ha muerto Carlos Mendo

Pues... sí. Pensaba hablar hoy de otras cosas, pero lo cierto es que el tema de hoy tenía que ser Carlos Mendo. Porque contertulios de política nocturna hay para dar y tomar. Pero es que resulta que Mendo era uno de los "de siempre" de la tertulia del Hora 25. Dentro de la tertulia líder era uno de los cuatro que la empezaron en los tiempos modernos.

Como decía Carlos Carnicero, que se enteró ayer estando en antena en "La Ventana", recordaba perfectamente cuándo empezó Mendo, él, Miguel Ángel Aguilar y Nativel Preciado: un 4 de septiembre de 1994, con Carlos Llamas. Dieciséis años más tarde, ha muerto de cáncer, teniendo 77 años. Y era uno de los "imprescincibles".

A ver, si pudiéramos comparar cómo se organiza una tertulia de "Hora 25" con la del "Sálvame" -salvando las distancias, claro-, sería imposible concebir a Jorge Javier sin Lydia, Karmele, Kiko o Mila Ximénez. Pues Carlos Llamas siempre tenía que tener en su tertulia o a Mendo, a Carnicero o a Miguel Ángel Aguilar. Cuando coincidían los 3, esa tertulia tenía chicha a tope. Era genial. Un comunista (o lo que sea ahora) con ironía de sexto de carrera, un socialista raro (o lo que sea ahora) que se va por Cuba y latinoamérica, y un hombre conservador y "proyankee" a rabiar. Venga, un cuarto integrante y faltaba sólo la cerilla.

Para que luego digan de las pluralidades... Las tertulias de, pongamos, César Vidal, todos son cortadicos por el mismo patrón. Pero en el caso del Hora 25, Carlos Mendo era "esa voz reconocible que nunca estaba de acuerdo con las posturas socialistas", entre otros, pero la más reconocible. Dice mucho de la educación y saber explicarse de Mendo que, cuando aquellos viernes entraban los oyentes en antena, lo mismico que se metían a muerte con Isabel San Sebastián, que nadie parecía soportarla (recuerdo llamadas incendiarias), siempre halagaban a Carlos Mendo "aunque no esté de acuerdo con lo que dice nunca". Sí, estuvo en la fundación de "El País"... pero un año más tarde se fue y durante 3 años fue jefe de prensa de AP. Y luego se fue de corresponsal a Londres, y en 1991 ya se incorporó a la tertulia del "Hora 25".

A Mendo es raro que no lo hayas oído nunca. Y tenía ciertas muletillas y una voz muy reconocibles. A modo de "cosas que se me vienen a la cabeza": un día, en pleno debate sobre el PP, estaban todos metiendo caña que no veáis. Y Mendo, claro, salía todo el rato a cortar a todo el mundo. ¿Qué ocurre? Que Mendo era en ese sentido un poco Adriansens de la vida: tiene tanto que decir, y él consideraba que era tan interesante todo lo que contaba, que no sólo cortaba al personal sino que además se quejaba de que casi no le dejaban hablar. Conectaron con Javier del Pino, en Washington, y Àngels decía: "nada, que Mendo se queja de que no le dejamos hablar el tiempo suficiente." Y Pino, segundo de Llamas mucho tiempo, contestó: "sí, este debate sobre Mendo lo teníamos también en la época de Llamas, y también se quejaba de lo mismo." Todos se echaron a reír. Pero es que muchas veces las anécdotas o datos que daba Mendo eran casi dignas de dejarle hablar todo el rato. De hecho, como decía Àngels cuando hablaba ayer, también hacía gracia porque siempre daba datos y puntillitas "en plan repelente", pero que acertaba el tío siempre; y cuando se equivocaba, se corregía a él mismo en antena cortando a quien hiciera falta, pero sobre todo, que quedara claro que el dato en cuestión lo sabía y que quedara claro que él mismo se había dado cuenta de que se había equivocado.

También me hacía gracia su muletilla eterna, que han pasado los años y no era capaz de quitársela: "¿verdad?", para hacer tiempo, mantenerse en el micro y pensar sin que le quitasen la palabra, podía soltar tres "¿verdad?" en una frase. Era parte del personaje. Era parte del "Universo Hora 25". Así que he elegido, en vez de cualquier audio de los de hoy, pues una tertulia en la que estuvo él y Miguel Ángel Aguilar. Lo primero que se escucha es preguntarle a Àngels por la salud de Mendo. Escucha el radiochip Mendo:

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Pues se ha muerto uno de los grandes tertulianos de la radio, un periodista que formaba opinión en territorio comanche, y con la simpatía total de los comanches que lo escuchaban (escuchábamos) por las noches. Como decía Miguel Ángel Aguilar, discutían permanentemente y era garantía de lucha dialéctica. Pues eso no es muy común en la radio actual. Que descanse en paz.