Iker de visita

Este fin de semana ha habido un ratito de radio que para muchos ha sido esperadísimo. Iker Jiménez estuvo visitando a Bruno Cardeñosa y Silvia Casasola en "La Rosa de los Vientos". Durante años han sido competencia, y había cierto morbo por ver qué pasaba. De hecho, como curiosidad, en esta visita hablaron de si había mucha expectación y de cómo eran los "rosaventeros" y los "milenarios" en las redes. Y de si habían sido oyentes compartidos. 

Iker ya había sido "rosaventero" en el pasado. De hecho, en el blog una vez hablé de una "alerta OVNI" de 1997 -acompañada de foto en la que salen entre otros Cebrián, Iker y Bruno- en la que se puede escuchar a mucha gente conocida hoy. Se podía escuchar en aquella grabación a Callejo, Mar de Tejeda, Eva Orúe, Pablo Motos e Iker Jiménez. Este "rosaventerismo" en el ADN quedó claro cuando murió Juan Antonio Cebrián. Aquella noche "Milenio 3" le rindió homenaje. 

Cuando empezó la temporada, Bruno Cardeñosa bromeó con el nuevo estudio de Onda Cero. "Esto sí que es la nave del misterio", dijo. Este sábado de madrugada terminó de ser cierto. 

Bruno y Silvia tuvieron un invitado fácil de entrevistar... o muy difícil. Porque es dejarle el micro a Iker y termina siendo casi un monólogo. Decía Iker que no sabía qué era el éxito, pero que en el rato en que hace sus noches del misterio, la gente no se pone a mirar el móvil. Doy fe. Una vez vino a Zaragoza para que le entrevistara Mª Cruz Soriano, la sala se llenó -hubo gente que no pudo entrar porque estaba a petar el lugar- y puedo dar fe de que no sonaba ni el volar de una mosca. En un momento dado dijo: "¿Se me oye bien?" Y todo el público en un microsegundo contestó un seco "sí". En plan: "Que sí, que sigas". Efectivamente, eso era un éxito. 

Por cierto... el radiochip de hoy es la entrevista que le hicieron en el programa de la madrugada del sábado al domingo, Radiochip rosaventeriker: 

De esto que al final todo se convierte en Iker contando historias, que es lo que gusta. Nos ponemos en nuestro papel de serpientes encantadas de ser encantadas. Que igual os habíais perdido este ratito de radio y no podía ser que así fuera.