gente guay que no eres tú

Hace ya unos días iba yo por la calle y vi que estaba colgado El País. Me entró la vena patria y me lo compré, que en Italia cuesta 2,20 €. Al hojear el diario me encuentro con una página que publicitaba el programa de Francino. ¿Os acordáis de cuando hablé de que en la SER desde hace algunos años muchas veces "van de guays"? Pues el que ha diseñado la publicidad ha captado el concepto. Mirad:

Son todos muy guays. Sale Francino ahí en medio, escuchando la vida de los que son más guays que el resto de la humanidad. Ahí está la chavala guay con un vestido guay que sale al lado del niño guay que juega al fútbol messimente. Y ahí está, el señor con toga que debe ser un juez progre que sale cerca de la médica dispuestísima a recetarte algo que no cura el aburrimiento. Justo al lado del juez y la médica, en plan "al mismo nivel" aparece el gachumín antisistema con la máscara en plan Anonymous que hace el mismo bien a la sociedad que el resto, porque de hackea siempre con fines sociales y de buen rollo. Al lado, el señor con traje, que será uno de la bolsa o algo así, un broker antisistema, debe ser. O un abogado que no quiere cobrar porque él trabaja no por el interés, sino por compromiso... A la derecha aparece el señor minero, con la cara negrísima, que ya sabemos que en la mina se sintoniza la radio bien, bien. Porque como todos sabemos, los mineros tienen la cara negra y trabajan de sol a sol todo el día. Luego está el cocinero con su barbita, que es seguro el único sitio del cuerpo donde tiene pelo. Ya sabemos que, en la radio, la cocina es crucial si quieres tener un programa guay. Luego la embarazada que es feliz, joven y que piensa en el mejor futuro para su hijo, y que luchará por un mundo mejor que darle escuchando a Francino. Luego está ahí el rokero que te pone la musiquita guay porque eso de David Guetta no mola... Cantautor con barbita modernete, comprometido, que te recuerde a Bardem. Y la chica sentada con el ordenador que por supuesto lo hace grácilmente sobre sus piernas porque no es capaz de estar sentada bien, que eso es de empresarios... Es mejor tener un Mac (que ya puestos a comprar, compra un ordenador pijete) encima de las piernas mientras sentado en el suelo tuiteas para la nueva manifestación a la que seguro va la médica, el rokero, el minero, la tía de la izquierda sin oficio conocido, el juez con la toga, y todos, todos, con un buen rollo tremendo escuchando a Francino de camino a Plaza Cataluña o a Sol... 

La gente que sale detrás de Francino es muy guay... Pero chico, nada que ver con la realidad. ¡Basta ya de estereotipos! Se pasan hablando media vida en la SER de estereotipos, de derribar imágenes preestablecidas, pero en las publicidades nos trasladan su imagen de "guay". "Gente guay". Lo que hay que ser para ser comprometido y chupi. 

Sé que no mola ser tendero, cocinero de bar de la esquina, cajero de supermercado, reponedor, administrativo, albañil, profe de escuela, estudiante estresado, pensionista andarín, viejo de bar, ama de casa, taxista... Incluso parado, que se pasan media vida hablando del paro pero los parados no aparecen en el anuncio. No mola ser carnicero, camarero, fisioterapeuta, asfaltador de calles, señoras que cuidan viejos, gasolinero, teleoperador, fontanero, electricista, ninis de vocación (que los hay a paladas, entre ellos muchos de mis amigos, oye), antenistas, charcuteros, profes de baile, químicos, gente que está en una cadena de montaje... Digamos que en este párrafo describo lo más cercano a mi mundo real. En la foto... no, que no, que no nos representan; que no, que no, que no nos representan... (Por si suena).

Lo siento, es que veo estas cosas y me revientan. La radio está hecha para el oyente... Y la SER yo sabía que era la más escuchada de pequeño antes de saber que existía una cosa que se llamaba EGM cuando me daba cuenta que la vecina de al lado, un amigo mío que también era un crío y un tío mío me comentaron el mismo día la misma llamada al "Hablar por Hablar". Y yo era de SER las 24 horas. No era que tres personas me hablaran de algo... es que tres personas muy distintas y de muy distintas edades oían lo mismo. Y no eran de Anonymous, ni tuiteaban sentados ni eran guays... eran gente normalísima. La radio que tiene vocación de "mostrar la vida" y de líder, tiene por obligación de ser consciente de la realidad. Y cuando veo que me pintan una realidad o una imagen que tienen ellos de "lo que hay detrás de un programa" que es casi una caricatura de lo que últimamente es la SER, no me queda otra que "desahogarme" en el blog. "Escucha con nosotros la caricatura de la vida." 

Así que como radiochip he elegido un audio de una hora de "La Ventana" en la que al final entrevistaban a un activista del 15-M comentando lo guay que es utilizar el WhatsApp para movilizar y organizarse. Superidea molona. Radiochip protestador (poner el cursor en el minuto 30 aproximadamente):

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Ya lo siento, pero en mi cabeza cada día se instala la idea de que en la SER me hablan menos a mí (cosa que antes me ocurría, que todo lo que contaban me interesaba y me sentía incluido), ahora me parece que ya no va conmigo. Que hablan de gente rara. Un poco el rollo es: "hostia, hay una aplicación superchula que estás en mitad de una protesta del 15-M y puedes tuitear y rápidamente se moviliza un trozo de plaza que les llega un mensaje con los catering de los mejores cocineros de la ciudad que nos cocinan porque están comprometidos y entonces nos traen la comida a la plaza en patinetes ecológicamente mientras mandamos un ciberataque a Microsoft, que desactiva a su vez una base de datos de una marca deportiva americana que está esclavizando niños en Bangladesh. Gracias a eso, uno de Anonymous saca la información de ese empresario malvado que seguro que no es ni vasco, ni catalán, ni gallego, ni aragonés, ni andaluz, ni balear, ni canario... bueno, madrileño del ala de Esperanza (que acabamos antes), que gracias a esa información vamos a parar su coche oficial en mitad de la ciudad, le quitamos el dinero y podemos pagar a dos parados a ir gratis al nuevo musical del que no paran de hablar en la radio y luego al Bulli (superfundamental, que se lo abren para ellos), que está superchulo, y mientras les digo a mis muchas amigas lesbianas que las quiero igual que al resto (que por lo visto hay que incidir en la condición sexual del personal como si fuera un tatuaje pero que da dos puntos de guayez), voy a democratizar un banco en nombre de los sueños de tantos y tanta gente que quiere un mundo mejor, y que jamás se nutrió de gente que vendía pisos para llevárselo muerto y ser el más listo y rico del barrio, porque la gente normal no lo hace, y en todo caso lo hizo inducida bajo pistola." Y todos los días, además. 

Ya sé que esto es una caricatura exageradísima... pero es que siento que hablan para una caricatura muchas veces. Y casi tan exagerada. Yo soy de barrio de toda la vida, y en mi vida del día a día juro que la gente está más pendiente de que cuándo salen las oposiciones a no sé qué, las becas del no sé cuántos, de si un amigo ha pillao curro o si han ido a una entrevista, qué tal les va en el trabajo, de lo que dijo ayer Rosa Benito, de qué hacer el sábado, de qué han visto en la tele, de qué peli hemos visto, de si la liga la vemos menos, de Alonso, de dónde hay bebida barata, de videojuegos, de música que sonaba hace años, de cuándo abren las piscinas, de dónde ir la nochevieja, de dónde podemos ir un puente, de si es muy caro comprar ropa allá o acá, y de chorradas la mayor parte del tiempo. Y sí, y de vez en cuando de política, o se habla de dónde comer, y tal... Pero para quedar no usamos redes sociales, bajamos al bar de siempre y tal... No sé. Hackeamos poco, la verdad. Y no frecuentamos ONGs en Uganda. Prefería cuando en la SER se hablaba más del efecto 2000, de los aerolitos, del PP, de si la gente compra juguetes, de si hacemos mucho ruido al salir por las noches... Ahora es más de aplicaciones para móvil que jamás usaré, de lo que dijo el PP en tal año, de radios por internet que jamás escucharé, de casas rurales que no tengo pasta para pagar, de qué juguete hay que comprar para ayudar a niños en Eritrea, de si a la vez vamos a un restaurante que cuesta 100 euros el cubierto, del musical que cuesta otro tanto en la Gran Vía y que como vives en Úbeda a lo mejor te importa tres pimientos... ¿Nadie se da cuenta de que hay algo que no cuadra? ¿Hablan para el parado a punto de exclusión social o para el que se gasta 100 € en una cena?

No sé... ¿Dónde están los temas normales? Que sí, que los hay... pero es que tengo esa sensación. Por cierto, yo soy tío y me canso de que parezca que soy un peligroso maltratador en potencia. Ni soy machista. Que sí, que ya... Pero es que... uf... Y no por ser tío soy más tonto que una tía. Y no por ser español feliciano soy un facha (de hecho, me da la sensación que ser aragonés normal "no es moda"), pero es cansado pensar que para molar hay que ser catalán como sus presentadores. ¡Qué le voy a hacer! Y no por no ir a todas las manifestaciones que hay soy un insolidario. Ni por no ir a restaurantes superchulis de moda o tener mil horas para cocinar como fatal. Y no por ir al último musical mi vida deja de tener sentido. Y no toda mi familia y amigos están parados y en riesgo de exclusión social. Y no todos mis amigos buscan trabajo ni se manifiestan por mucho que lleven 4 años sin trabajar, por raro que suene... Y cada vez que un periodista va a la calle no considero que sea callar una voz, sino un parado más como el resto de la humanidad. Y me la suele pelar lo que opine Rouco sobre mil temas. No me influye nada. Ni lo que diga él ni el papa. Criticarlo a todas horas no me hace más guay. Paso de su culo. Quiero que me informen de lo que dice, pero que lo critiquen los que sean del club ese. Y siempre he pensado que para ser superactivista de supercausas hace falta dedicar mucho tiempo libre, porque si curras y vas un poco liado, para un par de horas que tienes libres te viene justo para quedar a echar algo rápido después de trabajar y ver la tele, digo yo. Buf... 

Desde hace años cuando oigo la SER tengo un estrés mental... que antes no tenía. ¿Me habré vuelto un bicho raro?  O será que no soy del todo chupi. Bueno, tengo un blog... y eso me convierte en supermoderno en la onda. Vamos, que tengo que molar y tal... Al final, el programa que menos me estresa mentalmente es "Milenio 3" con diferencia. Bueno, y el programa de Del Pino.  

Bueno, en resumen, que de toda la vida yo pensaba que era en la COPE donde todo era dicho y medido ajustado a una determinada moralidad y con todo medidísimo y que parecía que pasaba una censura previa y resulta que me estresa más la SER, que es todo pasadito por una autocensura milimétrica, y que si te sales mínimamente de lo guay, correcto y solidarísimo... Uf... La nueva religión se llama "guayez". No tengo ni tanto tiempo ni tanto dinero para ser tan guay. Ya lo siento.