y llegó Marta Robles

Y al día siguiente de lo de Julia (o dos días, no recuerdo bien, y retomando con las entradas de agostidad), ya se sabía quién iba a ser la sustituta de Julia. Era Marta Robles. El programa se llamó "A Toda Radio", recuperando un nombre que ya usó Luis del Olmo en su juventud... 

Marta no era una novata en la radio: comenzó copresentando el mítico programa de Radio Intercontinental "Caliente y Frío". La habían fichado después en la SER para hacer las madrugadas, "El Serial" -con los de la Verbena de la Moncloa-, el "Si Amanece, nos Vamos", y después heredó el "A vivir, que son dos días".

Tras estar en la tele, los nuevos jefes de Onda Cero la eligen como sucesora de Julia. Marta no tenía culpa de nada, la pobre, (aunque siempre me dio la sensación de como si ella lo supiera todo de antes, porque el nombramiento fue dos días después de echar a Julia. Será rápida dando los síes.) Nada más empezar la temporada radiofónica tuvo que soportar que un montón de gente indignada fuera a la emisora con pancartas en contra de Marta y a favor de Julia. Y vale, es verdad que Marta no tenía ninguna culpa. Pero es que con el tiempo siempre me pareció que jamás estuvo a la altura de su antecesora. Al menos, la audiencia es lo que decía. Consiguió retener a la mitad de la audiencia que Julia. Fue incapaz de remontar. Pero, a pesar de huir de una radio "intelectualmente elevada", aquí la tenemos en el radiochip buénico, entrevistando a Gustavo Bueno.

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Y después no sé si se quiso ir, o simplemente se dio por entendido que si no sube la audiencia y se queda estancada, lo mejor es dejarlo. Onda Cero fichó a Carlos Herrera en un momento dulce en RNE y lo tuvo de "colaborador desde EEUU" durante un año. Al año siguiente, Carlos Herrera se hizo con las tardes de la emisora. Pero, como decían en "Hormigas Blancas", esto es una historia que tendrá que reposar... Marta, ahora, colaboraba con Ana García Lozano en Punto Radio, con lo que no creo que, en principio, siga pudiéndosela escuchar ahí.