jueves, 9 de enero de 2025

siguiendo con lo de la guerra cultural

No es la primera vez que la protagonista del blog es Mariola Cubells, la crítica de televisión de «La Ventana» y que ha llegado a tener programa propio. Hace dos días estuvo en el programa de Francino comentando la televisión desde su púlpito, que siempre me resulta excesivamente previsible. En resumen: hay que politizar absolutamente todos los contenidos en televisión y alabar todo lo que suene a izquierda y hay que decir que da ascopena todo lo que pueda relacionar con la derecha. Es muy simple. Bueno, esa es la impresión que me da. 

Estuvo hablando de que si Broncano guay y que Motos sonaba a antiguo, que Henar Álvarez por fin tendría programa en televisión (de la de siempre) y eso era genial... Y dejando caer como que Mario Vaquerizo (en relación al anuncio que hace Évole con él) iba a ser uno de los invitados de su programa, y claro... que con lo que representa (la derecha, digamos), que no sabía si se merecía aparecer en el programa. ¿Suena sectario? A mí, desde luego, sí. Es que me parece muy loco que todo sea tan previsible y que casi se cuestione si el propio Évole puede o no puede sacar a quien le dé la gana en su programa. 

Total, que Évole llamó a Francino y luego le metieron en directo en el programa. Lo podéis escuchar en esta sección de la televisión y juzgáis por vosotros mismos: 


Me parece loquísimo que con toda la tranquilidad una sección pueda ser tan... de la guerra cultural. Es obvio que igual que Évole puede llevar a quien quiera a su programa, Cubells puede decir que tal o cual personaje no merece (¿merece?) aparecer en él. Pero también está claro que puedo decir que me parece loco que al final una sección de televisión termine siendo lo de siempre: una especie de tribunal inquisitorio en donde se dice qué sí y qué no (y quién no) debería aparecer en televisión según criterios morales políticos. Vaquerizo facha, Vaquerizo borrado del mapa, el hecho de que aparezca con Évole posiblemente en su programa le hace llorar al niño Jesús. ¡Es que ya no se puede ni hacer una promo sin que le caiga la del pulpo! 

En ese mismo programa, según me escribía @KingCros, ese mismo día, cómo no, estuvieron hablando del tema del momento: la extrema derecha, Trump, el fascismo y demás. La cosa es que se relacionan los bulos siempre con la derecha y quien no piensa con una determinada ideología. De nuevo, esto no es polarización: es tribalismo. Al final no se crea una ideología: se crea una tribu en la que caben unos y otros no: donde Mario Vaquerizo, volviendo a lo de antes, está vetado. 

Como comentaba ayer, y precisamente viene a cuento, como comentaban pasado el ecuador del siguiente radiochip, explicaban cómo antes había gente que se callaba porque no se atrevían a pronunciarse, y que ahora no tienen problema en decir lo que se les pasa por la cabeza. 


Al final la estrategia es relacionar los bulos y las mentiras con una ideología: la ideología que miente (los de la tribu de la derecha) y la que dice la verdad (la izquierda). Igual que antiguamente lo bueno y verdadero era lo que tenía que ver con la Iglesia, y lo que no tenía virtudes era lo que estaba fuera del credo. 

Hablaban como si todo el profesorado en conjunto fuera culto (y por tanto de izquierdas) y que los chavales que se creen los bulos son de derechas porque están engañados. Además, que los profesores tenían miedo a enfrentarse a los alumnos... Me parece curioso que den por hecho que todos los profesores son de izquierdas y todos los alumnos son de derechas. ¿No es un poquito raro? ¿Qué manera de ver la realidad es esa? ¿Hace 60 años los profesores eran todos tontos y los alumnos todos cultos?

Fijaos: en un mismo programa, si a estos espacios (política, debate, televisión...) le sumamos la parte informativa, etc., al final tenemos un programa que, a su manera, está dando la batalla cultural, lo cual es muy lícito. 

¿La radio está más en jugar la batalla cultural o en entretener al personal? Comparo estos ratos de un programa de «La Ventana» con lo que hacía Sardà o Gemma (que no estaban tampoco exentos de política, obviamente), y la verdad, es que sí veo una diferencia abismal. 

¿Esto hace que la audiencia del programa se resienta? A la vista de los datos en el EGM, claramente no. Así que es evidente que la audiencia del programa está a tope con este tipo de contenidos (relacionados con el tema de ayer y hoy), que están interesados sobre todo en el juicio político (¿o de tribu?) y también habrá que evidenciar que las tardes de radio aquellas en las que se hablaba de cosas más mundanas son cosas del pasado. Igual el nicho de audiencia es lo de la guerra cultural famosa: quizá pueda parecerme que están más al servicio de la causa que al de entretener a la audiencia, pero quizá hay que aceptar que es la audiencia la que ahora reclama este tipo de contenidos. 

Quizá he estado mucho tiempo hablando de la politización de las temáticas del programa de Julia (que al final es lo que ha terminado siendo), pero igual ellos simplemente eran conscientes que era lo que les reportaba audiencia. Eso sí... ¿Hasta qué punto este cambio en el gusto de la audiencia sale de la propia audiencia o es algo alimentado desde los propios medios de comunicación? ¿Se quejan de la polarización (o el tribalismo, mejor dicho) cuando se dedican precisamente a azuzar eso mismo? Esto sirve para la SER, pero serviría para los programas políticos de esRadio (unos clásicos), los monotemas que se cascaban en RAC1 o Catalunya Ràdio durante años y años de proceso... Tengo la sensación de que todos los días emiten exactamente el mismo programa con el mismo contenido. 

7 comentarios:

  1. La gente que oye la radio por la tarde a estas alturas, habiendo internet e incluso la TDT, es gente que está esperando la muerte, gente puesta por el ayuntamiento. Si les ponen ruido blanco les va a dar igual.

    Y bueno, en los programas políticos de Onda Cero y la Cope son igual de cansinos que en la Ser (veo que G. está de vacaciones y tengo que hacer su trabajo, al menos cobraré doble). Pero es verdad que al menos en la Cope y Onda Cero tienen programas suecos por la tarde. En la Ser no descansan de dar la turra al personal.

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    1. En cuanto a RNE no es que sus oyentes estén esperando la muerte, es que también sus locutores, y durante todo el día.

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    2. Oiga... que oir la radio por la radio estando en casa o haciendo cosas es una cuestión básicamente de comodidad. No querra usted que llevemos el televisor a cuestas para ir escuchando la TDT... ¿Qué idea de bombero es esa? Y estando tranquilamente en casa, antes te pones la radio que chupar bateria del móvil en aplicaciones varias.

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  2. Cada uno que escuche lo que quiera y ya está.
    Luego está el nivel de preparación de cada oyente para filtrar, procesar y seleccionar la información y propaganda que lanza cada uno.

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  3. Pacman ¿sálvame (ya se que se acabó porque salió en la prensa escrita) y gran hermano tienen audiencia por qué solo hay eso o porque es lo que la gente quiere ver? Pue eso, la misma respuesta vale para la politización que para los reálitis y otras mierdas.

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    1. Me parece muy gratuito ese ataque a un programa de "rojos y maricones", como lo llamó JJ Vázquez. Ahora estaréis contentos con Ana Rosa, los fachas. Estáis muy creciditos.

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