lunes, 1 de noviembre de 2021

huesos de santo

El otro día, un amigo del blog, Unai, me pasó una foto del texto una entrevista que le habían hecho al director de Onda Vasca. Creyó, por lo que fuera, que iba a ser de mi interés. Obviamente, se entretuvo en hacerme la foto porque me iba a interesar. 

Por ejemplo, a la afirmación del entrevistador: «La radio, históricamente, siempre se ha adaptado a los entornos y buscado los cambios para ello, pero tiene un patrimonio innegable y con un inmenso y sencillo valor: una voz que te cuenta cosas...» Respondía: «[...] Por muy resilientes que hayamos sido siempre, este es el momento de mayor dificultad del medio [..,]»

Ya sé que no ha dicho nada del otro mundo y que sólo he puesto parte de una respuesta en donde no dice nada loco. Sólo lo he puesto para decir una vez más que cuando en una entrevista aparecen las palabras resiliencia, poner en valor, visibilizar y demás jerga, es que esa entrevista suele estar vacía o permite intuir que hay poco que decir. 

En la primera página que me pasó Unai no vi nada reseñable. Todo cosas normales, sin mucho interés... Un poco de relleno. Pero lo siguiente era curioso. A la pregunta: «Una radio multicanal que incorpora la imagen, convirtiendo el modo de hacer radio en un producto en sí mismo. ¿Se pierde la magia o se gana en curiosidad?» La respuesta era: «Se rompe el misterio pero se genera expectación: "A ver cómo viene hoy este locutor", "a ver qué me cuenta", "cómo se ofusca", "cómo busca la complicidad"... Eso es otro ejemplo de un proceso imparable. O te pones a la altura de los oyentes, los nuevos espectadores de la radio, o te alejas de ellos, porque esa simultaneidad multimedia es la que reclaman y la que te puede dar competitividad. Si tienes una retransmisión interesante y eres capaz de conjugar audio y vídeo, conseguirás un efecto multiplicador del mensaje». 

Cuando las radios emiten en YouTube, siempre, siempre, por definición, lo petan. ¡¡¡¡Que no!!!! ¡Que hay radios que emiten en YouTube lo que pasa y no está viendo ni Cristo! Y no me refiero precisamente a las pequeñas. He hablado de esto en muchas ocasiones en el blog. He puesto ejemplos, he señalado número total de visualizaciones... 

No entiendo cómo este tipo de cosas se siguen repitiendo una y otra vez como mantras y nunca jamás terminan de darse por vencidos. Me decía Unai que Onda Vasca está en el CIES (el estudio de audiencias de ahí) abajo. No lo sé, porque no me he puesto aún a buscar... Pero sé que Onda Vasca no está en el EGM. Y pocas veces alguien me ha hablado de ella. 

Sí, el hecho de grabar lo que se hace la radio en vídeo (sobre todo entrevistas y demás) viene bien a las radios para salir en la televisión, es decir, que les hagan publicidad gratis y que queden molones. Si en la televisión ponen un minuto de entrevista de Aimar Bretos a no sé quién, está muy bien que todo aquello resulte atractivo para que los millones de personas que ven la televisión tengan buena imagen de ese programa. Pero de ahí a que esté todo el mundo que oye la SER pendiente de si Aimar lleva esta camisa o la otra, o si se ofusca, pues mira... 

¿Por qué no se entretiene toda esta gente en mirar las retransmisiones de la radio en YouTube y demás plataformas y ver el numerito que aparece debajo? Suele ser pequeño, enano e incluso minúsculo. La gente oímos la radio en la cama, en el autobús, haciendo la comida, comiendo, yendo por la calle, estudiando, haciendo un puzzle o vete tú a saber. Pero para ver la televisión me pongo la televisión. 

Como es 1 de noviembre, lo mejor es hablar de contenidos modernos y atrayentes, y que están adaptados al mundo actual. Imaginad que hoy queréis hacer huesos de santo. Pues os vais a Onda Vasca y os lo cuentan. 


Esto se emitió en 2017, pero oye, sirve para hoy. Aunque si quieres saber una receta de esto, te metes en YouTube. Ya os lo digo. Supongo que ahora, en Onda Vasca, harían los buñuelos en directo a la vez, o no sé. Y todos pendientes de si no le salen, y ver cómo se ofusca. 

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