras que sea...
Un término medio, señora. Queremos un término medio.
Vuelvo al tema... Gracias a las quejas de este amigo, me di cuenta de el «equipo económico» del viernes era una tasca. Por muy doctor en algo que se sea, uno puede hablar como si estuviera en una tasca. Y esto es lo que ocurrió en el programa. Añadamos también la risa de Pin Arboledas... Eso le daba a la antena un toque de olor a vino añejo que no sabíamos si cambiar de cadena o pedirle a Cosme que nos pusiera otro chato.
Como no es cuestión de poner un radiochip que dure más de media hora (si quieres descargarlo, puedes pinchando aquí), he hecho una mezcla con lo mejor de aquella tertulia. Radiochip de la vinatería de ambiente selecto:
Moríamos con la risa-matasuegras de Pin Arboledas. Empezó horrorizándonos y terminamos partiéndonos cada vez que decía una chorrada sin gracia y soltaba su matasuegras invasor de tímpanos. El pobre hombre estuvo fuera de España y confesó haber pagado más de 600 euros a su compañía telefónica.... Un tío tan desinformado —o tan rico, quizá— como para no tener en cuenta cuánto cuesta el teléfono fuera... ¿Me quiere decir alguien va a hacer caso de sus conocimientos sobre este campo?
Nos partimos cuando dijo que lo de que el aceite de oliva o el jamón era bueno era cuestión de unos estudios científicos previamente pagados. Y que las cosas de ingenería, igual. ¡Dios mío! ¿Quién le habrá enseñado eso? ¿Un «bruseliense»?
Hubo trozos donde era imposible entender nada. ¿Les habrían sacado también unos quesos? Eso sí que era una fiesta. Yo quiero que hagan el programa fuera del estudio y me informen de la bodeguilla o taberna en donde harán la sección de economía. En Intereconomía tenían el vino encima de la mesa, pero en la COPE parecía que corría por sus venas. He escuchado «tertuliones» y «debates de los jueves» mucho más ordenados y fáciles de entender.
Como no es cuestión de poner un radiochip que dure más de media hora (si quieres descargarlo, puedes pinchando aquí), he hecho una mezcla con lo mejor de aquella tertulia. Radiochip de la vinatería de ambiente selecto:
Moríamos con la risa-matasuegras de Pin Arboledas. Empezó horrorizándonos y terminamos partiéndonos cada vez que decía una chorrada sin gracia y soltaba su matasuegras invasor de tímpanos. El pobre hombre estuvo fuera de España y confesó haber pagado más de 600 euros a su compañía telefónica.... Un tío tan desinformado —o tan rico, quizá— como para no tener en cuenta cuánto cuesta el teléfono fuera... ¿Me quiere decir alguien va a hacer caso de sus conocimientos sobre este campo?
Nos partimos cuando dijo que lo de que el aceite de oliva o el jamón era bueno era cuestión de unos estudios científicos previamente pagados. Y que las cosas de ingenería, igual. ¡Dios mío! ¿Quién le habrá enseñado eso? ¿Un «bruseliense»?
Hubo trozos donde era imposible entender nada. ¿Les habrían sacado también unos quesos? Eso sí que era una fiesta. Yo quiero que hagan el programa fuera del estudio y me informen de la bodeguilla o taberna en donde harán la sección de economía. En Intereconomía tenían el vino encima de la mesa, pero en la COPE parecía que corría por sus venas. He escuchado «tertuliones» y «debates de los jueves» mucho más ordenados y fáciles de entender.
ResponderEliminar"Antiguamente, hace muchos años, para hablar por la radio casi había que ser un experimentado locutor. Pronunciar perfectamente, respirar no sé cómo, tener una determinada agradable voz, y demás. El tiempo hizo que todo eso se relajara bastante. Ahora habla por la radio cualquiera. Esto está bien, porque si no... menudo rollo. Pero... ¿No podemos encontrar un término medio? "
Lara Lopez, Radio 3, ¿es 'zopaz'? Que cecea.
Eso más que una risa parece una taser
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ResponderEliminarLa hora del equipo económico suena a radio añeja, para lo bueno y lo malo, especialmente cuando Pin Arboledas aparece por ahí con su risa de Epi, el de "Barrio Sésamo" y su "siempre nos quedará la UCD", que casi nunca viene a cuento, pero que se ha instaurado como eslogan. La cosa empieza con Colmenarejo saludando en plan colega a los tertulianos, hablando del tiempo o la ropa que llevan o de si la vida es más dura por ser de izquierdas o derechas. De ahí saluda a Joaquín Vizmanos, que con voz gangosa y aburrida, cuasi paródica, dice siempre "aquí estamos" o "aquí seguimos", que parece que va a decir "que harto me tenéis de esta mierda". Y ya presentada la tasca, empiezan con el debate (al que solo le faltan los ruidos de vasos con líquidos de todo tipo y cigarrillos encendiéndose para que la cosa suene más vintage), que casi nunca aguanto por el masaje que le hacen a cualquier cosa que haga el PP.
ResponderEliminarYo recomendaría que los aficionados a la radio escuchasen al menos un día ese rato, un islote que queda hasta freak y que es más honesta y aguantable que las ranciedades con pretensiones que cuela la COPE a muchas otras horas en su parrilla.
Tal como lo contáis, parece la heredera directa de la mesa camilla de Encarna Sánchez. ¡Si los suecos levantaran la cabeza!
EliminarEntre Herrera, Colmenarejo y los deportes, los suecos no se ganan el sueldo.