lunes, 14 de mayo de 2018

la oyente disconforme


Como todos sabréis, los domingos, en la última hora del «A Vivir...» hacen la sección de las preguntas de Broncano. Se baja debajo de la radio, y va preguntando a la gente que pasa por la Gran Vía cosas sobre el tema del que van a hablar después.

Esta vez ocurrió una cosa curiosa: Broncano se topó no con una oyente sino con una ex-oyente. Bueno... en realidad no era tan ex-oyente, sino una oyente que creía que Broncano hacía chistes que molestaban. A ver... para entender bien la situación tenéis que escuchar este radiochip de la disconformidad: 



La señora con galgo iba por la calle... Y llegó la controversia. Le faltó tiempo para dar rienda suelta a su crítica. Broncano hizo un chiste sobre un señor viejo, que dijo que «olía a tierra», esta señora estaba escuchando y le pareció de mal gusto. Así que la mujer dejó de escuchar el programa en el horario en que salía Broncano.... Sin embargo, decía que le escuchaba todas las noches. Decía que ese chiste era impropio de la SER, que era una cadena que «respetaba a la gente».... La mujer se había quejado a la cadena y además estaba esperando respuesta. 

Yo, la verdad, estaba (y estoy) de parte de Broncano. [La expresión quedó divertida.] Enfadarse con ese chiste hasta dejar de escuchar el programa sólo por eso me parece de ser un poquito intenso con la vida. Pero el momento de radio fue genial. 

Como comentaban Broncano y Del Pino en antena, ¿qué posibilidad había de que la persona que pasara por la calle fuera una oyente, o que fuera ex-oyente y que estuviera enfadada por un chiste de justo la persona que le entrevistaba? Hombre, siendo que el programa es escuchado por 2 millones de personas en algún momento del fin de semana, no era difícil, pero que fuera una señora que tirara un moco en antena... eso era más difícil. 

La casualidad hizo que tuviéramos en antena una queja de una oyente así, sin comerlo ni beberlo. Y al final, con la tontería, estuvo divertido.

11 comentarios:

  1. Hay que quitarse el sombrero con la señora, que les da la lección de sus vidas a dos listillos. De intensa nada, una señora que se ha dado cuenta de que el que juega más al límite del fuera de juego no es Ignatius, pese a lo que pueda parecer, sino Broncano. Ignatius hace sus chistes más bestias sobre sí mismo, a diferencia de Broncano.

    Por cierto, eso sí, tengo que reconocerlo: impresionante el discurso de Del Pino sobre el asunto Castelo.

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    1. Pablo Carbonell dice en sus memorias que si algo aprendió haciendo humor por la calle es que no había que burlarse de los viejos y de los niños (de los vulnerables en general). Eso se ve que Broncano no lo ha aprendido, y algún día se va a llevar una *.

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    2. Y añado: no es lo mismo un programa de madrugada, de payaseo, que se mete con todo el mundo, que un programa matinal presentado por un señor serio, que solo se mete con el PP, y de repente hace chistes sobre un señor mayor. El contexto, estúpidos.

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    3. De hecho hubo un momento en la sección de Cansado e Ignatius en la que parecía que Cansado iba a hablar del tema y se escucha a DelPi algo así cómo: "no irás a hablar del #MeToo?" JAJAJA Los progres de laSer!

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    4. Progres de la Ser con música moderna, no lo olvidemos. Al menos Francino admite que es un gárrulo.

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    5. Parece que Alaska y Mario, colaboradores de Yu, le han apoyado el martes en el programa, no sé si nombrándole. He intentado escucharlo pero me estaba volviendo loco con tanto grito. Yo si fuera Castelo agradecería que me echaran de ese sarao. En fin, ahí verá quiénes son sus amigos de verdad.

      https://www.ivoox.com/yu-15-05-2018-tramo-14-00-a-15-00-audios-mp3_rf_25985512_1.html

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  2. La pregunta, como diría Julia Otero, es: ¿Habría dicho que un señor negro parece salido del zoo o que una señora obesa ha comido muchas natillas? ¿Y se lo habría permitido Del Pino? No hay más preguntas, señoría.

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    1. Por cierto, que la falta de encaje de Broncano y su doblez se ve en que las entrevistas suele decir que el problema no es que un oyente o un no oyente se ofenda con sus chistes, que lo puede entender, sino que un político lo utilice para ganar votos. Pues bien, aquí una oyente protesta, y ellos en lugar de pedir disculpas se enrocan en que son los dueños de los límites del humor y que es la oyente la que se ofende en exceso. Un día a Broncano le va a llegar su San Castelo, al tiempo.

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  3. Cada vez tenemos la piel mas fina...

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